Empar Fernández

"Aunque no soy de los que acostumbran a guardar resentimiento por casi todo y he olvidado los detalles debo decir que en esta vida me han puteado mucho y a conciencia.
Soy un virtuoso del buen conformar. Si me paro a pensar también eso forma parte de la herencia paterna recibida. Mi padre, un buen hombre, no protestaba nunca.
Falto de voluntad y totalmente carente de entusiasmo. Ese soy yo.
(…)
No debo olvidar que yo, por alguna ignorada carencia afectiva, vitamínica, u hormonal, rehúyo las emociones fuertes. Las detesto. Mejor la ignorancia Infinitamente mejor.
Tampoco yo he llorado muchas veces y nunca siendo adulto. Puteado hasta los tuétanos, jodido, pero nunca derrumbado. Mi madre decía de mí que a veces me comportaba como un corcho. Pero es lo que tienen los corchos que siempre salen a flote."

Empar Fernández
La mujer que no bajó del avión

No hay comentarios: