Fermín de la Puente y Apechea

A la Concepción de Nuestra Señora

   Fue la luz ¡oh Señor! porque Tú hablaste,
y la tierra y el mar y el firmamento,
y a sólo Tú querer mundos sin cuento
brotarán, como el mundo que creaste.

   Sólo al formar al hombre trabajaste,
manos poniendo en ello y pensamiento;
que al alma hiciste soplo de tu aliento,
en lodo vil maravilloso engaste.

   Mas ¡ah! si tanto fue porque tu idea
vio que en medio del tiempo... aquí... en el mundo,
tu Verbo, hijo del hombre, Hombre sería;

   al crear a su Madre, al decir ¡¡sea!!
¡cuál formaste! ¡oh mi Dios! ¡yo me confundo!
la Concepción Divina de María.

Fermín de la Puente y Apechea



Soneto

   ¡Triunfo de Dios! ¡del bárbaro victoria!
¡Gracia preservadora, Luz, Clemencia,
María, de los hombres descendencia,
pero sin mancha de humanal escoria!

   Concebida ante el tiempo y su memoria,
en Ti agostó el Señor su Omnipotencia:
Tú eres la creación por excelencia,
Tú de la Redención la mejor gloria.

   Tanto la sombra del pecar te espanta,
que primero dejaras, no vencida,
Madre de Dios, tu sin igual fortuna.

   La luna y el dragón son a tu planta;
yazga en él la soberbia de mi vida,
mi instable voluntad... esa es la luna.

Fermín de la Puente y Apechea














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