A la muerte del doctor Juan Pérez de Montalbán
Canoro Cisne, cuya Fénix pluma
se la dio en sus escritos a la Fama,
y a la envidia la voz con que te aclama:
porque jamás el tiempo te consuma.
Muerte de quien tus máquinas presuma,
alma del sentimiento que te llama,
vida de la memoria que te ama,
y de todos los méritos la suma.
No puedo en tu alabanza tener parte,
ni cuantos viven, aunque a darla prueben,
con amor, con ingenio, estudio, y arte.
Y pues que siendo tuya no se atreven
resucita si quieres alabarte,
que tú sólo sabrás la que te deben.
Isidro Suárez Tirado
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