Juan Damonte

"La noche en que celebramos mis treinta años en este valle de lágrimas fue un poco más olvidable que otras que siguieron. El Nene era el último comensal y se despedía a las cuatro de la mañana. Se arregló las venerables patillas frente al espejo, se atusó el bigote corto, también blanco, y se volvió a poner la corbata oscura. Le sacudí la cocaína de las solapas de su impecable traje azul marino con un cepillo de lavar ropa. Le gustó la broma y se rio con sus carísimos dientes postizos. Los legítimos habían quedado hacía ya tiempo en el piso orinado de una celda del Departamento Central de la Policía, a consecuencia de un hábil interrogatorio."

Juan Damonte
Chau, papá

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