Henri Savigny

"Al cabo de los días, los pasajeros de la balsa de la Méduse se vieron en la necesidad de completar la ración de vino con agua salada y orina, y al tercer día ya aparecieron casos de canibalismo. Aquellos que habían conservado la vida se lanzaron ávidamente sobre los cadáveres que cubrían la balsa. Los cortaron en trozos e incluso algunos los devoraron inmediatamente. Una gran parte de nosotros rechazó tocar aquel espantoso alimento, pero finalmente cedimos a una necesidad, que es más fuerte que cualquier humanidad. Veíamos aquella horrible comida como un medio deplorable y único de prolongar nuestra existencia."

Henri Savigny y Alexandre Corréard
Testimonio sobre el naufragio de La Medusa



"Desde el momento en que me convencí de que habíamos sido abandonados, sucumbió mi ánimo bajo las horribles imágenes de hambre y sed, trabajo y miseria, desesperación y muerte, hasta el punto de que no pude articular palabra por un tiempo. Los pobres náufragos, arrojados de un lado a otro y suspendidos de un hilo entre la vida y la muerte, lloraron su desgracia, pero continuaron luchando contra el irresistible elemento que parecía que se los iba a tragar. A menudo se oía el grito desesperado de algún marino que, exhausto de fuerzas y sin esperanza de vivir, se arrojaba al abismo de la muerte. En esa primera noche fallecieron doce personas de esa forma."

Henri Savigny
Testimonio sobre el naufragio de La Medusa

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