Te amo aún
   Hubo un tiempo ¿recuerdas? que a tu mano		
estrechaba la mía tiernamente;		
hubo un día, es verdad, que allá en tu frente		
mi ardiente labio se posaba ufano.		
   ¿Quién me dijera entonces que cercano
estaba el fin de nuestro amor vehemente,		
y que a tu corazón indiferente		
mi corazón invocaría en vano?		
   Embriagado en tu rostro, yo creía		
eternas tu pasión y mi ventura;
pero al fin de olvidarme llegó el día;		
   se extinguió de tu amor la llama pura,		
y hoy miras impasible mi agonía		
y yo adoro en silencio tu hermosura!
Manuel Molina Vigil
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