Pascual Fernández Baeza

La vida del hombre

   Débil raudal, que tímido marchando
leve rama de brezo detenía,
crece, ligero corre, y en su vía
entre plantas y riscos va jugando.

   Límpido arroyo, salta retozando;
riachuelo veloz, con valentía
sal va el tronco y peñasco, y su alegría
en medio la pradera va mostrando.

   Río, surca orgulloso el prado ameno;
mas cuando las llanuras fertiliza,
mezcla sus puras aguas con el cieno.

   Turbio y pesado entonces se desliza
del mar a sepultarse al hondo seno.
Tal nace el hombre, crece y finaliza.

Pascual Fernández Baeza

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