El monaguillo
Berrendo en sacristana y sacerdote
al mundo vino en miserable aldea,
y apenas el confiteor balbucea
le enseñan a vestir por el cogote.
Hecho ya un cuasi cura el monigote,
muestra el instinto de la gente nea
y el vino de la mesa golosmea
y el cepillo del santo parte a escote.
Gran cariño le tiene el señor cura,
pues augura del joven mozalbete,
que si hoy apaga velas con soltura
vestido con sotana y con bonete,
mañana con igual desenvoltura
matará un liberal por Carlos siete.
Pedro Font
No hay comentarios:
Publicar un comentario