"Después de terminar un concierto, volvimos al hotel y nos encontramos el pasillo de nuestras habitaciones repleto de personas con capas negras sentadas en el suelo, entonando extraños salmos. Tuvimos que pasar por encima de ellos para llegar a las habitaciones. Llamamos a seguridad, pero no nos hicieron caso. Entonces sincronizamos nuestros relojes para abrir las puertas al mismo tiempo. Ozzy apagó las velas orinando sobre ellos y les cantó “Cumpleaños Feliz”. ¡Bailaban como locos!."
Tony Iommi
Tomada del libro Historia maldita del rock de Javier Ramos de los Santos, página 163
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