Esmeralda Berbel

"Creo sinceramente que la maternidad es un arte. La infancia son los años más importantes en el ser humano. Educar, amar, comprender, esa es la mayor creación mientras estás criando. Ahora tengo todo el tiempo que necesito para escribir, trabajar sin interrupciones y crear los espacios que deseo en mi vida. Mi hija es una gran fuente de inspiración para mí y yo, eso me dice, lo soy para ella."

Esmeralda Berbel




"Lo mejor de la maternidad es el amor, la entrega, la generosidad, la mirada hacia un ser que estás creando y que es puro, es contemplar la inocencia, aprender a través de la mirada del niño o la niña, recordarlo todo, ser honesta. Para mí ha sido y es mi mejor creación.

Lo peor es el agotamiento. Mirándolo ahora con la perspectiva de los años, me doy cuenta de que tuve suerte, deseé tanto a mi hija que el cansancio, la falta de tiempo, el no poder apenas escribir ni leer, estaba compensado. He sido muy feliz con la crianza."

Esmeralda Berbel




"Me abandonas dos veces, entre una vez y otra pierdo un puente; me duelen las rodillas y los nudillos de la mano derecha; entre una vez y otra, escribo, lloro y te dejo. Me hago daño. Me enamoro. Vuelves. Te vas. Y veo en la palabra abandonar la palabra dar y la palabra mujer.
(…)
Me quedan veinte minutos para dejar este pueblo. Este horizonte. Abrazo a cada uno de los hombres y mujeres que he conocido. Me despido de los técnicos, de los actores. Vámonos ya, te digo. Entiendo ahora lo que siempre me contabas: acabar un rodaje. Me has explicado muchas veces los finales. Me queda despedirme de Pere, de su humilde casa, de ese rincón de rezos. Me’n vaig, Pere. Me coge las manos. Estem units, dice. Se queda ahí este hombre delgado que aún ayuna una vez por semana. Con su voz temblorosa pero firme atiende a una mujer que acaba de llegar, una mujer que lucha por los indígenas. A su lado esta Paulinho, el nuevo obispo.
Lo miro, lo fotografío todo. La sonrisa de Pere, su valentía. Los árboles, las calles, el polvo y el privilegio de haber estado aquí. Camino por la calle roja con el calor y la emoción de las últimas cosas. También son las primeras. He venido con lo mío de allí y vuelvo con lo de aquí. Me despido de mi hija, que sigue haciendo su documental y mezclándose con las gentes de este pueblo. Se queda un mes más contigo.
Ha sido bonito este viaje, te digo. Gracias. Nos abrazamos. Te quedas hasta que despega la avioneta. Miro la tierra, las casas de la tierra. Todo me parece tan de paso, tan de nadie. Los karajás cuando no hay comida ni más agua se van a otro lugar, emigran, son nómadas. Ahora que los han dejado fijos en un poblado, los que saben hablar portugués dicen: Estamos muito tristes.
Escucho tus últimas palabras. Brasil. Nosotros. Mi inquietud."

Esmeralda Berbel
Irse



"Ser madre es mi mejor creación."

Esmeralda Berbel





















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