Hipérbole
   Cuando contemplo en el revuelto oleaje		
al estallar con furia en la ribera		
surgir una radiante primavera		
de espumas, que simulan un encaje;		
   cuando escucho de un león la voz salvaje;
cuando veo un meteoro en la ancha esfera		
que como ave de luz, en su carrera		
va dejando el fulgor de su plumaje;		
   entonces crezco en mi soberbia, altivo,		
y es tal el fuego de la estrofa mía
que se incendia el papel donde la escribo.		
   Y es que mi inspiración en un segundo,		
enrojece mi pluma, y bien podría		
con esa pluma iluminar el mundo.
Gustavo Solano
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