"En los años 80 usábamos lacas para el cabello que contenían una sustancia química llamada CFC que destruía la capa de ozono. Los científicos descubrieron el problema, el público absorbió la ciencia y presionó a sus líderes para que actuaran para abordarlo. Como resultado, la capa de ozono está casi curada. Ahora nos polarizaríamos. Debido a la dinámica de las redes sociales, algunas personas absorberían la ciencia y defenderían lo correcto. Otras dirían «¿cómo sabemos siquiera que existe la capa de ozono?». Estaríamos inundados de desinformación y locura. La democracia es una forma de atención colectiva sostenida. Y no es coincidencia que estemos teniendo la mayor crisis de la democracia en el mundo desde 1930 al mismo tiempo que tenemos esta crisis de atención individual. Una población que no puede prestar atención y pensar profundamente no puede ser, a largo plazo, una democracia."
Johann Hari
"Esencialmente, hay tres formas en que se pueden financiar las redes sociales. La primera es la que tenemos ahora, lo que Shoshana Zuboff llama «capitalismo de vigilancia»: parece que obtienes el producto gratis, no pagas nada por adelantado, pero a cambio te vigilan y escanean en secreto, hackean tu atención y la venden a los anunciantes; no pagas con dinero, sino con tu atención. Y hay dos modelos alternativos. Uno es la suscripción. Sabemos cómo funciona Netflix: pagas una cierta cantidad a cambio de obtener acceso. Y la clave de ese cambio es que todos los incentivos cambian. En este momento, estas empresas están pensando: ¿cómo puedo hackearla para que siga en esta app el mayor tiempo posible? No eres el cliente. El cliente es el anunciante. Eres el producto. Pero con la suscripción de repente ya no dicen: ¿cómo la hackeamos e invadimos?, sino: es nuestra clienta, ¿qué quiere ella? Resulta que se siente bien cuando se encuentra con personas y las mira a la cara, diseñemos nuestra aplicación para maximizar su encuentro con la gente. Tristan y sus amigos podrían hacerlo mañana. Pero los incentivos tienen que estar ahí. El tercer modelo posible, que probablemente sería mi preferido, aunque hay que tener cuidado, es pensar en el alcantarillado público. Antes había caca en las calles, la gente contrajo cólera, era horrible. Así que todos pagamos juntos para construir y mantener las alcantarillas. Quizá querríamos ser dueños de las tuberías de información porque estamos recibiendo el equivalente al cólera por nuestra atención. Cualquier modelo que elijamos, la clave es entender que se volverán cada vez mejores en hackear e invadir nuestra atención. Hay que romper ese eslabón de la cadena. Una vez que rompes esa conexión, se abren todo tipo de posibilidades. Pero si no se rompe ese vínculo, estas empresas extremadamente sofisticadas e inteligentes mejorarán cada vez más. Piensa en cuánto más adictivo es TikTok que Facebook en este momento. Imagina la próxima iteración de TikTok usando IA supergenerativa."
Johann Hari
"Irving, por el contrario, empezó a formularse una pregunta desconcertante. Si la depresión y la ansiedad eran fruto de un desequilibrio químico, y la función de los antidepresivos era corregir este desequilibrio, se imponía explicar una cuestión bien extraña que iba saliendo a su encuentro. Los medicamentos antidepresivos que aumentaban la producción de serotonina en el cerebro procuraban, durante las pruebas médicas, los mismos efectos modestos que aquellos medicamentos que reducían la producción de serotonina en el cerebro. Y procuraban los mismos efectos que aquellos medicamentos que aumentaban la producción de otra sustancia química, la norepinefrina. Y procuraban los mismos efectos que aquellos medicamentos que aumentaban la producción de otra sustancia química, la dopamina. En otras palabras, no importa la sustancia química con la que trastees, pues los resultados van a ser idénticos.
Así que Irving se preguntó: ¿qué tienen en común las personas que están ingiriendo medicamentos tan diferentes? Solo descubrió una cosa: el convencimiento de que los medicamentos funcionaban. Y en gran medida funcionan, sostiene Irving, por la misma razón que lo hace la varita de John Haygarth: porque crees que alguien vela por ti y te ofrece una solución.
Tras veinte años investigando este campo al más alto nivel, Irving ha llegado a la conclusión de que la noción de que la depresión es fruto de un desequilibrio en el cerebro no es más que «un accidente de la historia». Primero fue resultado de que un grupo de científicos malinterpretaran lo que estaban observando y luego de que las compañías farmacéuticas se lucraran vendiendo al mundo este error.
Es por esto, asegura Irving, que la principal explicación servida por nuestra cultura acerca de la depresión comienza a desmoronarse. La idea de que uno se encuentra fatal debido a un «desequilibrio químico» se construyó a partir de un conjunto de equivocaciones y errores. Ha estado más cerca de quedar desacreditada entre la comunidad científica, me contó, que ninguna otra teoría. Sus pedazos yacen en el suelo, al modo de un Humpty Dumpy neuroquímico provisto de una sonrisa muy triste."
Johann Hari
Conexiones perdidas
"Le diría a quien lee que piense en cualquier cosa que haya hecho de la que esté orgulloso, iniciar un negocio, ser un buen padre, aprender a tocar la guitarra, sea lo que sea, eso de lo que estás orgulloso requiere concentración y atención sostenidas. La atención sostenida está en el centro de todos los logros humanos: deportivos, musicales, la consecución de amistades. Prestar atención es nuestro superpoder como especie, y cuando tu capacidad de prestar atención disminuye, tu capacidad para lograr tus objetivos, para resolver problemas, se ve disminuida. Te sientes peor contigo mismo porque eres menos competente. Recuperar tu atención es como recuperar tu superpoder. Vivimos en una gran crisis de atención. El oficinista medio se concentra actualmente en una sola tarea menos de tres minutos. Por cada niño que fue identificado con problemas graves de atención cuando yo tenía siete años, ahora se identifican 100. James Williams me dijo: «Imagina que estás conduciendo y alguien tira barro sobre el parabrisas. No importa lo que tengas que hacer en tu destino, lo primero que tienes que hacer es quitar el barro porque así no vas a llegar a ninguna parte». La crisis de la atención es así: hay problemas mayores en el mundo, pero si no afrontamos la crisis de atención, nos va a costar mucho afrontar cualquier cosa."
Johann Hari
"Prestar atención es nuestro superpoder como especie."
Johann Hari
"Somos ciudadanos libres en democracias a veces conquistadas con mucho esfuerzo. Somos dueños de nuestras mentes y juntos podemos recuperarlas si queremos. Porque si te roban la concentración, como está sucediendo ahora, aspectos de tu ser, de tu identidad y de tu vida están siendo robados. Cuando vemos a un niño que no puede concentrarse, sabemos que ese niño tendrá dificultades para ser todo lo que podría ser. Eres la suma total de cómo pasas tus minutos y horas. ¿Cuál es la cifra promedio ahora? La persona promedio toca su teléfono 2.687 veces al día. Y esa es la cifra antes del covid-19. Es deprimente. No deberíamos aceptar esto. Nunca tuvo que suceder. No tiene por qué continuar. Podemos darle la vuelta. Pero para hacerlo tenemos que entender lo que nos está sucediendo en un nivel profundo. Comprender los factores que están dañando nuestra atención y abordarlos uno por uno. Hemos hablado sobre los grandes cambios colectivos, pero también debemos defendernos como individuos. A nosotros mismos y a nuestros hijos. Enfrentarnos a las fuerzas que nos están haciendo esto. Tenemos que hacer ambas cosas, no es lo uno o lo otro. No somos impotentes, tenemos que aprovechar nuestro poder en ambos niveles. Y cuando lo hacemos podemos recuperar nuestra atención."
Johann Hari
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