Invierno
Invierno, viejo triste que mis flores desglosas
has puesto una nostalgia en mi antiguo balcón;
de mi rosal cayeron moribundas las rosas
y en mi jardín la fuente suspendió su canción.
De un parque olvidado, en las sendas sombrías
hallo dulces recuerdos de mi edad infantil;
cómo pasan las horas, cómo huyen los días...
la vida es un perfume embriagante y sutil.
Invierno, viejo triste, mi loca fantasía
te imaginas que partes con tu melancolía,
con tu aspecto severo, con tu cara tan gris,
por eso es que reclamo mis rosas y glicinas,
y las dulces viajeras del amor, golondrinas,
que me traigan romances de un lejano país!
Félix B. Visillac
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