Jristos Yanarás

"El Romanticismo, como el nombre para la respuesta moderna típica a la ilustración, contiene así implícitamente una nueva forma de ser con la tecnología, que no puede identificarse ni con el antiguo escepticismo ni con el optimismo moderno.
El Romanticismo es, por supuesto, un fenómeno multidimensional. En un sentido, puede referirse a una tendencia permanente en la naturaleza humana que se manifiesta a sí misma de manera diferente en épocas diferentes. En otro, se refiere a una particular manifestación en la literatura y el pensamiento del siglo XIX. Prácticamente todos los intentos de analizar esta particular manifestación histórica interpretan el Romanticismo corno una reacción a, y crítica de, la ciencia moderna. Contra la mecánica newtoniana, los románticos proponen una cosmología orgánica; en oposición a la racionalidad científica, los románticos afirman la legitimidad e importancia de la imaginación y el sentimiento. Lo que rara vez se aprecia es hasta qué punto el Romanticismo puede ser también interpretado como un cuestionamiento -de hecho, el primer cuestionamiento auto-consciente de la moderna tecnología. Interpretado así, sin embargo, el Romanticismo refleja un desasosiego acerca de la tecnología que es no obstante fundamentalmente ambiguo; aunque en conjunto la crítica romántica puede ser distinta del escepticismo antiguo y del moderno optimismo, en sus partes exhibe sin embargo afinidades diferenciales con ambos."

Jristos Yanarás
Tres formas de ser con la tecnología



"La dinámica cognitiva de la relación es una expresión del grado de libertad alcanzado en el curso de esta relación. Actitud significa: la otra persona me interesa, quiero conocer a esta persona. Un deseo primario suele ser una necesidad instintiva, resultado de la necesidad que rige mi hipóstasis natural. El otro me es útil, lo necesito, por los servicios que me puede prestar, por la flexibilidad de su conciencia que me trae alegría, por el placer que me puede brindar, o por la protección que me puede brindar. En todos estos casos el deseo de relación está sujeto a la ley de la necesidad natural. Es una adicción no libre, una búsqueda egocéntrica, no una actitud. La actitud ocurre cuando los demás me interesan por lo que son, sin ningún motivo utilitario. En consecuencia, conocer a los demás presupone mi propia renuncia a los impulsos egocéntricos; implica una liberación adquirida del instinto impersonal. Cuanto más me libero de las exigencias de la naturaleza, que son impersonales, más plenamente, sin las ataduras de la subordinación al interés propio, puedo reconocer la alteridad en el otro. El pináculo de la libertad respecto de la sujeción a la necesidad natural es el amor, el eros. Eros es un acontecimiento extático: las personas que se enamoran se "exaltan" por encima de sí mismas, se sitúan por encima de su egocentrismo egoísta, más allá del confinamiento del interés propio. Se preocupan más por el otro que por sí mismos. El amor erótico es la única experiencia posible de libertad de la inexorable necesidad natural del egocentrismo y el interés propio. Conocer al otro, liberado de la dependencia de su imagen de motivos egocéntricos, está cada vez más cerca de lo que realmente es y como esta liberación se logra dentro de los límites de la naturaleza, se produce como un acontecimiento dinámico. Conocemos constantemente a la persona que amamos sin alcanzar nunca el conocimiento perfecto, un conocimiento poseído como una "cosa" conseguida, donde la posesión anula la aventura en la relación."

Jristos Yanarás
Ontología de la personalidad



"La sociedad griega ha sido humillada salvaje e irreparablemente."

Jristos Yanarás



"La sociedad griega presenta una paradoja histórica. Durante muchos siglos, la Historia avanza no gracias a los logros del estado, sino a los avances de un puñado de personas -poetas, artistas, pensadores- que continúan con la particularidad de la antigua Grecia en términos contemporáneos. Como estado-nación, el helenismo constituye un fracaso desgarrador, un caso absurdo. Sin embargo, este fracaso institucional engendra una asombrosa cantidad de personas desmarcadas que continúan con esa antigua sorpresa. Somos contemporáneos de Tsipras y de Mitsotakis, sí. Pero somos igualmente contemporáneos de Mános Hatzidákis, de Seferis, de Elýtis, de Tsarouchis, de Mikis Theodorakis... Y esa continuidad sólo está amenazada por la destrucción de nuestro lenguaje."

Jristos Yanarás

















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