Margarita del Valle

Cabe la fuente del jardín

   Cabe la fuente del jardín sonoro
hay una amable y familiar glorieta:
muda testigo que atisbó, discreta,
descender un crepúsculo de oro.

   Cabe la fuente del jardín, un coro
forman canoros pájaros... Giuglietta
viene de nuevo en busca del poeta
que le dijera al suspirar: «Te adoro».

   Cabe la fuente del jardín yo sueño
y en emociones rítmicas pergueño
lo que en periodos líricos concibo...

   Me enamora una estrofa bien pulida
y en cada producción dejo la vida
puesto que el alma pongo en lo que escribo.

Margarita del Valle





Exvotos...

   Alma que marchas disipando enojos:
igual que una mañana del estío,
deja verme en las niñas de tus ojos
como si fuera en el cristal de un río.

   Quiero mirarme en ti. A mis antojos
mirarte atravesar algún plantío...
La tarde luce sus pendones rojos
y quiero unir tu pensamiento al mío.

   Sé fresca como el agua cristalina
que vine de la olímpica montaña
y se arrastra, como una Mesalina

   que desciende a la paz de la cabaña,
bajo la dulce tarde zafirina
que en su precioso líquido se baña.

Margarita del Valle












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