Haiku
Majestuosa,
l’arrogància dels cignes
ens interroga.
Joana Raspall
Haikus otoñales
I
Aire serrano,
con abrazo de amigo
¡qué hondo hieres!
II
Entre pinares
de par en par caminos
hacia el ensueño.
III
Atardeceres.
El silencio en los valles
cuenta secretos.
IV
No hay soledades
donde las aves cantan
y ríen flores.
V
Mansos rebaños
sin perros, sin esquilas,
hallan sus pastos.
VI
Sólo rastrojos
nos hablan de los trigos
que fueron verdes.
VII
La luz de ocaso
intenta cobijarse
bajo las ramas.
VIII
La humilde fuente
huye sin revelarnos
que será río.
IX
Con cuánta angustia
la rama desgajada
cae del árbol.
X
Los campos tienden
invitando a la nieve,
sábanas pardas.
XI
Fingen dureza
las nubes: los pinares
mienten blandura.
XII
Vuelan adioses
por calles polvorientas
y cielos altos.
Joana Raspall
"Las flores son una imagen muy viva de nuestra vida en la tierra. Una persona que no fuera persona, viviría en la tierra y vería que la flor se marchita y se acabó. Nosotros sabemos que no ha terminado, porque la flor nos dice que el árbol está vivo. Yo siempre he tenido un gran cariño por las flores conocidas y sencillas, de tal modo que ahora he publicado esta recopilación, extraída de muchas libretas de poesía, y he ido eligiendo poemas que hicieran una escalerilla de mi vida. El titulo Jardín viviente . Para mí, en la vida hay más belleza que fealdad; porque las flores siempre son más altas que la roca. No son tan fuertes, pero la belleza está más en las flores que en las demás cosas de la vida. Es lo más bonito que tenemos, como las hojas, como la naturaleza viva vegetal. En el libro sitúo mi vida en cuatro partes de jardín. La primera parte la titulo Las violetas : unas flores bonitas, pequeñas, que no es que las busquemos, es que por el bosque las encontramos y decimos: «¡ay, qué más bonito!». Es nuestro encuentro con la belleza. En la segunda etapa, cuando ya he recibido las impresiones de lo que es la belleza, viene el segundo jardín: Las margaritas . Son el sí y el no. Lo positivo y lo negativo, lo que gusta, lo que no gusta, aquí es donde se hace la elección, te das cuenta de lo que sacarías del mundo, de lo que pondrías. Con todo esto ya he crecido y he conocido el mundo tal y como funciona. Entonces llegan las Roses… y pinchos . Porque no hay rosa sin pincho. Le digo muchas cosas que me han hecho feliz y otras muchas cuando ha venido el dolor, cuando he perdido a las personas queridas, cuando he encontrado los pinchos. Cuento mi drama, el de cada pinchazo, el de quedar sola… el tercero es éste. En la cuarta etapa, ya me he hecho vieja. He perdido al marido, he tenido los desengaños de la vida, he topado con todos los pinchos. Entonces llegan los Pensamientos . Es una flor suave que ni tiene pinchos ni tiene nada, que es blandita, que se te deshace en los dedos, que casi ni la puedes poner con agua porque no tiene cola. Estos son mis pensamientos de ahora. Y son muy serios. O sea, que hago como una recopilación de todas esas libretas, donde he ido recogiendo los poemas que han expresado, más o menos, la situación que se debía a una violeta, a una margarita, a una rosa con pinchos. O ya, finalmente, en una terminación."
Joana Raspall
"Lo que me llevó a escribir para los niños fue lo siguiente: mis hijos salían de la universidad y les pregunté qué sabían de poesía. Me dijeron que nada, que sólo hacían lo que sale en los programas, cuatro poesías. Me recitaron lo de Con diez cañones por banda,/ viento en popa a toda vela… ¡que yo la estudiaba cuando tenía siete años! Les pregunté si hacían algo de poesía catalana y me dijeron que no. ¡Cómo debían hacerlo, si no había! Porque todo lo que había de Verdaguer, de Carner, son cosas muy buenas, pero poesía dedicada a los niños, no había. Sólo se habían hecho algunos ejemplos para que fueran buenos, para que no se pegaran, para que fueran obedientes… todo escolar. Pero poesía por cultivar su gusto por la poesía, no había nada. Pensé que los niños tienen los mismos sentimientos que nosotros. No saben expresarles, pero deben saber encaminarlos, ya veces les encaminan hacia bandas que no interesan nada, porque se deslumbran con lo de los mayores. Muchos llegan a ser adultos sin captar la poesía. Yo les decía a mis amigos poetas: «haz poesía para niños, porque esa poesía que vosotros escriba es muy buena, pero ¿quién espera que se la lea, si los niños no están acostumbrados?». Esto no podía ser. Así que paré el trabajo y todas las demás cosas que tenía arrancadas, y durante nueve años escribí sólo para niños. Hice hasta once libros. Ahora digo lo suficiente, pliego, porque ya me quedo tranquila."
Joana Raspall
Tanka
Extraordinari
pot resultar un poema
descrivint l’alba.
Pero mai les paraules
seran prou lluminoses.
Joana Raspall
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