Danza Caníbal #4
1 2 3
¿En verdad qué tendremos
Debajo de esta piel?
4 5 6
Debajo de esas cosas
Hay cosas que no veis
7 8 9
¡qué ruido de cangrejos
Hay debajo de la nieve!
10 11 12
En medio de este estruendo
A veces se oyen voces
13 14 15
Metido en una jaula
Un lince no es un lince
16 17 18
Si no entras en la cueva
No verás dormido al oso
19 20 21
De aquí salimos vivos
O todos o ninguno
22 23 24
La culpa de mis huellas
No la tienen mis zapatos
25 26 27
¿Pero cómo? ¿Pero cuándo
Nos pusieron los grilletes?
28 29 30
Todo el mundo está soñando
Que regresa a la placenta
31 32 33
¡Pero qué es lo que escondemos
Debajo de esta piel?
Miguel Ángel García Argüez
Danza Caníbal #12
-I-
Vaca come pienso
Pienso huele a vaca
Vaca mira establo
Mira pienso mira valla
Hombre mira hierba
Vaca come y calla
Hombre mira establo
Mira piensa mira vaca
Tierra come hombre
Hombre come vaca
Vaca mira pienso
Vaca huele a vaca
Hombre mira tierra
Mira tiempo mira y calla
Tiempo mira a hombre
Hombre come vaca
vaca vive lento
Hombre no descansa
Vaca crece pronto
Hombre afila faca
Tiempo come pronto
Come hombre come vaca
Tiempo forma establos
Tiempo mueve el agua
Agua enciende hierba
Hierba fresca y clara
Hombre piensa en pienso
Vaca come y piensa en nada
Vaca mira el agua
Agua corre mansa
Vida pasa pronto
Hombre sabe y calla
Hombre come tiempo
Tiempo afila faca
Hombre entiende pronto
Vaca entiende nada
-II-
Tiempo pasa lento
Tiempo mata vaca
Hombre enciende fuego
Hombre arrastra vaca
Vaca cae al fuego
Fuego come vaca
Vaca queda en huesos
Y pellejos renegridos
Hombre coge huesos
Huesos van a piedra
Piedra muele huesos
Tiempo mira y calla
Piedra muele tiempo
Muele cuerpos muele vaca
Huesos forman pienso
Hombre mira y calla
Hombre coge el pienso
Hombre mira a vaca
Vaca come pienso
Vaca
Come
Vaca
Miguel Ángel García Argüez
Eva y yo
Blandiendo con urgencia y con destreza
una espada de dientes y granadas,
una espada que pide más espadas,
levanta el ángel quieto su cabeza.
“Se acabaron la leche y la cereza:
la leche y la cereza regaladas
por Dios en el Edén”. Con desgastadas
palabras habla el ángel; casi reza.
Una navaja blanca y una hiena,
un blanco Paraíso sin más dueño
que una espada de mármol y de arena.
Es Eva, siempre es Eva y el empeño
de quererse comer la luna llena,
la manzana y la víbora del sueño.
Miguel Ángel García Argüez
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