Issa Hassan Al-Yasiri

CATEDRAL DE BAGDAD 

1- 

Todo lo que quiero

es un camino que me lleve a Bagdad.

 2- 

Bagdad está lejos de mí por mil años.

3- 

Ya con nada sueño

y antes de cerrar mis ojos por última vez

quiero poner mi cabeza sobre el pecho de Bagdad y llorar.

4-

Tengo una canción que se parece al lamento de la madre

y el sollozo de la noria

en una noche de abundante niebla, tormentas y  desolación.

5-

Estoy lamentando “la catedral de Bagdad”

donde  creció bajo sus techos el árbol de mi familia

los jardines de mis amigos

 y los pájaros de mi niñez.

6-

Aquí está el viento

me esparce como palos secos en más de  un continente

y más de una ciudad que no sé cómo llegar a su corazón,

no tengo solamente el libro de consolación de mi gente

el libro que llevo  conmigo

es como llevar el herido su herida

y el ojo su conjuntivitis.

 7-

Ya con nada sueño

solamente que me recupere Bagdad.

8-

Estoy lejos de Bagdad

como está Granada lejos de Lorca.

9-

En cada entrada de las cuatro puertas de Bagdad

me detuve llorando

empezando de la puerta oriental

Y hasta la puerta de Talismán.

10-

Con mi voz frágil, débil y moribunda

la llamé:

mamá tengo hambre de tu leche

temblando y no hay cuerpo que me abrace

mis pañales están mojados

y no hay quien los seque y limpie.

 11-

Bagdad no oye mi voz

fue el aullido de los tanques

y el grito del último vendedor de la última tela que tapa sus oídos.

12-

Solo escucho su triste canción

esa que me da vueltas como un ciclón

y levanta dolor de mi herida

como la llamada nocturna de mi madre.

13-

Si la luna, el sol y las estrellas son porciones de la tarde

entonces serás mi parte.

14-

El aire que no se bautiza con perfume de tus jardines no es aire

el agua que no corre de los Zabain, El jabur, la cascada  de Elkili

y se vierte en una taza del Tigris

no puede mojar un labio

o cultivar un grano de trigo.

15-

Oh, historiadores

tened  cuidado de notar nombres de las  ciudades y olvidar de sus nombres

Oh, albañiles

no habitáis catedrales del mundo

dejáis la catedral de Bagdad como una estación de la despedida

y una sala de la larga espera.

16-

Por cada espiga de sus campos

y sobre cada tallo de los tallos de sus árboles

grabé un nombre de los nombres de mis amadas

y en cada curva

me conservé un paso

como el paso de una hoja agarrando las faldas del viento sur.

 17-

¡Cómo adoro a tus casas – iluminadas – y tus cortinas crepusculares!

mientras cruzo tus calles en media noche a la luz de la luna.

18-

No me acostumbro de ti

Y tú que posees todo

que pierdas sus profundos ojos como el océano

sus brazos verdes como un campo fértil

su cuerpo blando como almohada de plumas

y sólido como recipiente de mármol

y  abierto como un beso en busca de labios.

19-

Oh, campo inmenso de trigo,

 finca grande de estrellas

 ¿Cómo aceptaste entrar al invierno en tu alcoba,

 y que el otoño te desflorará?

20-

 Estoy buscando en todas las aceras del mundo

un bastón para mi cuerpo

y un camino que me lleve a Bagdad.

21-
 
Quiero olfatear la tierra

y besar el umbral de tus santuarios sagrados.

22-

Y quiero ver tu catedral

dueña de mil y una y lámparas

que vuelve  iluminada

para ver tu  pecho

lleno de  la cosecha  del trigo.

Issa Hassan Al-Yasiri




Los niños de mi patria

¡Oh! niños de mi patria
donde el sol no sale
y la primavera
no la da visitas.
 
Vosotros que vendéis vuestra niñez
por hogazas de pan
y por latas vacías y oxidadas
dejadme abrazaros entre mis manos y lloro.
 
Habéis olvidado
los nombres de vuestras escuelas,
los momentos de la inocencia,
y ante todo
habéis olvidado que
aún sois niños.
 
Vuestras alegrías
se han apagado
como playas en las barcas
las han abandonado,
y sobre sus arenas
no se han paseado
las blancas gaviotas.
 
¡Oh! buenos pajaritos
estoy arrodillado ante vosotros
como un santo delante de Dios.

Issa Hassan Al-Yasiri


















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