En esta vida no hay nada capaz de quitarnos la felicidad si tenemos la mentalidad correcta.
• Todo lo que percibimos es más bien una ilusión, incluso el tamaño del Sol.
• Puede crear pseudoepilepsias, migrañas y todo tipo de síntomas.
• Y también puede crear estados de felicidad profundos: eso es lo que vamos a aprender.
• Lo evaluamos todo mediante un mecanismo de comparación.
• Podemos aprender a comparar de forma que salgamos siempre ganando.
Una tarde, Kumar se perdió jugando por el pueblo y fue a parar a la humilde casa del labriego dueño del cuadrúpedo. Rápidamente, captó el olor de su admirado amigo, el elefante, y corrió a la parte trasera para saludarlo.
¡Vaya sorpresa se llevó! El elefante estaba allí, cabizbajo, atado a una pequeña estaca. Kumar pensó: «Pero ¿qué hace atado, con lo fuerte que es? ¿Por qué no arranca esa pequeña estaca tirando de su poderosa pata?».
Aquella noche, durante la cena, el niño no hablaba. Su abuelo, siempre atento al pequeño, le preguntó:
—¿Qué te pasa, Kumar? Hoy estás muy callado.
—Hay algo que no entiendo, abuelo. El elefante del labriego es gigantesco, y lo tienen cautivo, cogido de un pequeño palo clavado en el suelo. ¿Por qué no se rebela? ¿Por qué no arranca la estaca de un tirón? ¿Acaso le gusta estar atado?
—Hijo mío, yo conozco bien a ese elefante. Cuando lo compraron era pequeño, igual que tú. Y desde el primer día lo ataron a esa misma estaca. Durante semanas, el elefantito estuvo tirando de la cuerda para liberarse y corretear por el patio, pero no podía. La estaca era demasiado fuerte para él. Ahora ya es grande y vigoroso, pero sigue aferrado a la idea de que no puede liberarse.
—¡Qué dices! ¡Podría soltarse de un soplido! —exclamó Kumar.
—Es cierto. Aprende la lección, pequeño mío. No des por sentada tu visión de las cosas. No te creas todas tus limitaciones. La mayoría de ellas están sólo en nuestra cabeza.
• Se basa en necesitar muy poco, de forma que cualquier pérdida no sea nunca grave.
• Es fácil no terribilizar sabiendo que siempre hay oportunidades de hacer cosas valiosas y ser felices.
• Podemos aprender a no terribilizar revisando diariamente nuestro diálogo interno.
• Cuando no terribilizamos somos más felices y resolvemos mejor los problemas.
• Cuando se cierra una puerta se abren muchas ventanas.
• La fuerza de la ilusión es mucho más poderosa que la fuerza del miedo.
• Es fácil si te das cuenta de que cuando se cierra una puerta se abren muchas ventanas.
• Para desarrollarlo podemos visualizarnos como monjes sadhus o seguidores de san Francisco de Asís.
• Las necesidades inmateriales, como el respeto, también son peligrosas.
• Una gran estrategia es situarnos en la peor fantasía y darnos cuenta de que hasta así podríamos ser felices.
• Incluso ser un inútil sería una oportunidad de valorar lo único que importa: la capacidad de amar.
• Ni siquiera las enfermedades y la muerte son un obstáculo ante la felicidad.
• No lo es ni siquiera el fin del mundo.
Las gentes admiraban la pericia de ambos: el hombre que sostenía a la niña en lo alto de la pértiga, y la pequeña, que, allí arriba, hacía el pino y demás acrobacias.
Un buen día, el artista le dijo a la niña:
—Querida, para evitar un accidente mientras hacemos el número, tú tienes que estar muy atenta a mí y yo muy atento a ti.
Pero la pequeña replicó:
—No, maestro, así no funcionaría. Para evitar un accidente, TÚ debes estar atento a TI y YO atenta a MÍ. Así no habrá ningún accidente.
Este cuento inmemorial trata de explicar que la felicidad depende de cada uno. No de lo exterior. No de que mi jefe me trate bien, de que me toque la lotería, de que no me duela la espalda... Depende enteramente de nuestra mente.
• Tener objetivos pero sólo como diversión y estímulo.
• Centrarse en disfrutar del esfuerzo, no del resultado.
• Apreciar el presente y tener el mañana sólo como referencia.
• Enfermamos cuando adquirimos una mente de exigencias.
• La solución es hacerse con una mente de preferencias.
• Las hiperexigencias van a) hacia uno mismo, b) hacia los demás, o c) hacia el universo.
• Siempre existen en una gran abundancia en nuestra vida.
• Está bien «desear» pero no «necesitar».
• Podemos aprender a hacerlo todo por amor e ilusión.
• A veces la gente quiere traspasarnos sus obligaciones, y haremos bien en no aceptarlas.
• Podemos usar argumentos, ejemplos, visualizaciones, etc.
• Lo mejor es trabajar cada día, al menos durante una hora.
• Tenemos que trabajar en todas las neuras: grandes y pequeñas.
• También nos irá bien enseñar psicología cognitiva a los demás.
• Para lograrlo hemos de 1) no necesitar el empleo, 2) no necesitar ser eficiente, 3) no darle importancia a «la eficacia» y 4) hacernos profundamente humildes.
• No necesitar ser eficiente es un ejercicio mental, pero hay que hacerlo con mucha profundidad, hasta un nivel espiritual.
• La belleza, la inteligencia o la pericia manual sirven para obtener algunas cosas, pero no la felicidad.
• Mucha gente guapa es infeliz, y mucha gente fea es superfeliz.
• Todos los seres humanos somos profundamente ignorantes y no pasa nada.
• No somos máquinas y es imposible hacerlo todo bien.
• Podemos imaginar ser del Club de Gandhi, un gran grupo de personas que prefieren amar.
• La vida está repleta de oportunidades para amar (actividades, amigos, familia...).
• Encontrar a otras personas a las que amar es la cosa más fácil del mundo (si nos abrimos).
• Mientras puedas hacer cosas valiosas por ti y por los demás, tu vida podrá ser maravillosa SIEMPRE.
• Para combatir la neura del abandono hay que integrar las siguientes ideas:
2) La vida está llena de oportunidades de amar.
3) Encontrar a otras personas a las que amar es muy fácil.
4) Mientras puedas hacer cosas valiosas por ti y por los demás, tu vida será genial.
• Todos somos niños de cuatro años con hambre de amor.
• Los momentos de soledad son oportunidades para diseñar una nueva vida mejor.
• Podemos practicar a darle la razón a todo aquel que piense que lo necesita.
• Habrá que 1) darle la razón y 2) cambiar de tema.
• Querer tener razón es basar la autoestima en algo erróneo.
• Nadie sabe casi nada.
• No querer tener razón proporciona mucha paz.
• Renunciar a tener razón nos hace superiores.
• No querer tener razón nos diferencia del borrachuzo de bar.
• Querer comprender profundamente al otro nos hará muy flexibles.
• No querer tener razón es muy elegante.
• Es importante dejar acabar las frases.
• Hay que eliminar todos los argumentos a favor de comer mal e incrementar los argumentos a favor de comer bien.
• No queremos dietas momentáneas, sino cambios graduales y permanentes.
• Es bueno imaginar el azúcar y los procesados como un bicho que intenta engañarnos.
• Es bueno imaginar el azúcar como una masa pegajosa que nos estropea el cuerpo.
• Podemos visualizar un plato de hortalizas como lo más sabroso del mundo.
• Educar el paladar consiste en abstenerse durante un tiempo para que el cerebro vuelva a distinguir la comida saludable de la basura.
• Es absurdo comer para paliar un problema, es inútil.
• Es mejor reservar el placer para los momentos buenos.
• Es mejor hacer deporte todos los días.
• Nos convendrá visualizarnos gozando de una gran forma, y hay que ser ambiciosos.
• El placer de una vida deportiva es mucho mayor que comer basura.
• Es mejor no tener comida basura en casa: nada.
• Conviene llevar un plátano encima en caso de tener antojo de dulce.
• Para evaluar la realidad del hambre podemos preguntarnos: «¿Me comería una manzana?».
• Es razonable permitirse comer del cubo de la basura de vez en cuando.
b) Ser demasiado precavido.
• Tener un plan B es bueno, pero siempre que no distraiga. Lo mejor es dejarlo para después, una vez hayamos finalizado el proyecto principal.
• Esforzarse mucho en algo es un placer maravilloso. ¡Descubrámoslo!
• La fuerza del disfrute es enorme. Intentemos activarla todo el tiempo.
• No hay que decir que tal tarea nos supera. Todo se puede aprender.
• Saber hacer amigos en todas partes hace el triunfo más fácil. Pero tiene que ser auténtico.
• La competición sana, querer hacerlo mejor que los demás, es divertida y da grandes resultados.
• Hay que aprender a decidir.
• Hay que tomar decisiones, aunque no estemos seguros del resultado.
• Las decisiones hay que trabajarlas: hay que investigar y sopesar mucho.
• Es bueno agendarse sesiones de decisión diarias hasta llegar a una conclusión.
• Hay que cumplir siempre las dos normas del abuelo Rafael: 1) lo que empiezo lo acabo y 2) lo que dije que iba a hacer lo hago.
• Hay que acotar las decisiones: qué implican y durante cuánto tiempo.
• La honestidad es básica para poder colaborar con los demás.
• Dar antes de recibir proporciona maravillosos frutos.
• No tengamos miedo a fallar: forma parte del juego del éxito.
• No esperemos que las cosas salgan a la primera.
• Pero hay que saber hacerlo. Existe una tecnología para trabajar en equipo que la mayoría de la gente desconoce.
• La incultura de la colaboración provoca un malestar insoportable en la familia, la pareja y las organizaciones igualitarias.
• El principio filosófico básico es que el trabajo en equipo es superior al individual. Ambos tienen ventajas y desventajas, pero en equipo se llega mucho más lejos.
• Éstos son los pasos del trabajo en equipo: 1) reunirse, 2) debatir, 3) votar, 4) repartir las tareas y 5) redactar un acta.
• La disciplina de grupo significa que tenemos que aceptar sus decisiones, aunque no se crea en ellas, y remar en esa dirección.
• El trabajo en equipo requiere tolerancia a la frustración.
• La pareja se da cuenta de que presionar no funciona, porque ¡ya no tiene sentido! Al final, decidirá la moneda.
• Nadie siente que cede y que la situación es injusta.
Los temas nucleares son aquellos que definen el propósito de la organización: ¿qué objetivos tiene el grupo y cómo se van a conseguir?
Por ejemplo, en un grupo de viaje, antes que nada, se define qué viaje queremos hacer, cuánto va a durar y qué presupuesto tenemos. En esto ha de haber coincidencia plena. Es absurdo que emprendamos un viaje con alguien que desea ir al extranjero y gastarse mucho dinero cuando lo que desea el otro es quedarse en el país y gastar lo mínimo.
En una empresa, se define de antemano qué se va a vender, dónde y cómo. Es decir, la misión de la empresa y los valores básicos.
En una pareja, esos pilares básicos son los siguientes:
• ¿Vamos a tener hijos?
• ¿Seremos una pareja monógama?
• ¿Qué estilo de vida tendremos?
Ahora bien, una vez estamos de acuerdo en lo nuclear, todo lo demás debe ser consensuado sin ceder nunca, dejando que el debate y el azar decidan.
Cuestiones nucleares en pareja |
Cuestiones no nucleares en pareja |
• Tener hijos. • Estilo de vida general. • Monogamia / relación abierta. • Practicar una religión en familia. |
• Adónde ir de vacaciones. • A qué colegio llevar a los niños. • Comprar un coche u otro. • Dejar el trabajo para emprender. |
Pero, una vez definidos esos puntos nucleares, tenemos que estar preparados para calificar de «no nucleares» el resto de las decisiones. Si queremos trabajar en equipo, tendremos que ser capaces de renunciar a beneficios puntuales por un bien mucho mayor. Ya lo hemos visto: cooperando lograremos bienes mayores que de forma individual.
• La moneda evita los enfados y la presión psicológica, como veremos más adelante. Es crucial evitarlos, y la única forma de disciplinarse en NO PRESIONAR es la moneda.
• Poner siempre las ideas de cada uno sobre la mesa.
• Darle al otro la oportunidad de equivocarse (no imponer jamás).
• Debe aprender a ajustarse a los cinco pasos del trabajo en equipo y tener disciplina de grupo.
• Cuando empatan en las votaciones, hay que desempatar usando una moneda para decidir.
• Cualquier alternativa a la moneda es intentar imponer.
• Antes de tirar la moneda, podemos intentar convencer al otro o negociar tanto como deseemos.
• Pero en ese trabajo de debate es esencial no meter NUNCA presión psicológica.
• La presión psicológica es la verdadera fuente de malestar en las parejas: enfadarse, quejarse, llorar, gritar, usar palabras fuertes...
• Las decisiones tomadas con la moneda durarán un tiempo (que hay que definir) en el que podremos comprobar los resultados que han arrojado.
• La pareja debe tener unos pilares en los que debe haber consenso total: si tendrán hijos, su estilo de vida general...
• Mientras se esté con determinada pareja hay que ajustarse a este sistema de decisiones sin excepción.
• Usar la moneda es equivalente a decidir por turnos, pero mejor todavía porque se incentiva la argumentación y la negociación.
• Las micropresiones son gestos o frases que expresan: «DEBES hacer lo que yo digo o me enfadaré». Hay que evitarlas siempre porque, de lo contrario, se caerá en una espiral mutua que acabará en pelea.
• La negociación.
• La confianza.
• Las actividades también se rigen por las normas del trabajo en equipo, aunque uno aporte más medios: por ejemplo, cómo se limpia el coche o la cocina.
• El problema de las parejas no se halla en la falta de comunicación o confianza, como creen muchos, sino en no tener un sistema de trabajo en común. Y esto es lo que produce falta de comunicación o confianza.
• Las parejas se desenamoran principalmente porque no saben trabajar en equipo.
• Tenemos que aprender a hacer propuestas concretas y positivas.
• Hay que evitar explicar al entorno los conflictos de la pareja. Es mejor contarlos sólo a un experto en terapia de pareja, porque el entorno suele dar malos consejos y así acrecienta el conflicto.
• Cuando damos el cheque le comunicamos al otro que obedeceremos siempre, pero, a cambio, pediremos poder intentar convencerlo con amor tantas veces como deseemos.
El resultado es que el otro baja las defensas y se deja influir de verdad.
• La idea es escribir una carta cada semana con sugerencias con amor.
• En ese momento no podemos protestar ni enfadarnos: hay que aceptarlo.
• En la renuncia está la fortaleza: el que da el cheque se hace muy fuerte a nivel mental.
• El que da el cheque consigue transformar al otro de forma espectacular.
• Habrá que tener paciencia para ver los cambios en el otro, pero irán llegando y serán definitivos.
• En la renuncia completa a que las cosas sean de determinada forma está el trabajo más hermoso de esta técnica.
• A la hora de convencer al otro hay que ser alegre, feliz y muy persuasivo.
• Y también proporcionarle un método fácil para cambiar.
• La técnica del cheque en blanco también le enseña al otro a no exigir, ya que aprenderá por imitación.
• Podemos conjugar el método de la moneda con el cheque en blanco: proponerle al otro decidir con la moneda, pero sólo si quiere. En caso contrario, decidirá él o ella.
—¿Por qué grita la gente cuando está enfadada?
Los discípulos reflexionaron durante unos instantes y respondieron:
—Porque pierden la calma.
—Pero ¿por qué gritar cuando la otra persona está a tu lado? —inquirió el maestro—. ¿No es posible hablarle en voz baja?
Los discípulos se quedaron en blanco.
Finalmente el maestro les explicó:
—Cuando dos personas están enfadadas, sus corazones se alejan mucho. Para cubrir esa distancia deben gritar. Cuanto más enfadados estén, más fuerte tendrán que gritar para escucharse a través de esa gran distancia. ¿Y qué sucede cuando dos personas se enamoran? No se gritan. Todo lo contrario: se hablan con suavidad porque sus corazones están muy cerca. La distancia entre ellos es muy pequeña. Cuando se enamoran aún más, ¿qué ocurre? Que no hablan, sólo susurran. Al final, no necesitan ni siquiera eso: basta con que se miren. —Para finalizar, el maestro añadió—: Cuando discutáis no dejéis que vuestros corazones se alejen. No digáis palabras que os distancien más, porque llegará un día en que la distancia será tan grande que no encontraréis el camino de regreso.
• Entrada en un túnel que se recorre a gran velocidad hacia una luz. La persona está fascinada por lo que sucede.
• Llegada a un espacio de paz, felicidad y plenitud total. La experiencia es indescriptible, mucho más potente de lo que han vivido jamás en la Tierra. Mil veces mayor que el bienestar provocado por cualquier droga. Es incomparable. Han llegado a decir: «No es de este mundo».
• Asombroso reencuentro con familiares o amigos fallecidos, con los que se puede conversar. A veces, incluso uno se topa con parientes lejanos que no sabía que estaban muertos.
• Encuentro con personajes espirituales (con una poderosa luz interior). Sin duda, es lo que las religiones han denominado «ángeles», «dioses», etc.
• Revisión de la vida. Todos los hechos de la vida pasan por delante como en una pantalla y se autoevalúan según fueron actos positivos o negativos, meritorios o censurables.
• Sensación de que, si se traspasa una frontera, ya no se regresará. (A veces es una puerta, una línea, un lugar...).
• Voz que anuncia que debemos regresar: el día de nuestra muerte no ha llegado. En algunas ocasiones se trata de una elección personal, y otras veces es un mandato de los seres espirituales. La persona, generalmente, no desea regresar: siente que la plenitud y su hogar están en el más allá.
• Para activar la espiritualidad podemos acudir a los estudios científicos sobre las ECM.
• Una ECM es una experiencia espiritual que se produce en un período en el que una persona está clínicamente muerta.
• Cada vez hay más personas (millones) que las experimentan debido a las mejoras de las técnicas de resucitación.
• Las ECM son un fenómeno antiguo y presente en todas las culturas: hay relatos de ellas en la antigua Grecia y en el Medievo.
• Las ECM tienen una serie de componentes típicos: salida del cuerpo, entrada en túnel, encuentro con la luz, paz y armonía, encuentro con seres queridos fallecidos y revisión de la vida. Esa increíble coherencia es una evidencia a favor de su realidad.
• Por ahora, el análisis objetivo y sin prejuicios de las ECM arroja el veredicto de que NO se trata de alucinaciones.
• Los invidentes al nacer ven por primera vez en imágenes, lo cual es otra prueba de que no están alucinando, ya que ellos, en caso de alucinar, no emplearían nunca imágenes.
• Las ECM son el germen de las religiones. Es decir, la espiritualidad se basa en una experiencia universal, no en una fantasía para eliminar temores.
• Se ha verificado que lo que vio y oyó la persona «muerta» al salir del cuerpo durante una ECM realmente se produjo en la sala de operaciones o en el lugar del accidente, hecho incompatible con la teoría de la alucinación.
• El análisis objetivo y sin prejuicios de las ECM arroja, por ahora, el veredicto de que NO son alucinaciones.
• Ver testimonios en YouTube.
• Hacerlo el máximo tiempo posible, en forma de inmersión.
Hasta el momento, estos son los tres libros que considero más reveladores:
• Evidencias del más allá, de Jeffrey Long y Paul Perry.
• Consciencia más allá de la vida, de Pim van Lommel.
• Vida después de la vida, de Raymond A. Moody, Jr.
• Kenneth Ring.
• Michael Sabom.
• Bruce Greyson.
• Eben Alexander.
• Anita Moorjani.
• Lo invisible es lo normal en la naturaleza. El hecho de que no captemos la pervivencia de la consciencia es natural.
• Provocarse una pequeña ECM es leer muchos relatos de ECM hasta que nos convenzamos profundamente de la pervivencia de la consciencia. Es la forma más potente de superar un duelo o el temor a la propia muerte.
• El amor que tuvimos por nuestros seres queridos fallecidos no se ha perdido: podemos transmitirlo a los demás seres humanos.
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