Ann Cleeves

"Faltaban cinco minutos para la medianoche. Todos estaban en las calles de Lerwick alrededor de la plaza del mercado, y la zona estaba llena de vida. Todo el mundo iba algo pasado de copas, pero no hasta el punto de pelearse, solo en un estado agradable, y sentías que pertenecías, que eras parte de esa multitud risueña y bebedora. Sally pensó que su padre debería haber estado por allí. En ese caso, se habría dado cuenta de que no había nada de qué preocuparse. Incluso podría haberlo disfrutado. Era el día de Hogmanay en Shetland. No era como en Nueva York, ¿verdad? O Londres. ¿Qué iba a pasar? Conocía a la mayoría de la gente.
El latido sordo de un bajo le subía por los pies y le retumbaba en la cabeza, y no lograba ubicar de dónde venía la música, pero se movía con ella como todos los demás. Luego sonaron las campanadas de la medianoche y el «Auld Lang Syne», y se abrazó a la gente que tenía a su lado. De repente estaba besándose apasionadamente con un tipo y, en un momento de claridad, se dio cuenta de que era un profesor de matemáticas de Anderson High, y que estaba más borracho que ella."

Ann Cleeves
Cuervo negro

No hay comentarios: