"Autores como Truman Capote o Nelson Algren afirmaban que los libros de Kerouac no tenían ningún interés. «Es solo teclear, no escribir», decía Capote. El problema era que Capote, Algren y muchos otros seguían prisioneros de los esquemas narrativos tradicionales. Fueron incapaces de comprender todo lo que había de novedoso en la obra de Kerouac. Para Kerouac no se trataba de describir una escena como los novelistas del siglo XIX -y la mayor parte de los del siglo XX-. Kerouac no escribía con el sujeto delante de sus ojos, sino a la manera en cómo tocaba Charlie Parker: se lanzaba a improvisar sin saber dónde desembocaría. Si su obra sedujo es porque lanzó al lector la impresión de que vivir, leer y escribir eran una sola y misma cosa, la más excitante de todas."
Jean-François Duval
"El movimiento beat transcendió completamente el campo puramente literario. En cierto modo, los beats se anticiparon y propiciaron todo lo que acabó aconteciendo en los 50 y 60: el descubrimiento del blues y el jazz negro que dio lugar a la explosión del rock and roll, la psicodelia, la ruta de Katmandú, la actitud contestataria, los hippies, el mayo del 68, el descubrimiento de Oriente, el budismo, el respeto a la naturaleza, otras formas de viajar, de amar, de estar en el mundo."
Jean-François Duval
"¿Y quién está al volante de ese autobús llamado a formar parte de la leyenda norteamericana? Neal Cassady, el protagonista de En el camino bajo el nombre de Dean Moriarty. Ken Kesey, famoso por su primera novela, lanza el autobús a la carretera. Y Neal Cassady, convertido en leyenda viva por protagonizar la novela de culto de Kerouac, resurge por segunda vez para conducir aquel artilugio de costa a costa. Further está en buenas manos... Su epopeya, más aún que la de los Diggers de San Francisco (comprometidos en la acción social, al estilo de los bancos de alimentos), sacude las conciencias; y por si fuera poco, al llegar al estado de Nueva York, estos heraldos de la psicodelia van al encuentro de Jack Kerouac en Manhattan y más tarde de Timothy Leary en Millbrook Farm.
Muchos han señalado que la travesía de oeste a este del Further marca de una forma concreta y simbólica el nacimiento de la contracultura en los Estados Unidos. Ginsberg dirá que es «su gesto más colorido y más visible», y que forma el punto de transición entre la aventura beat y la aventura hippie. La trayectoria del autobús –que aparecerá más de una vez en este libro– es simplemente de las que hacen confluir dos épocas. Los Beatles lo recordarán en 1967, al publicar su disco Magical Mystery Tour, un claro homenaje a aquella aventura reconocible en la colorida portada y en canciones como «Strawberry Fields Forever», compuesta por John Lennon bajo los efectos del ácido. No hay más que volverla a escuchar para quedar convencido: del mismo modo que Kerouac y Burroughs habían intentado liberar la literatura de sus barreras, también la psicodelia pretendía (a través del consumo de sustancias alucinógenas) despojar radicalmente de todo condicionamiento nuestra percepción de la realidad."
Jean-François Duval
Kerouac y la generación beat
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