Maka R. M.

"Desde la Antigüedad, el beleño está asociado a la magia y la brujería. Es conocida también como flor de la muerte, adormidera de zorra o hierba loca. En la actualidad se utiliza, bajo estricta supervisión médica por su alta toxicidad porque puede provocar la muerte, como narcótico, para la bronquitis asmática, el delirium tremens y la epilepsia, entre otros. Se estudia su posible efecto beneficioso en enfermedades como el Parkinson. Respecto a sus aplicaciones mágicas, las hojas se usaban para preparar tés o decocciones y las bayas, en forma de cápsulas con numerosas semillas en su interior, se utilizaban en rituales en los que se aspiraba el vapor que producen al quemarse. Los antiguos egipcios y los griegos hacían uso de ella para permitir al hombre profetizar, para mitigar el dolor e inducir a un estado de completa inconciencia. Por supuesto, esta era elemento imprescindible en los ungüentos que las brujas y brujos de la Edad Media preparaban, como, por ejemplo, para el famoso vuelo con escoba. Ha sido utilizada para hechizos de protección y para la adivinación, y quemada sobre carboncillos ahuyentará la negatividad en el hogar (hacerlo con ventanas abiertas, su humo es muy tóxico), o contra el mal de ojo mezclada con otras sustancias."
 
Maka R. M.
Tomada del libro El colegio invisible de Lorenzo Fernández Bueno;Laura Falcó Lara;Jesús Ortega Rubio;Josep Guijarro Triadó, página 73

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