cabañuela I
de su padre
mi abuelo aprendió,
al comienzo de cada año,
a contar los días como ciclos
en docenas que varían.
aprendió de la seguridad que ofrece el cielo a
los colores que tendrá la tierra.
aprendió a tomar una pala en el momento
que indicaban las nubes de enero
para enterrar, en el tosco de su punta
la fuerza de su pie,
la semilla mandarina que
había de germinar.
aprendió a rezarle a la tierra
en el momento de sequía
para que, introducidos los
cachetes, estos se llenaran de agua.
aprendió a cerrar la ventana cuando
la brisa, que enero
un día adivinó, volara para re-
chinar los amarres de la leña
y de la caña.
aprendió a esperar paciente en el portal
a no marcharse de allí hasta ver
pasar todo lo que desde enero él previó.
de su padre mi abuelo aprendió
que las cabañuela duran dos semanas
y que suceden los doce
primeros días de enero.
que hay que tomar nota
para predecir la cosecha del año.
de su padre mi abuelo aprendió a
de ahí no moverse nunca.
a aferrarse al quicio y al taburete.
y si una tarde, la amenaza
de una muerte —ácida— atravesara la raíz
desupadremiabueloaprendió
que debió haber avisado que vendría
en las cabañuela, al comienzo del año
en los primeros doce días de enero
de lo contrario no sería acogida.
de su padre
mi abuelo aprendió,
al comienzo de cada año,
a contar los días como ciclos
en docenas que varían.
aprendió de la seguridad que ofrece el cielo a
los colores que tendrá la tierra.
aprendió a tomar una pala en el momento
que indicaban las nubes de enero
para enterrar, en el tosco de su punta
la fuerza de su pie,
la semilla mandarina que
había de germinar.
aprendió a rezarle a la tierra
en el momento de sequía
para que, introducidos los
cachetes, estos se llenaran de agua.
aprendió a cerrar la ventana cuando
la brisa, que enero
un día adivinó, volara para re-
chinar los amarres de la leña
y de la caña.
aprendió a esperar paciente en el portal
a no marcharse de allí hasta ver
pasar todo lo que desde enero él previó.
de su padre mi abuelo aprendió
que las cabañuela duran dos semanas
y que suceden los doce
primeros días de enero.
que hay que tomar nota
para predecir la cosecha del año.
de su padre mi abuelo aprendió a
de ahí no moverse nunca.
a aferrarse al quicio y al taburete.
y si una tarde, la amenaza
de una muerte —ácida— atravesara la raíz
desupadremiabueloaprendió
que debió haber avisado que vendría
en las cabañuela, al comienzo del año
en los primeros doce días de enero
de lo contrario no sería acogida.
Daniel Montoya
me advierto a la luz de mi luz
y el agua arrastra un blanco
blanco el cielo, blanco el río, blancos ojos y
yo soy uno con mi reflejo
soy el espacio intruso
soy lo que mi cuerpo tapa
mi cuerpo es negro y su reflejo no lo arrastra la corriente
soy todo aquello que en los días sin luna se posa sobre el mandarino.
Daniel Montoya
Nervetí
I.
yo eso no lo entiendo no.
todos los frutales se han quemado todos todos menos los palos de mango.
de nervetí nadie sale ni entra no.
pero eso yo no lo entiendo.
el año tiene dos estaciones:
hay sol
poco hay sol.
a veces hay años en los que solo sol.
hace un mayo solo sol.
todos los frutales se han quemado todos todos menos los palos de mango.
aseguran que bajo nervetí hay agua sí
que hay agua subterránea dicen todos en nervetí
que ningún nerviterro ha podido cavar lo suficiente para encontrarla dicen.
todos los frutales se han quemado todos todos menos los palos de mango
porque hace un mayo solo sol.
en nervetí hace un mayo que no hay nubes no
hace un mayo solo sol
las raíces de los palos son muy profundas dicen.
tienen muchos años dicen mangos antes que nerviterros.
en este pueblo sin agua, ellos se hidratan.
en nervetí hace un mayo solo mangos solo solo mangos.
y dentro de ellos el agua.
I.
yo eso no lo entiendo no.
todos los frutales se han quemado todos todos menos los palos de mango.
de nervetí nadie sale ni entra no.
pero eso yo no lo entiendo.
el año tiene dos estaciones:
hay sol
poco hay sol.
a veces hay años en los que solo sol.
hace un mayo solo sol.
todos los frutales se han quemado todos todos menos los palos de mango.
aseguran que bajo nervetí hay agua sí
que hay agua subterránea dicen todos en nervetí
que ningún nerviterro ha podido cavar lo suficiente para encontrarla dicen.
todos los frutales se han quemado todos todos menos los palos de mango
porque hace un mayo solo sol.
en nervetí hace un mayo que no hay nubes no
hace un mayo solo sol
las raíces de los palos son muy profundas dicen.
tienen muchos años dicen mangos antes que nerviterros.
en este pueblo sin agua, ellos se hidratan.
en nervetí hace un mayo solo mangos solo solo mangos.
y dentro de ellos el agua.
Daniel Montoya
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