José María Salazar Núñez

—Dame dos cervezas.

El Cantinero sirve, luego de que la espuma alcance el borde del vaso, el derramándose del vaso cae, en su blancura, lentamente, hacia la barra.

(PERFIL DEL CANTINERO: de niño / de muy niño / de muy niño fantasmal / no podía dormir / pero siempre bostezaba por las mañanas y por las noches y se levantaba / aunque no estuviera echado / los doctores no lo explicaron / eventualmente hizo de su departamento una cueva / no tenía gusto por lo anacrónico / era una costumbre arbitraria / venía del silencio?)

Siento una mirada.

—Imposibilidades.

—¿De qué hablas?

—Del ornitorrinco en tu garganta. Cosas más extrañas se han visto.

El Cantinero observa la luna, resplandeciente en el algodón. Entonaron una canción. Nadie la escuchó o fue en otro tiempo. La guitarra repitiendo el mismo acorde.

(RECUERDO DEL CANTINERO: una ardilla se le acerca y come su mano lentamente / va dejando marcas en sus dedos / son huecos / pero dentro no hay sangre / nada emerge de ahí)

—No caeremos en la metáfora de la luz. La caída no es tabú, tampoco.

Solo un quiebre solo. Y en el segundo, todos se habían ido.

—Una mancha en la madera.

Cosas menos extrañas se han dicho.

José María Salazar Núñez




El frío en los huesos de Joseph. La cortina ajena cerrándose, abriéndose, cuándo ocurre la oscuridad o cierta imposibilidad etaria. El frío en los huesos de Joseph. Desde su postración ve la luna, ver la luna una vez más, cortarla en racionales pedazos, extender la vida reducirla, al comienzo, al final. Todo distinto en la oscuridad. Trozos distintos. Escuálido, Joseph, en sus huesos el frío, en sus huesos el frío, no ve más allá. ¿Todos han visto el espejo que dejó su jefe? ¿Otra familia? ¿Otra vida? Por qué las preguntas, las preguntas por qué, bah. No. Lo gutural aún no entra. O ya entró en el mismo lugar. Joseph, en sus huesos el frío. Cala. Cala. Decimos las mismas cosas, Joseph, escucha al salir, sale, la avenida lo recibe. Una vez más. Las luces de los carteles, el movimiento de las hojas. Esquívalas. Levanta el rostro ante el extraño. La extraña. No saludes. Dónde se sostiene el saludo, la despedida. A eso suena, a despedida, piensa Joseph. El frío en sus huesos. Un relieve en la acera rota. Eleva un segundo. Tiempo es lugar. Otro. Y la pista plana en sus pies, no hay retorno, no regresaste, resta el retorno. El timbre del teléfono. Coge. Arde. Es una llamada del jefe. Harás lo que dice. Se lo daré, piensa. El frío, cuándo calará en tus huesos. En mis huesos. Cuándo. Las calles, no paisajes, regurgitan la misma pregunta. No es la misma. No es pregunta.

José María Salazar Núñez





La búsqueda resulta un concepto interesante. Si alguien (Personaje Principal) se instala en el infierno o en una torre, la imagen está completa. No es una fotografía. Creas, desde el mapa, nubes, cielo, tierra, lo gris…ahí termina la realidad, revoloteando en la piscina. No se dice que no hay trayecto, porque la memoria señala un porvenir seguro. Le corps est le corps, pero también es algo más: se ladra dentro de la referencialidad. Las máquinas vuelven siempre a lo mismo, es la reflexión del día. No quisieran romper la secuencia, si bien entienden que la rutina es eso. Encender un cigarrillo en el hospital y contar las estrías del silencio.

José María Salazar Núñez




Se descartó la nota vacía 

Se descartó la nota vacía
es el nombre de este poema
basado en un anuncio de mi aplicación de notas preferida
(tengo otras que vienen con el teléfono
pero yo me descargo esta
siempre
(no la menciono porque no han pagado anuncios
aquí
en este poema))

Se descartó la nota vacía
cuando borro una nota en la que no escribí nada
eso no genera impuestos
el gobierno no te quita nada
si es realmente nada
porque si es algo que parece nada
pero no es nada
viene la SUNAT
(Hacienda en España IRS en EEUU
este poema
es universal)
y se lleva
ese poquito
que no se vería
en un microscopio
ni aunque el estudio estuviera financiado
por un Start Up
o un Inversionista Ángel
(este poema ha ido al cielo
y regresado
no sabes lo que ha visto
este poema)

Se descartó la nota vacía
podría desembocar también
en una discusión sobre la muerte

Los muertos después de un tiempo son descartados, dice uno
pero es una idea demasiado simple
quien gane la discusión ganará un viaje
a Punta Sal (o Cancún o Ibiza)
la arena blanca blanquísima
no lo creerán
que este poema les dé esa imagen
de esa arena
por venir
esa arena
fantasmal

José María Salazar Núñez



Si te equivocas

Si te equivocas puedes corregirte en 2.5 años
tendrás la oportunidad
de redimirte
será en la noche
y una luz en tu oreja derecha se encenderá
intermitente
roja
hasta que lo corrijas
entonces se apagará
trabajo bien hecho dirás
y seguirás tu vida
sonríe
dicen los chamanes
desde lo alto del nevado
no hay otra cosa que arena
y unos murciélagos que joden
no te dejan dormir
se posan sobre tus párpados y te chupan la sangre
entonces despiertas
y te das cuenta de que tu vida
de que tu vida
empezó en ese momento
al final la naturaleza es solo un marco
una relación
como máximo
con lo que de verdad está ahí
la experiencia
en carne propia
según es entendida en los laboratorios más modernos del mundo
mañana atienden desde las 5 am
y responderán tus preguntas
sobre todo las que no has hecho

José María Salazar Núñez


















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