DIÁLOGO
—¿Qué haces?
—Quiero entregar mi cuerpo.
—¿A quién?
—A un punto de la noche.
—¿Y pedirás deseos?
—No.
—Ahora estás estupefacta, sin cara.
—Tengo frío de mí.
—¿Y qué es lo que queda?
—Quedo yo
incorpórea
elemental como el vértigo.
—¿Y qué harás después?
—Seré otra cosa.
Luciana Jazmín Coronado
FANTASÍA
Cuando extirpen mi árbol
saldrán insectos a borbotones,
quedará una capa de larvas blancas
como crías de ángel a la intemperie.
Luciana Jazmín Coronado
QUIÉN
¿Quién está desesperado?
¿Quién deja morir el paisaje
y arrima el sol
hacia la hora donde no se dice
ni se contempla
el temblor del sitio donde nacimos?
¿Quién pide deseos
sobre el hoyo olvidado
en las alcancías del mar?
¿Quién abraza el castigo
de partir sin volver,
de un viento que ya no estremece
ningún pétalo?
Luciana Jazmín Coronado
REZO
Invoca la pureza antigua.
Acepta que no puedes permanecer.
No te arranques
de tu yo, de tu último rezo.
Mira a tu planeta suelto en el oleaje, mira
la piedra del mundo envuelta en la desmemoria.
Junta a los santos, pídeles
que pronuncien los nombres sobre las cunas. 
Haz de tus ojos alguaciles de oro, observa
las palabras
hasta pulverizar la verdad. 
Para entrar en la fe
debes ser un retazo cosido en movimiento,
un lunar
en un desierto de carne fría.
Deja que los frutos crezcan a la misma hora.
Primero serán detalles, luego caerán todos juntos:
se abrirán, como limbos, sobre los azulejos.
Luciana Jazmín Coronado
SOY LA ALQUIMISTA
cuando me abandona
papá muere
luego revive
es una flor nocturna
se le alargan los pétalos
como billetes gruesos
y me abraza
dejándome la sombra
a papá lo mato y lo revivo
soy su alquimista
papá tiene que morir en el viento
ya hice varias mutaciones
de un resto logro una joya
papá debe morir ser piedra dejar de ser pantera
no a los ojos felinos no a la astucia
papá ya no es porque de tanto mentir
fue árbol le cosieron la boca
Luciana Jazmín Coronado
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