W. Dewi Rees

"Alrededor de la mitad de las personas entrevistadas tuvieron una alucinación con el cónyuge fallecido. La proporción entre hombres y mujeres que manifestaron haberla tenido era similar. Las alucinaciones se produjeron comúnmente en el intervalo de los diez primeros años de viudedad. El aislamiento social no afectaba a la incidencia de la alucinación, así como tampoco lo hacían la depresión o la enfermedad. No había variación cultural en los grupos, ni en el lugar de residencia, ya fuera en la misma ciudad, país, pueblo, en Inglaterra o Gales. La gente joven parecía menos propensa a alucinar, mientras que los viudos de más de cuarenta años mostraban una mayor tendencia. La incidencia de la alucinación aumentaba de acuerdo con la duración del matrimonio, y estaba particularmente asociada a enlaces y paternidades felices. [...] Estas alucinaciones eran consideradas normales, y hacían compañía."

W. Dewi Rees
Tomada del libro La prueba de Mado Martínez, página 210































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