"El hombre, ese microcosmos de los antiguos, cuyas células están compuestas de todos los elementos que brillan en el sol y las estrellas está, por su misma naturaleza, en afinidad con el universo estelar y es susceptible, como tal, de recibir todas las emociones cósmicas y responder a ellas."
M. L. Filipoff
Tomada del libro de Elizabeth Teissier No quemen a la bruja
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