"Al principio de la creación, el gran Visnú, deseoso de crear el mundo, se triplicó a sí mismo en: el Creador, el Conservador y el Destructor. Con el fin de crear este mundo, el Supremo Espíritu se reprodujo a partir del lado derecho de su cuerpo y creó a Brahma; más tarde, con el fin de conservar el mundo, hizo lo mismo con su lado izquierdo y de ahí salió Visnú; por último, con el fin de destruir el mundo, creó a la eterna Siva a partir de la parte central de su cuerpo. Unos adoran a Brahma, otros a Visnú, y otros a Siva; pero Visnú, una vez triplicado, crea, conserva y destruye: por lo tanto, sus fieles no hacen ninguna diferencia entre los tres."
W. J. Wilkins
Tomada del libro El espejo del paraíso de Graham Hancock, página 152
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