Carlos Busqued

 "Los clavos se aferran al tracto digestivo del animal y así podemos traerlo a la superficie sin que en el esfuerzo por escapar se despedace. Son muy voraces y tienen hábitos caníbales, más de una vez el calamar que sacamos al bote no es el que tragó el señuelo, sino uno más grande que se está comiendo al que mordió originalmente.
Cetarti estaba en el living, fumando porro y mirando Discovery Channel, un documental sobre la pesca nocturna de calamares Humboldt en el Golfo de México. El televisor estaba sin volumen porque el audio era en inglés y subtitulado en castellano. Parado sobre un bote, un tipo mostraba con una mano los señuelos usados para la pesca del Humboldt, una especie de cilindros luminosos de los que colgaban cincuenta clavitos orientados oblicuamente hacia arriba. Simulando los movimientos del calamar con la otra mano, el tipo explicaba el tema: el Humboldt se aproxima al señuelo desde abajo, abre los tentáculos y lo sujeta para tragarlo en uno o dos movimientos. Los clavos se fijan en el esófago y al pescador sólo le queda traerlo hacia el bote.
Lo que tampoco es fácil: estos predadores de hasta dos metros de largo tienen mucha fuerza y cuando llegan al bote están furiosos. Cada temporada del Humboldt hay accidentes donde mueren pescadores. Estos animales comen con ferocidad, siempre tienen hambre y son sumamente agresivos."
 
Carlos Busqued
Bajo este sol tremendo
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Costica Bradatan

"Sócrates no escribió ni una sola línea, pero su muerte fue una obra maestra y ha conservado vivo su nombre. Mientras vivió, Jan Palach –el estudiante checo que se incineró en enero de 1969 para protestar por la ocupación soviética de su país– fue un individuo sin importancia. Después de morir abrasado, sin embargo, pasó a ser poco menos que un semidiós, un ser lleno de tremenda vitalidad e influencia. Palach, desde la tumba, determinó la historia de Checoslovaquia. Cada vez que Gandhi empezaba uno de sus «ayunos hasta la muerte», todo se volvía insólitamente vivo en la India, más animado que nunca. Durante esos ayunos «cada cambio» que se producía en su salud «se anunciaba por la radio en todos los rincones del país». Toda la India vivía el ayuno de Gandhi.
La muerte, por lo visto, no significa siempre negación de la vida, a veces tiene la paradójica capacidad de aumentarla, de intensificarla hasta el punto, sí, de insuflar nueva vida a la vida. La presencia de la muerte puede inculcar en los vivos una revaloración de la existencia, de hecho, un conocimiento más profundo de la misma. Sería justo decir, pues, que la vida necesita la muerte. Si la muerte fuera proscrita, por así decirlo, la vida recibiría un golpe devastador.
Ante todo, la vida necesita la muerte por motivos de autorrealización. Sucede a menudo que solo nos damos cuenta de lo valioso que es algo cuando lo perdemos o estamos a punto de perderlo; la perspectiva de su inminente ausencia nos enseña a apreciar el valor y significado de su presencia. Así pues, la muerte, por su sola proximidad, puede infundir una intensidad renovada en el hecho de vivir. Los historiadores han señalado un curioso fenómeno y es que, por lo general, cuando se producen catástrofes naturales o sociales con un elevado índice de mortandad –por ejemplo, epidemias o guerras–, la población parece más inclinada a entregarse a excesos mundanos. Se buscan placeres físicos (beber, comer, relaciones sexuales) con una pasión redoblada. Más que dedicarse a conservar prudentemente los recursos, como es de esperar que el sentido común aconseje en periodos de crisis, la población se apresura a consumir lo que le queda. Estas personas parecen poseídas por la prisa: corren a atracarse de placeres de la vida en el preciso momento en que se acerca la muerte. Lo que aumenta su sed de vida es precisamente la presencia de la muerte. Esta actitud podría parecer irracional, pero hay algo fascinante en ella. En vísperas de la aniquilación, estas personas descubren el milagro de la vida y lo celebran."

Costica Bradatan
Morir por las ideas
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Ada Klein Fortuny

"Escapar de la abstracción del nombre único de la enfermedad y aterrizar en la multiplicidad de los cuerpos y de las experiencias para llegar a dar la voz y la palabra a los enfermos en vida que todos somos.
(…)
Sin ser consciente, lo hice porque todos sufrieron la misma enfermedad y todos eran distintos, pero también iguales en una cosa: ninguno de ellos dejó nunca de trabajar pese a la sacudida. Se centraron en lo que más les importaba. Ninguno de ellos perdió las ganas de vivir. Las obsesiones mueven el mundo. La determinación los salvó. No de la enfermedad, evidentemente."
 
Ada Klein Fortuny
 La plaga blanca

Juan Manuel Villalba

Deja tu mano en mi hombro igual que un ciego.
Acaba de cerrarse la puerta a nuestra espalda
y no volverá a abrirse, no hay retorno posible.
Deja tu mano en mi hombro y sígueme.
Salgamos al jardín de los pasos primerizos
y de las bofetadas en el centro del miedo.
Ya están sueltos los perros, empiezan a fundar
su infinito reguero de ladridos
que estallan contra el sol del horizonte:
campos de radiación semántica
y una tundra repleta de pájaros pequeños.
Está aquí lo que ves y lo que no has visto aún,
tanto asombro no cabe en el aliento
como no cabe el pez en el charco de agua sucia.
Una sublevación silente prospera y crece
y anuncia un nuevo orden y un descarrilamiento
mínimo y cruel, apenas perceptible,
que invertirá los mapas y atenderá a los pájaros
en la noche impostada del eclipse.
Ahora que tu mano está en mi hombro
y ya somos el mismo, descendamos
hasta la intensa cápsula emotiva
que late en el principio de tus significados:
la juventud perdida antes de tiempo
o la constante, eterna adolescencia
que apenas se mantiene con un hilo de fiebre.

Juan Manuel Villalba





El rencor

Nunca saldrás de este poema.
Ahora puedo observarte
como bestia nerviosa en una jaula.
No sabes dónde estás,
ni quién te ha encarcelado
en este límbico artefacto
construido con palabras.
Has despertado preso dentro de este poema
y yo he sido la mano acusadora,
el juez y el carcelero.
Así, tan miserable, deseo que lo sepas.
Tu oficio de crueldad y los abusos,
la candidez ahogada por tu envidia,
tu fábrica de lágrimas ajenas,
y ese fácil valor ante los débiles
han gravado con fuego tu destino
como un sello en el lomo de un ternero.
Nunca saldrás de aquí, es para siempre.
Quiero que la palabra Siempre
se encadene a tu cuello
como una arteria negra
hinchada de veneno.
Hoy te he puesto un bozal
y le he ordenado al sol que se nuble sobre ti.
Ha llegado mi turno, y mi turno es ya infinito.
Cercado entre palabras de titanio,
tú, mezquino, has sido el culpable
de mover las palancas atascadas
que estrenan mi rencor con tu vileza.
Yo te acuso de haberme corrompido
llevándome a un infierno de venganza.
Mi mente ha superado tu locura.
Así, cada mañana, tu silueta
recorrerá las calles que siempre has caminado,
vacía de ti, sin tenerte dentro,
y nadie podrá nunca percatarse
pues tu alma está en mi puño de palabras
lo mismo que una mísera lenteja.
Mi cárcel es perfecta y mi odio refinado.

Mas no existe el crimen perfecto,
ni el rencor impecable y sin fisura.
El odio cobra caro su dominio
y yo tendré una deuda de por vida:
al haber secuestrado hasta tu mismo nombre
sobre mí volará una sombra helada
que despliegue en el aire mil sospechas.

Juan Manuel Villalba




Indignación
(Fragmento)

Aquí, sentado y solo, confundido
como una gota dentro de la lluvia
y encerrado en la gran Casa de la Indignación,
he decidido entrar en las afueras
de mí mismo, escapar, salir huyendo hacia dentro
de todo lo que afuera quede.
Porque todos los árboles son huérfanos.
Es difícil cantar desde la dicha,
así nos educaron.
El dolor debe hundirte en la poesía, dijeron.
A veces estallamos como astros colapsados
o como insectos fríos, muertos
de tanta insoportable primavera.
Y tuve que rezarle durante mucho tiempo
al inaudito Dios que se esconde en las tabernas;
el Dios de las tremendas sacudidas
del desánimo, abriéndome paso como un hacha
muda, sin filo, dentro de un enorme y severo
bosque petrificado.

Nadie nos avisó.

Estábamos cayendo hacia el futuro.
Sin saberlo, cayendo hacia el futuro,
esa lengua que siempre nos sostiene en su punta.

Juan Manuel Villalba





Poemas

Ya puedes olvidar tu vida.
Asume que carece de interés literario
incluso para ti, aunque te duela.
Aparta las canciones ya cantadas,
no intentes descubrir lo descubierto
fingiendo ser el único, el que llegó primero.
Olvida ya el amor, no es nada nuevo.
Incéndialo en secreto, sin testigos,
que nada quede escrito, que nadie sepa nada.
Retira los espejos, olvídate a ti mismo
sin que eso te impida recordarte
todo lo que no eres, porque ese sí eres tú.
Fulmina los aplausos que tanto necesitas.
Si quieres ser palabra, no oigas, enmudece.
Deja la pirotecnia para la infantería.
Y ahora, con las manos vacías y con frío,
atrévete a sentarte y cuenta la verdad.

Juan Manuel Villalba








Bárbara Alí

Carta 10

No es desmalezando el bosque
como vamos a llegar a encontrarnos
es quizás caminando a tientas
lo vi en un sueño
yo iba con mi hocico inquieto
en mitad de la noche
tanteando las hojas secas
vos del otro lado
aguzabas el olfato
para alcanzar el perfume
de mi sangre caliente
ninguno de los abría los ojos para ver.
Caminar con los ojos cerrados
dicen que es la forma
en que los equilibristas
se sostienen en la cuerda floja.

Bárbara Alí




Carta 11

No construyas tu mundo en tu pecera
quise decirte
un pez solo en un rectángulo de vidrio
suele creer que eso es todo
se vuelve un rey violento.

Bárbara Alí




Carta 14

Quería contarte
que hoy volví a nadar
mis brazos fueron los remos
que empujaban el agua
empujar para ir
dejar atrás para avanzar
casi parecen preceptos
pero no lo digo yo
lo dice la física.

Bárbara Alí





Desde hace unos meses
quiero aprender braille
ensayo pasando
la yema de mis dedos
por cualquier cuerpo o cosa
donde creo
que puede haber una respuesta.
Cuando pasé el otro día
mis dedos por tus labios
decía
las palabras no alcanzan
hay que buscar
en otro lado.

Bárbara Alí




Recuerdo algunos detalles
previos a la despedida:

una bolsa inflada por el viento
flotando sobre el asfalto

las grietas cada vez más abiertas
en la tierra del jardín

sumas y restas escritas
en la pared de una habitación

una mano
con los nudillos
hinchados

la dificultad de abrirla
para hacer el gesto
convenido.

Bárbara Alí




Trata de recordar
el calor de las manos de su padre
aquella tarde en la plaza
el viento soplaba fuerte
y levantaba la arena
solo suena en su cabeza
el chirriar de las cadenas
de una hamaca
ese sonido agudo
del metal oxidado
busca en sus bolsillos
algo para apretar
como amuleto
recordar es siempre
un movimiento
en reversa.

Bárbara Alí










Maya Forstater

" Desde lo más temprano que recuerdo, he entendido que hay un sexo u otro."
 
 Maya Forstater
 
 
 
"La valentía escasea cuando se trata de defender públicamente a las mujeres, cuando, centímetro a centímetro, nuestros derechos por los que tanto luchamos se erosionan a medida que más hombres biológicos se identifican a sí mismos como mujeres."

Maya Forstater
 
 
 
"Lo que me sorprende tanto es que las personas inteligentes a las que admiro, que son absolutamente pro-ciencia en otras áreas, y defienden los derechos humanos y los derechos de las mujeres se están atando en nudos para evitar decir la verdad de que los hombres no pueden cambiar a las mujeres (porque eso podría herir los sentimientos de los hombres)."
 
 Maya Forstater
 
 
 
"Los hombres son personas con el tipo de cuerpo que, si todas las cosas están funcionando, son capaces de producir esperma. Las mujeres son hembras humanas adultas. Los hombres son machos humanos adultos. Sólo hay dos sexos en humanos.
Sin cambio de ropa o peinado, sin cirugía plástica, sin accidente ni enfermedad, ni curso de hormonas, ni fuerza de voluntad o condicionamiento social, ninguna declaración puede convertir a una mujer en un varón."
 
 Maya Forstater
 
 
 
"Solo soy una feminista, y una mujer que sabe lo que es una mujer y que no está dispuesta a callarse. Y como resultado de esto perdí mi trabajo. No hice bullying ni acosé a nadie. Solo quise hablar de la diferencia entre la idea de «identidad de género» y la realidad del sexo, y sobre lo que implica confudirlos para los derechos de las mujeres.

Los valores del Think Tank donde trabajaba, el Center for Global Development, dicen: «Estamos dispuestos a retar a las instituciones poderosas y el status quo para promover buenas prácticas basadas en la evidencia«. Esos también son mis valores. Me tomó un año de lectura conseguir el coraje de twittear sobre este tema. Un año leyendo y escuchando a muchas mujeres, discusiones en Twitter, documentos oficiales que simplemente no tenían sentido y no parecían escritos desde la seriedad y la reflexión. Después de un año de leer y formarme decidí twittear sobre ello. Y no fue tanto una cuestión de valentía, sino fruto del equilibrio entre el miedo y la cautela por un lado, y la rabia por otro, que cambió hasta el punto de que no podía no decir nada sobre el Gender Recognition Act.

Un par de meses después, recibí un email de recursos humanos que decía que mi organización «no requiere que su personal esconda sus opiniones públicamente, sin embargo sí pide que estas no contengan mensajes de exclusión. Hay algunos de tus tuits que son problemáticos, por ejemplo: ‘el sentimiento interior de un hombre de que es una mujer no se basa en la realidad material’.» Me pidieron que pusiera en mi bio de Twitter que mis opiniones eran sólo mías, y lo hice. Sin embargo, en los meses siguientes, las posibilidades de seguir con mi trabajo me fueron retiradas. Un colega me advirtió de que limitaría mi carrera si opinaba sobre este tema en público, y me preguntó si ésta realmente era una batalla que merecía la pena. Pues resulta que sí. 

Así que aquí estoy. Cuando perdí mi trabajo, las Abogadas Feministas vinieron al rescate. Fuimos al tribunal laboral a denunciar discriminación por creencias y sexismo indirecto. En el Reino Unido, bajo la Equality Act 2010, las creencias religiosas y filosóficas están protegidas de la discriminación. Tenemos un derecho fundamental a la libertad de creencia y a la libertad de expresión, pero este derecho no vale mucho si puedes perder tu trabajo por ejercerlo. Ejemplos de creencias filosóficas protegidas bajo la Equality Act son: el nacionalismo escocés, el veganismo y el espiritualismo. Esto no significa que la gente tenga que estar de acuerdo con estas creencias o respetarlas, solo que en el trabajo o como receptor de servicios nadie puede ser discriminado por tener una opinión determinada. 

Llevé 4 creencias mías al tribunal, para saber si están protegidas por la Equality Act:

    El sexo es una realidad material que no debe confundirse con el género o la identidad de género.
    Ser hembra o varón es un hecho biológico inmutable, no un sentimiento o una identidad.
    El sexo importa.
    Es importante poder hablar de sexo para poder emprender acciones contra la discriminación, la violencia y la opresión que aún afecta a las mujeres y las niñas por el hecho de nacer mujeres.

Este último punto se relaciona directamente con las demandas del movimiento de liberación de las mujeres, como la igualdad salarial, la contracepción y el derecho al aborto, guarderías, la abolición de la violencia machista, la abolición de la discriminación contra las lesbianas, etc. Todo esto está relacionado con la manera en que la sociedad trata a las personas con el tipo de cuerpos que ovulan, gestan y lactan, y la manera en que trata a las personas con el tipo de cuerpo que preña. Para hablar de estas cosas es muy útil tener palabras.

Nos están diciendo que no es amable y que es excluyente siquiera expresar la realidad material de que las mujeres son personas del sexo femenino, de que ser una mujer no es un sentimiento, que ser una mujer no es un disfraz, no es algo que puedas dejar de ser o en lo que te puedes convertir porque te identificas con ello. Nos niegan el lenguaje que nos permite hablar de las condiciones del sexo femenino, y eso significa que nos niegan el lenguaje que nos permite hablar de los derechos de las mujeres.

El juez dijo que mi creencia de que el sexo es inmutable es «absolutista y no merece respeto en una sociedad democrática.» Eso significa que no tengo protección contra la discriminación por expresar esta opinión en ninguna circunstancia.

Pensar que el sexo es inmutable no es incompatible con tratar a la gente con respeto, incluyendo a hombres y mujeres que no conforman estéticamente con los marcadaores de su sexo, o que pasan por procesos de modificación corporal, o que quieren expresarse a través de otra identidad. No creo que la gente tenga una identidad de género innata, pero podemos tratar a otra gente con consideración y sin discriminación sin necesidad de hacer ver que compartimos sus creencias.

Hace dos semanas presentamos un recurso a mi sentencia. Tiene muchos aspectos técnicos, pero sobre todo un punto fundamental: se trata de saber si es posible hablar de los derechos de las mujeres, incluyendo el derecho a la privacidad y a la dignidad, y el derecho a la libre asociación en espacios no mixtos, usando palabras cotidianas que todos podamos entender. Esto es lo que dijo el juez: «es posible aceptar que las mujeres trans son mujeres, pero que en algunas circunstancias se podría justificar la exclusión de algunas mujeres trans de espacios generalmente sólo accesibles a mujeres asignadas mujeres al nacer, por razón de trauma sufrido por mujeres que usan el espacio y han sido objeto de agresión sexual». Yo creo que injusto, inhumano, inaceptable y misógino a más no poder el ofrecerles a las mujeres privacidad y derecho de consentimiento sobre quién ve y toca sus cuerpos sólo si admiten antes abiertamente que YA han sido víctimas de abuso sexual.

¿Por qué no podemos usar lenguaje ordinario y confiar en saber interpretar lo que vemos? ¿Por qué no podemos llamar a la asistencia social o a un proveedor de servicios preguntando si un vestuario o un asilo hospitalario es sólo para mujeres, y que nos den una respuesta clara? ¿Por qué los hombres que quieren usar los espacios para las mujeres o competir con mujeres en los deportes para validar su identidad de género no pueden aceptar que no es apropiado? 

Yo lucho por esto porque puedo. Porque tengo vuestro apoyo. Pero también porque otras no pueden. Si yo no puedo hablar de esto con palabras ordinarias, entonces, ¿cómo podrán las niñas? ¿Y las personas con dificultades de aprendizaje? ¿Mujeres en prisiones, mujeres en refugios, mujeres para quienes el inglés no es su primera lengua, mujeres mayores…? Necesitamos palabras. 

Una sociedad libre se basa en proteger las creencias que no compartimos y debatir las ideas abiertamente. Una razón por la que se ha vuelto tan difícil y peligroso decir lo obvio es porque las organizaciones como la mía han abandonado sus valores de evidencia empírica e integridad cuando se enfrentan a acusaciones de «ofensa», y se retiran al silencio o usan eslóganes simplistas. Esto va de la capacidad fundamental de decir la verdad y poder seguir haciendo tu trabajo. De la integridad de las organizaciones.

Algo importante está pasando en Reino Unido. Somos suficientes, estamos organizadas, y estamos enfadas, y estamos plantando cara, de una manera en la que mujeres en otras partes del mundo aún no pueden hacer de manera efectiva. Hay señales positivas de cambio. Nos acogen en la UCL, no solo nos toleran. Publicitamos el acto hace semanas, y no horas, esto es nuevo. Incluso hay organizaciones feministas mainstream que no se están acobardando y están encarando este debate. 

La respuesta masiva al proceso de consultas del gobierno les ha hecho darse cuenta que la autoidentificación de género no es algo tan bueno como se supone. Podemos hablar y podemos ser escuchadas. Si somos muchas, estaremos protegidas: no nos pueden despedir a todas.

Ahora hay un proceso de consultas en Escocia. Es importante que opinemos. Lo que pase en Escocia afectará a lo que pase en Reino Unido, y lo que pase en Reino Unido afectará lo que pase en el resto del mundo. Nosotras, hoy, aquí, luchando por los derechos de las mujeres, nosotras podemos marcar la diferencia.
 
Maya Forstater
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Ramón Mercader

“Me llamo Jacques Mornard, nací en Bélgica, soy comerciante… Me llamo Jacques Mornard…”
 
 Ramón Mercader
 
 
"Todavía oigo sus gritos, veo su sangre. Sé que me está esperando del otro lado."

Ramón Mercader
Dicen que tales fueron las últimas palabras de Ramón Mercader, quien mató a León Trotsky en Coyoacán, 1940.
 
 
 
"Tuve que pasar dieciséis años de cárcel por su culpa."
 
Jaime Ramón Mercader del Río  que se hizo llamar Jacques Mornard y Frank Jackson

 

 

Ramón: –"Terminada la guerra quiero quedarme a vivir en España."-

Caridad:-"Tu no eliges. Ninguno de nosotros elige. Sólo hacemos lo que decide el partido"-.

Ramón: –"Me niego"-.
 

Caridad:–"Métete esto en la cabeza de una puta vez. No piensas, solo obedeces. No actúas por tu cuenta, sólo ejecutas. No decides, solo cumples. Tú serás mi mano en el cuello de ese hijo de puta, mi voz será la del camarada Stalin, y Stalin piensa por todos nosotros"-.

Ramón Mercader

África de las Heras

“Mi patria es la Unión Soviética. Así lo siento en mi cabeza y en mi corazón. Toda mi vida he estado vinculada a la Unión Soviética. Soy miembro del Partido Comunista y creo en los ideales de la revolución, siempre me han guiado.”

 África de las Heras 'Patria'

 

 

"Mi única pasión ha sido la Unión Soviética y el socialismo."

África de las Heras 'Patria'

Eduardo Martínez Alonso

"Fíjate en la valija de mano de la que no se separa Elisabeth (la amiga) ni un momento. Lleva una documentación altamente secreta."
 
Eduardo Martínez Alonso

Helena Mariño

el viaje

1.

Cumpliste años en la carretera.

En esta década recién estrenada la única vía hacia la elegancia dijiste era lo extravagante paramos a una hora extraña en un restaurante de roadkill cuisine.

Como única decoración cabezas de ciervo cristal dentro de las cuencas.

Con precisión de cirujano separaste la piel de la carne una vereda de láminas translúcidas en los márgenes del plato.

Quedó un moratón al descubierto

la herida fundacional sobre la que clavaste sin ceremonias el filo del cuchillo.

2.

Antes de la arruga el pliegue.

Manojo de asfalto y pintura un hilo horizontal que se desplegaba desde los ojos hasta las montañas.

Qué era el origen de qué.

Mientras bordeábamos iglesias de madera te decía en la tierra de la que vengo las carreteras cortan los pueblos.

Cuando aquel éxodo

voluntario hacia la orilla de canadá no te decía la tierra de la que vengo está justo al sur de todo lo que comprendo.

Durante los cinco días entre el a lo lejos

moteles de carretera bares de carretera cuerpos acuáticos acostados en el arcén tampoco te preguntaba por qué no soy capaz de desear estos no lugares.

En el centro de todo la frontera.

O también: es agotador

perseguir el margen como se persigue un animal.

3.

Conducir es practicar

deporte pensaba en ciertas monjas del barroco que para mantenerse activas tocaban campanas durante horas hasta que la gente dejó de acudir a la llamada.

Qué es un pueblo

sin anuncios qué sucede cuando el sonido deja de ser un mapa un pueblo sin fiestas es un pueblo perdido y cómo explicarte todo esto si no has leído ciertos textos

en su idioma original.

Hay muchas cosas intraducibles y no todas van a ser un poema de anne carson.
 
Helena Mariño
 
 
 
 
la academia

1.

A lo mejor es que funciona así:

en realidad no hablo para entender el mundo sino para generar contexto.

Y hacer de mi casa un puerto.

O a lo mejor es que intento recuperar el pasado como tiempo disponible.

 O quizá el problema

es que no existe algo así como una palabra en la naturaleza.

2.

O que siempre esperan que les diga aquí

sólo os voy a enseñar el marco.

3.

La academia me enseñó del espacio

como un lugar mental pero el mundo son diez cajas de cartón y la geometría del maletero. Escucha no se trata de fen shui

es aprender a tratar el hogar como a un texto.
 
Helena Mariño
 
 
 
 
la casa

El apartamento había crecido dentro de mí como un órgano.

Tuvimos una infestación de ratones para cada uno un nombre para cada uno una muerte nueva en una trampa limpísima.

Hacia mardi gras hubo tres días de tránsito

a otro tiempo y los mapaches empezaron a reproducirse.

Practicaban un amago.

No arreglaste la chimenea para no darle cobijo a otras bestias durante la cuarta nevada de abril tiramos todos los relojes al río devolvimos el cuerpo al agua.

Fue así cerrar la puerta como quebrarse una costilla.
 
 Helena Mariño