Pierre Adrian

 "En aquel momento, si me hubieran preguntado adónde quería ir, creo que habría contestado que a Turín. No se trataba de dejarlo todo, de desaparecer o de querer vivir en otro lugar, sino solo de cambiar de aires, de ver mundo. Necesitaba irme a algún sitio y ese sitio era Turín. Llevábamos semanas encerrados en nuestras ciudades, prisioneros del asfalto. Todos los amaneceres parecían los de un domingo. Estábamos solos.
En aquellos días sombríos, había cogido la costumbre de salir a pasear temprano. Bajaba por mi calle, cubierta de excrementos, a la sombra del castillo, oyendo chillar a las gaviotas. Se paseaban por los tejados de pizarra, se peleaban, saqueaban las papeleras como piratas hambrientos: rompían el plástico a picotazos, rasgaban las bolsas, apartaban los envoltorios y se apoderaban de las sobras de comida. Dejaban tras de sí un espectáculo de desolación, de mondas de naranja y limón, de plásticos, esparcían nuestra basura el espacio vital que les dejábamos.
Debajo de mi casa había una panadería y los pocos clientes que salían de ella caminaban pegados a la pared, sin mirarse, con la compra bajo el brazo, envueltos en un olor de bollería. Al final de la calle Sygogne, allá lejos, estaba el mar, que nos consolaba. Los ferris ya no salían rumbo a Inglaterra, no traían viajeros al puerto de Dieppe. El mar había dejado de llevar barcos, pero seguía lamiendo la playa de cantos rodados. Barría el polvo cobrizo que caía de los acantilados. Yo caminaba por el paseo marítimo, cuyos chiringuitos llevaban cerrados desde Todos los Santos, casetas de madera que ya no olían a fritos, cerradas a cal y canto como si se acercara una tormenta. La tormenta estaba en nuestra cabeza; en nuestros pisos-fortaleza, esperábamos a un enemigo invisible."
 
Pierre Adrian
Hôtel Roma

Rosa Berbel

CRECER ES

Andar más, con más miedo,
por calles más vacías,
no creer en otros mundos
posibles o imposibles,
hacer daño a los otros sin palabras,
comprar cosas usadas por el placer
extraño de su tacto,
vender cosas,
romper cosas que nunca hemos tenido,
arrojarlas al fuego como quien cambia
la hora
de todos los relojes de la casa
para poder perder un poco el tiempo.
 
 Rosa Berbel
 
 
 
MANUAL DE SUPERVIVENCIA PARA SALIR DEL NIDO

1. Hablar más de la cuenta. La calidad
sucede en la abundancia.
Cuídate del silencio de los otros.
2. Acumular tarjetas de visita
como valiosos restos arqueológicos.
Nunca sabes qué pueden revelarte.
3. No perdonar jamás a quien olvida
tus fechas importantes.
No acumules amores sin memoria.
(No olvidar este punto).
4. No simular congoja ni tristeza
cuando olvides las fechas importantes.
No acumules amores rencorosos.
5. Al menos una vez cada dos meses,
redescubrir objetos olvidados.
¿Sigue siendo posible, todavía,
la ilusión fantasmal de los descubrimientos?
6. No olvidar tus orígenes.
Escarba, si es preciso, la tierra de los parques
con manos de urbanita.
7. Mantener intachables los prejuicios.
Las cosas suelen ser, salvo excepciones,
igual que parecían.
8. Cuidar la superficie.
Líbrate de quien teme las fachadas.
El interior real de las cosas reales
provoca claustrofobia.
9. No tener nunca ganas de marcharse.
Decir adiós es triste y es mentira.
10. Dejar que entre la luz.
Deja que entre la luz
y te despierte.
 
 Rosa Berbel
 
 
 
PLANES DE FUTURO

Tenemos cuarenta años y un trabajo que odiamos
que nos hace pagar las facturas,
llegar a fin de mes,
tener eso que llaman dignidad
y que se siente igual que la tristeza.

Tenemos un trabajo y un piso en la playa,
pero ante el mar soñamos
un milagro:
nuestra ropa en la arena como entonces
y quedarnos así a la intemperie, uno
enfrente del otro,
con toda la extrañeza de los cuerpos desnudos,
con esta luz precaria,
con un amor que existe y no nos basta.

Tenemos cuarenta años y dos hijos que corren,
que gritan y que lloran
porque la arena está demasiado caliente,
porque nosotros discutimos,
porque no hay nada aquí que nos divierta.

Tenemos casa, hijos y demasiado miedo
a la muerte, a los contratos temporales,
como la gente normal, miedos
de gente feliz, miedos felices,
como este insomnio dulce de los días
antiguos o esta nostalgia común
y rutinaria.

Tenemos cuarenta años y un país que no nos nombra,
no cogemos aviones
porque hemos olvidado
cómo decir te quiero en otras lenguas,
la violencia del viaje,
cómo dormir tranquilos en hoteles lejanos
donde nadie nos llama por las noches.

Tenemos cuarenta años y una vida feliz
feliz sin contratiempos,
una vida segura,
equilibrada.

Pero después del amor, de la rutina,
la propiedad privada y el verano,
la realidad regresa
inconformista.
 
 Rosa Berbel
 
 


PRIMER AMOR

Era verano entonces y a nosotros
nos picaban las piernas del sudor
y la euforia.

Desde aquel día parece que los demás
tan tibios
se quieren siempre menos.
 
Rosa Berbel
 
 
 
 
 
QUEMAR EL BOSQUE

Nos observo en la calle un día nublado,
como niños muy viejos jugando sin permiso
junto a máquinas sucias de conservas.

Estamos en el centro de la imagen,
nuestros rostros pequeños en el centro de todo,
con una luz encima.

Todo está muerto aquí, y sin embargo,
la basura expandía los límites del mundo,
como una geografía improvisada.

Inventamos un juego,
que consistía primero en pedir algo,
en estricto silencio.
Un deseo, tal vez,
una idea primera de la suerte.

¿No era esto madurar: elegir cosas
y esconder la elección a los demás?

Girábamos después sobre nosotros,
distraídos y torpes,
con todas nuestras ganas, una vuelta
tras otra,
el máximo posible de minutos.
Ganaba el que aguantara
por más tiempo,
esquivando el mareo o el cansancio.

Tú y yo siempre perdíamos.
Hemos vuelto a perder en esta escena.

Pero el hallazgo era nuestra suerte:
descubrir que los trazos del cuerpo y sus excusas
condicionan el resto del paisaje.

Rosa Berbel
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Alba Flores

DÓNDE VIVES CUÁL ES TU NÚMERO DE TELÉFONO
 
dónde vives cuál es tu número de teléfono
cuál es tu comida favorita
lees o prefieres los videojuegos
qué te gustaría que te regalara para tu cumpleaños
dónde sueles pasar las vacaciones playa o montaña dulce o salado
qué te da alergia
qué flores te gustan
cuántas veces has besado cuántas bocas has besado
alguna vez has llorado viendo una película
qué te da miedo
elige sol o luna río o piscina pelo corto o pelo largo
te cuesta dormir por las noches
prefieres que sea verano
qué haces cuando no tienes nada que hacer
qué opinas
te maquillas tacones o zapatillas
ojos claros ojos oscuros
qué amigos tenías cuándo eras pequeña qué querías ser de mayor cuando eras pequeña
qué sueños tenías
qué sabes de las estrellas puedes encontrar el norte siguiendo las estrellas
te gustan los animales
alguna vez te has roto una costilla
quién fue tu primer amor dónde fue tu primer amor
cómo quieres que se llamen tus hijos
quieres hijos cuántos hijos
por qué te llaman de esa manera
qué hiciste cómo empezó todo cuántos años tenías
crees que alguna vez podré conocerte como si te conociera de toda la vida

Alba Flores



PERDÓN

perdón mamá
por no querer ser como quieres que sea
perdón papá
por no querer ser como quieres que sea
perdón amor
por no querer ser como quieres que sea
perdón yo
por no ser como quiero ser
perdón hermana
por la cicatriz que tienes en la pierna
 
Alba Flores
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

D. Verney

"La experiencia de la práctica astrológica permite, en la casi totalidad de los casos, observar unas relaciones entre el tema de nacimiento y el de la muerte de un mismo individuo, se trata siempre de relaciones específicas de la figura natal individual y que tan solo se comprenden en función de la estructura de ésta; en general, muy notable por su precisión, a menudo son muy inesperados en su naturaleza y eso no debe en modo algunas sombras los dos puntos la astrología no puede predecir... Este acontecimiento último que sobrepasando y anulando la individualidad corporal, escapa a todo intento de conceptualización.

D. Verney
Tomada del libro de Elizabeth Teissier No quemen a la bruja



































Raymond Abellio

"Europa se fija en el espacio, es decir, en la geografía."

Raymond Abellio




"La incorporación de la ciencia produce el conocimiento. Solo este último es transfigurador."

Raymond Abellio es el pseudónimo Georges Soulès
Tomada del libro de Elizabeth Teissier No quemen a la bruja



"La historia es un eterno retorno."

Raymond Abellio



"La metafísica es la ciencia de lo invisible."

Raymond Abellio



"Occidente es móvil."

Raymond Abellio



"Una estadística podrá siempre suministrar unas presunciones en favor de la astrología, jamás unas pruebas en contrapunto."

Raymond Abellio
Tomada del libro de Elizabeth Teissier No quemen a la bruja












































Abate Blanchard

"La astrología en el transcurso de sus innumerables investigaciones, y la teología en su papel de guardiana de la religión, se reúnen sobre un mismo punto: las operaciones de nuestra conciencia. Este terreno de encuentro debe llegar a ser la cantera de un trabajo solidario y fructífero... Si se me permite el atrevimiento de una mezcla de palabras (que ayer aún era calificada de monstruosa) "la astrología católica" puede igualmente ambicionar el ayudar a los seres humanos a un mejor conocimiento de sí mismos y de su ambiente. Gracias a las precisiones científicas de la astrología, estaremos todos mucho más en condiciones de poder neutralizar nuestras tendencias nocivas y de utilizar nuestras cualidades; concederemos un mejor juego a nuestra libertad tan a menudo cautiva, puesto que nuestra inteligencia tendrá menos confusamente la elección de los motivos y de las oportunidades de nuestras acciones; y así podremos conformarnos mejor con el viejo adagio: sapiens dominator astres coma el ideal que la astrología propone, que es precisamente el de adquirir cada vez más el dominio sobre estos astros como a los directores a los servidores de nuestro destino."

Abate Blanchard
Tomada del libro de Elizabeth Teissier No quemen a la bruja

Abate Blanchard

"La astrología en el transcurso de sus innumerables investigaciones, y la teología en su papel de guardiana de la religión, se reúnen sobre un mismo punto: las operaciones de nuestra conciencia. Este terreno de encuentro debe llegar a ser la cantera de un trabajo solidario y fructífero... Si se me permite el atrevimiento de una mezcla de palabras (que ayer aún era calificada de monstruosa) "la astrología católica" puede igualmente ambicionar el ayudar a los seres humanos a un mejor conocimiento de sí mismos y de su ambiente. Gracias a las precisiones científicas de la astrología, estaremos todos mucho más en condiciones de poder neutralizar nuestras tendencias nocivas y de utilizar nuestras cualidades; concederemos un mejor juego a nuestra libertad tan a menudo cautiva, puesto que nuestra inteligencia tendrá menos confusamente la elección de los motivos y de las oportunidades de nuestras acciones; y así podremos conformarnos mejor con el viejo adagio: sapiens dominator astres coma el ideal que la astrología propone, que es precisamente el de adquirir cada vez más el dominio sobre estos astros como a los directores a los servidores de nuestro destino."

Abate Blanchard
Tomada del libro de Elizabeth Teissier No quemen a la bruja

Ábate Moreux

"Ningún dogma católico, sabedlo de una vez por todas, prohíbe creer en la influencia de los astros sobre nuestro organismo a punto la prueba es que en la edad media todo el mundo -incluso Santo Tomás de Aquino- admitía el buen fundamento de la astrología."

Théophile Moreux o Ábate Moreux
Tomada del libro de Elizabeth Teissier No quemen a la bruja

Théophile Moreux

"Ningún dogma católico, sabedlo de una vez por todas, prohíbe creer en la influencia de los astros sobre nuestro organismo a punto la prueba es que en la edad media todo el mundo -incluso Santo Tomás de Aquino- admitía el buen fundamento de la astrología."

Théophile Moreux o Ábate Moreux
Tomada del libro de Elizabeth Teissier No quemen a la bruja

Pierre-Paul Riquet

"Yo soy como Santo Tomás... Primero sería preciso saber lo que se entiende por astrología. Si por ella se pretende leer en los astros todo lo que debe suceder, como si todo, aquí abajo, se encontrase enteramente determinado por la acción de los astros sin que la libertad del hombre pudiera cambiar nada en ello, entonces una tal pretensión contradice el concepto cristiano del libre albedrío humano. Pero podemos admitir, como lo han hecho ilustres doctores de la iglesia, entre ellos Santo Tomás de Aquino, que los astros ejercen una cierta influencia sobre el temperamento, la constitución de los hombres, y, por tanto, sobre su comportamiento punto de ahí una posibilidad de prever las tendencias que manifestarán con bastante probabilidad, pero no infaliblemente, porque el hombre, según creemos, puede dominar, orientar, modificar las tendencias que son en él la resultante de todas las influencias cósmicas o astrales que se ejercen sobre su organismo. Pero dicho esto, conviene ser reservado en cuanto al valor de los pronósticos que se pretende sacar de una ciencia tan conjetural de las influencias astrales sobre la conducta humana punto muy imprudente sería quien pillase en ella ciegamente.·
 
Pierre-Paul Riquet
 Tomada del libro de Elizabeth Teissier No quemen a la bruja