Jeannette M. Garcia

"A medida que las moléculas se agrandan, escapan muy rápidamente del ámbito de lo que se puede simular con los ordenadores."
 
Jeannette M. Garcia
Tomada del libro Supremacía cuántica: La revolución tecnológica que lo cambiará todo de Michio Kaku, página 112
 
 
 
 
 
 "Los ordenadores cuánticos se encuentran ahora en un punto en el que pueden empezar a simular las energías y las propiedades de moléculas pequeñas, como el hidruro de litio, lo cual ofrece la posibilidad de crear modelos que proporcionarán vías de descubrimiento más claras que las que tenemos ahora."

 Jeannette M. Garcia
Tomada del libro Supremacía cuántica: La revolución tecnológica que lo cambiará todo de Michio Kaku, página 112
 
 
 
 
 
"Predecir con total exactitud el comportamiento incluso de moléculas sencillas sobrepasa las capacidades de los ordenadores más potentes. Aquí es donde la computación cuántica ofrece la posibilidad de obtener avances significativos en los próximos años.
 
 Sencillamente, los ordenadores de arquitectura clásica no pueden manejar el nivel de complejidad de sustancias tan cotidianas como la cafeína."

 Jeannette M. Garcia
Tomada del libro Supremacía cuántica: La revolución tecnológica que lo cambiará todo de Michio Kaku, página 112
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 


James Watson

"Desde el momento en que leí ¿Qué es la vida?, de Schrödinger, me orienté hacia la búsqueda del secreto del genoma."

James Watson
Tomada del libro Supremacía cuántica: La revolución tecnológica que lo cambiará todo de Michio Kaku, página 104


Elizabeth Teissier No quemen a la bruja

La astrología aplicada vale lo que vale el astrólogo que la aplica, tanto en el aspecto profesional como en el humano. Pero esto no es privativo de la astrología, es igualmente una realidad en la Medicina; hay buenos y malos médicos y nadie pensaría por ello incriminar a la Medicina. En el caso de todas las ciencias que tratan con la psique humana, en las cuales la personalidad del experto desempeña un papel primordial (de psicoterapia, psicoanálisis, orientación profesional, grafología, etc.).
 
Elizabeth Teissier
No quemen a la bruja página 52
 
 


La acusación principal y que se reitera sin cesar como un leitmotiv muy irritante se apoya en la ecuación siguiente:
  
Astrología = adivinación= superstición
Tradición escolástica caduca y dogmática cosmogonía medieval e irracional
 
Astrología= abolición del espíritu crítico y negación de la razón
droga para las masas
retorno al oscurantismo
 
Elizabeth Teissier
No quemen a la bruja página 74
 
 
Es cierto que en opinión del astrólogo rigorista y científico, la astrología comercial presentada como un absoluto es una plaga lamentable que causa estragos en nuestro mundo.
 
Elizabeth Teissier
No quemen a la bruja página 74
 
 
Choisnard y Kraff fueron, en el cálculo de probabilidades, los padres de la astrología científica, y que esta última les dé su primer intento de legitimación científica.
 
Elizabeth Teissier
No quemen a la bruja página 105
 
 
Chijveski que se dedicó a unas investigaciones de enorme envergadura, puesto que estableció el nexo, en un fresco histórico grandioso y panorámico, entre las puntas de la actividad solar-ciclos de once años guión y las guerras, revoluciones, migraciones de masas, catástrofes, etc. Sacó la conclusión de que el 72% de todas las epidemias psíquicas corresponden a los ciclos máximos de actividad solar y el 28%, solamente a sus mínimos. Añade, con humor y sagacidad, que no está lejos el momento en que los jueces que juzguen a los criminales y consulten los datos astronómicos y meteorológicos del momento en el que el crimen haya sido cometido: "cuanto más próximo esté un crimen del momento en que las manchas solares alcancen su máximo de intensidad, tanto más se encuentra aminorada la responsabilidad del culpable".
 
Elizabeth Teissier
No quemen a la bruja página 134
 
 
Existe un nexo extraño, todavía inexplicado, pero real, entre los fenómenos terrestres meteorológicos como a fisiológicos, biológicos o psíquicos y la acción de los planetas.
 
Elizabeth Teissier
No quemen a la bruja página 135
 
 
Podemos considerar que la astrología se practica a varios niveles, y coma para simplificar coma en todo caso a tres.
 
1. En su inicio ciencia de observaciones sobre lo real, empírica pero transmitida por tradición oral e iniciática, parece ser totalmente mística, próxima a la astrolatría, imagen de una comunicación esotérica entre el hombre y el Universo, lenguaje simbólico de un diálogo mágico entre lo que está arriba y lo que está abajo a punto es la astrología hermética, cabalística, adivinatoria u onomántica, donde el dato participa del oráculo divino, recibido por vía iniciática.
 
2. Después, desde inicios del siglo XX, cada vez más se impone una astrología no mística, una horoscopía analítica, en una palabra, una astrología científica, fundamentada en una influencia planetaria, física, probablemente en la naturaleza de ondas muy sutiles proyectadas a través del Cosmos hacia la Tierra sobre todo lo que vive aquí abajo, y recíprocamente. Es con esta astrología con la que se emparenta con más facilidad la nueva ciencia de los ritmos biocósmicos. Esta astrología rechaza toda injerencia de orden metafísico o trascendental y se concibe depurada, racionalizada por una metodología racional. Parece gozar de un favor particular en nuestros días, quizá porque satisface nuestra necesidad de razón, de rigor y de explicación científica (o lo que más se aproxime a ello) muy occidentales.
 
3. Por último, pensamos como accesible tan solo algunos raros espíritus fuera de lo común que deben en este caso ser igualmente unas almas excepcionales como porque, dotadas con el Conocimiento (intelectual) que conduce a la Sabiduría (moral), se encuentra la síntesis de las dos precedentes, que la sobrepasa los dos puntos de astrología-sabiduría, la astrología-ética, la astrología-visión-del-un mundo o Weltanschauung, como diría Schopenhauer. Esta, que es consumación final, participa del mito de Fausto, del conocimiento perfecto, pero, siendo en cierto modo sobrehumana porque permite entre abrir por unos instantes el velo del futuro del hombre, participa, por la estructura global y absoluta, de una dimensión que sobrepasa al hombre, y que es, a la vez, mística y gnóstica. Pensamos que es hacia esta astrología a la que tiende todo astrólogo auténtico, impulsado como está por la intuición de un universo enteramente solidario.
Esta solidaridad, está interdependencia del hombre con relación al mundo, es, evidentemente, un elemento de misticismo, si se toma como acepción de esta palabra la definición que de ella da el Diccionario Robert:  "conjunto de creencias que tienen por objeto una unión íntima del hombre y del principio del ser (divinidad); disposiciones psíquicas de aquellos que buscan esta unión."
 
Elizabeth Teissier
No quemen a la bruja página 163
 
 
Por otro lado, la Luna negra parece ser muy expresiva en un tema punto este elemento es vital en un mapa del cielo, así, según su lugar en el tema, indicará el talón de Aquiles psíquico del individuo o su parte de sacrificio; por ejemplo, en la casa XII, la de las adversidades, del secreto y de la soledad, el problema en la vida de esta persona será el de asumir su temor a envejecer o su angustia de la soledad y, muy frecuentemente, tendrá que superar unas adversidades en el secreto de la clandestinidad, sin que el mundo o incluso su entorno tengan conocimiento de ello punto de todos modos, resulta extraño que una gran proporción de los criminales o de los individuos con distintos trágicos tengan su Luna negra colocada sobre el Ascendente, la cual nos parece ser la peor de las posiciones, ya que entonces el problema del sujeto, es él mismo, su propio Yo, que se revuelve contra él. Ese es posiblemente el dragón más difícil de vencer, a saber, el de su ego profundo, con el de su destino (luna negra sobre Medio-del-Cielo).
 
Elizabeth Teissier
No quemen a la bruja página 178
 
 
En la etapa actual de este libro, se da por supuesto que el lector está ya al corriente de los intentos hechos en un reciente pasado, en particular por Choisnard a principios de siglo y después por Couderc, para investigar las correlaciones entre las configuraciones planetarias y la muerte. Gauquelin no se limitó al paso de Marte sobre el sol y extendió sus investigaciones al examen del paso de todos los planetas maléficos sobre el sol en los casos de muerte y concluyó, como Couderc, en la negativa. Esta estadística discutible, no demuestra, desde luego, la ausencia, para un determinado individuo, de toda relación entre el tema de nacimiento y el tema de muerte. Pero entramos aquí en el terreno de la astrología en que la casuística es total. Reiteramos, una vez más, que cada tema es un todo global e indivisible y que lo que es maléficamente significativo para un individuo puede ser del todo neutro, para otro.
 
Elizabeth Teissier
No quemen a la bruja página 181
 
 
Las investigaciones de H. J. Gouchon sobre  61 víctimas (40 muertas en la carretera y 21 en avión) demuestran que los temas correspondientes contenían un número anormal de malos aspectos entre los tres planetas más maléficos: Marte, Urano y Saturno. A posteriori, esto es interesante, pero es más interesante todavía, para el tema que nos ocupa, saber cuales eran los tránsitos o pasos planetarios en el momento de la muerte con relación a los temas natales. Efectivamente, eran expresivos, tal como hemos visto en el párrafo de los experimentos propuestos a los sabios. Ya que el número de tránsitos disonantes es proporcional a la naturaleza más o menos maléfica del planeta considerado. Ejemplo: el día de esas muertes es Saturno el que predomina, por el número de malos aspectos que forma con los planetas del tema; siguen Plutón, Marte, Mercurio, Urano, etc., hasta el sol punto en cambio, Venus verifica su carácter tradicionalmente benéfico como siendo el único planeta para el cual los aspectos en el día del fallecimiento son inferiores al promedio.
Sin embargo, ¿se podía prever, para cada una de esas 61 víctimas, la muerte violenta y el momento en que tuvo lugar? Contestaremos lo que creemos con sinceridad: que para quien hubiese sabido leer perfectamente el jeroglífico del destino de cada uno, presentado en forma de su tema, para el astrólogo perfecto e ideal, con pedio de un saber y de una mecánica sin defecto y prácticamente sobrehumana, entraba a, con toda seguridad, en el terreno de lo posible. Como mínimo hubiera sido posible leer en el tema, si no la muerte misma (porque un tema presenta la imagen indefinida de una estructura a partir de un punto dado, el nacimiento, y no tiene, pues, un final), por lo menos un peligro mortal. Por consiguiente, no es la astrología la que comete el error, sino -como en todas las ciencias humanas- aquel que la encarna, es decir, el astrólogo.
 
Elizabeth Teissier
No quemen a la bruja página 182
 
 
Cuando Bailly, gran enemigo de la astrología, afirmaba que esta, enfermedad incurable de la Humanidad, se debilitaba por los progresos de las luces y desaparecía cuando las luces eran universales, no preveía su renacimiento, insolente y paradójico, en esta segunda mitad del siglo XX. En efecto, en estos tiempos en que los progresos técnicos y científicos han llevado al hombre hasta la luna, progreso que le dan la esperanza y la casi certeza de llevar mucho más lejos su exploración sideral, en estos tiempos en que se llegan los confines de la desintegración de la materia y en que la medicina de los hombres rechaza siempre más lejos los límites de lo desconocido, ¿Puede hablarse de ausencia de luces? Ciertamente no.
 
Elizabeth Teissier
No quemen a la bruja página 187
 
 
La más antigua clasificación y carácter o lógica que conocemos es la de Hipócrates (médico griego del siglo V a. de JC), basada en los cuatro elementos: tierra, aire, agua y fuego a los cuales corresponden, respectivamente, los tipos nervioso, sanguíneo, linfático y bilioso.
 
A la tierra y al temperamento nervioso corresponden el tipo Saturnino, representado por el Capricornio, y el tipo mercuriano, encarnado por Vigo, que se relacionan con los principios de base de lo seco y del frío.
 
Al elemento fuego -temperamento bilioso- corresponden el tipo uraniano acuario, el tipo solar Leo y el tipo marciano escorpión y Aries, caracterizados por las entidades fundamentales de lo seco y de lo cálido.
 
El elemento aire, por su parte, está ilustrado por el tipo sanguíneo, al cual corresponde el tipo astral del jupiterino o del venusino, representados zodiacalmente por Sagitario y libra.
 
En cuanto al elemento agua, que caracteriza, según Hipócrates, al tipo linfático, volvemos a hallarlo en el neptuniano-piscis- o en el seleniano-cáncer-.
 
Elizabeth Teissier
No quemen a la bruja página 197
 
 
 
 
 
 
 
Elizabeth Teissier
No quemen a la bruja página 52
 
 
 
 
 
Elizabeth Teissier
No quemen a la bruja página 52
 
 
 
 
Elizabeth Teissier
No quemen a la bruja página 52
 
 
 
 
Elizabeth Teissier
No quemen a la bruja página 52
 
 
 
 
Elizabeth Teissier
No quemen a la bruja página 52
 
 
 
 
Elizabeth Teissier
No quemen a la bruja página 52
 
 
 
 
Elizabeth Teissier
No quemen a la bruja página 52
 
 
 
 
 
Elizabeth Teissier
No quemen a la bruja página 52
 
 
 
 
 
 
 
 
 
Elizabeth Teissier
No quemen a la bruja página 52
 
 
 
 
 
 

M. P. Fouchet

"Pienso que, en la medida en que se puede restablecer en el hombre el sentimiento cósmico en un mundo que hoy se empobrece y pierde precisamente ese sentimiento, se habrá realizado una tarea extremadamente útil..."
 
M. P. Fouchet
Tomada del libro de Elizabeth Teissier No quemen a la bruja
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

J. Porte

"Absurdos o no, los hechos son los hechos, e incluso si la Ciencia de una época no sabe integrarlos, todo espíritu científico debe reconocer su existencia en espera de poderlos explicar."
 
J. Porte 
 Tomada del libro de Elizabeth Teissier No quemen a la bruja


Georges Mathieu

"Hace tres siglos exactamente, al fundar, en 1666, la academia de las Ciencias, Colbert, abyecta encarnación de la economía burguesa, lanza el descrédito oficial más grande de la historia sobre la astrología al prohibir expresamente a los astrólogos que se interesen en ella. Todavía hoy, la astrología se repone mal de aquella acción."
 
Georges Mathieu
Tomada del libro de Elizabeth Teissier No quemen a la bruja

Georges Mathieu

"Hace tres siglos exactamente, al fundar, en 1666, la academia de las Ciencias, Colbert, abyecta encarnación de la economía burguesa, lanza el descrédito oficial más grande de la historia sobre la astrología al prohibir expresamente a los astrólogos que se interesen en ella. Todavía hoy, la astrología se repone mal de aquella acción."
 
Georges Mathieu
Tomada del libro de Elizabeth Teissier No quemen a la bruja
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Carl G. Jung

"Como soy psicólogo, me interesa principalmente la particular luz que arroja el horóscopo sobre ciertas complicaciones del carácter. En casos de diagnóstico psicológico difícil, habitualmente me procuro un horóscopo para contar con otro punto de vista desde un ángulo enteramente diferente. Debo decir que muy a menudo descubrí que los datos astrológicos aclaran ciertos puntos que de otro modo, yo no habría podido entender."

Carl Gustav Jung
En una carta al profesor B. V. Raman de 1947
Del libro de Andrés Zuzunaga, Cosmograma, página3 13


La astrología consiste de configuraciones simbólicas, igual que el inconsciente colectivo con lo que la psicología está ocupándose. Los planetas son los dioses, son los símbolos de los poderes del inconsciente.

C. G. Jung 


La ciencia debe servir y yerra cuando usurpa un trono. Debe, incluso, servir a todas las demás ciencias, pues cada una tiene necesidad, precisamente a causa de su insuficiencia, del apoyo de las otras.

C. G. Jung 


Sea lo que fuere que tengamos dentro de nosotros mismos, sin vivirlo, crece contra nosotros... Quienquiera que pase por alto a sus instintos, sufrirá una emboscada por parte de ellos.

Carl G. Jung



No hay una técnica o una doctrina terapéutica que sea de aplicación general puesto que cada caso que recibimos para tratarlo es un individuo en un estado especifico.

C. G. Jung


Si gente cuya instrucción deja que desear han creído poder, hasta estos últimos tiempos, burlarse de la astrología, considerándola cono una pseudociencia liquidada desde hace largo tiempo, esta misma astrología, remontando desde las profundidades del alma popular, se presenta de nuevo hay día a las puertas de nuestras Universidades que abandonó desde hace tres siglos.

C. G. Jung


Johannes Kepler dice en su Tertius Intervenuiens (1610): Este (a saber, un principio geométrico sobre el cual se funda el mundo físico), es también según la doctrina de Aristóteles, el vínculo más fuerte que une al mundo inferior con los cielos y con eso lo unifica, de modo que todas sus formas están gobernadas desde lo alto. Pues en este mundo inferior, es decir, el globo terráqueo, hay una inherente naturaleza espiritual, capaz de Geometría, que ex instinctu creatoris sine retiocinatione, mediante la combinación geométrica y armoniosa de los rayos de luz celestiales, llega a la vida y se estimula a sí misma a usar sus fuerzas. No sé si todas las hierbas y animales poseen en sí mismos esa facultad, al igual que el globo terráqueo. No sería cosa increíble... en todas partes está el instinctus divinnus rationis particeps y de ninguna manera la propia inteligencia del hombre. También el hombre, por su alma y las fuerzas inferiores de la misma, tiene con los cielos una afinidad similar a la que tiene el suelo de la tierra, y esto es causa que de muchas maneras puede probarse"./Sobre el “carácter” astrológico, es decir, la sincronicidad astrológica, dice Kepler: “Este carácter es recibido, no en el cuerpo, demasiado inapropiado para ello, sino en la propia naturaleza del alma, la que se comporta como un punto, razón por la cual se la puede también transformar en el punto del confluxus radiorum. Esta (naturaleza del alma), no sólo participa de su razón, por cuya causa los hombres somos llamados racionales a diferencia de otras criaturas vivientes, sino que también otra razón innata (que la capacita) para captar de inmediato, sin largo aprendizaje, la geometría, tanto en los radiis como en los vocibus, esto es, en la música. En tercer lugar, asimismo es maravilloso el que la naturaleza que recibe ese carácter induzca también cierta correspondencia in constellationibus colestibus, entre sus familiares. Cuando la madre se halla encinta y próxima al tiempo natural (de dar a luz), la naturaleza busca para el nacimiento un día y una hora que, en lo que al cielo se refiere (non qualitative, sed astronomice coelestem), corresponde a la natividad del padre o hermano de la madre... En cuanto lugar, también conoce cada naturaleza no sólo su characterem coelestem, sino también las configuraciones y trayectorias celestes de cada día, que cuantas veces un planeta llega de praesenti a su characteris ascendentem o loca praecipua en particular los natalitia, ella responde y se ve por ello afectada y estimulada de diversas maneras".

C. G. Jung
(tomado de) “La Interpretación de la Naturaleza y la Psique”, págs. 96-97-98



La interpretación de los símbolos exige inteligencia. No se la puede convertir en un sistema mecánico, llenando con este un cerebro sin imaginación. Exige que el intérprete se conozca cada vez más... Uno puede seguir todas las reglas correctas y atascarse en la pavada más espantosa al pasar simplemente por alto una minucia aparentemente sin importancia que una persona más inteligente no hubiera dejado de ver. Hasta un hombre sumamente inteligente puede extraviarse malamente por carecer de intuición o presentimiento.

C. G. Jung
El Hombre y sus Símbolos


En tanto que la personalidad (...) es inconsciente, ésta no puede ser distinguida de todo lo que sus proyecciones contienen, es decir, que es idéntica a una parte considerable de su entorno, lo que corresponde a la participación mística. Esta situación es de la mayor importancia práctica, dado que permite explicar los símbolos particulares a través de los cuales este estado se traduce en los sueños. Quiero hablar de los símbolos del mundo circundante y de los símbolos cósmicos. Estos hechos constituyen el fundamento psicológico de la representación del hombre como microcosmos, el cual se encuentra ligado, como se sabe, al macrocosmos a través de los componentes del carácter formulados en términos astrológicos.

C. G. Jung
Las Raíces de la Conciencia




En la concepción astrológica es precisamente el aspecto psicológico el que se expresa en el horóscopo... Parece que en general los hechos externos son hasta cierto punto susceptibles de ser captados astrológicamente, sólo en virtud de su representación psicológica.

C. G. Jung
pág. 55 La Interpretación de la Naturaleza y la Psique




La astrología representa la suma de todas las nociones psicológicas de la antigüedad. La posibilidad, de hecho existente, de reconstruir un carácter de modo suficiente a partir de una natividad, prueba la relativa validez de la astrología, pues la natividad no reposa, empero, de ninguna manera sobre las posiciones estelares astronómicas reales, sino sobre un sistema temporal arbitrario puramente conceptual, ya que, debido a la precesión de los equinoccios, hace mucho que el punto vernal se ha desplazado del 0º de Aries. En consecuencia, en tanto haya diagnósticos astrológicos afectivamente correctos, no descansan sobre las acciones de los astros, sino sobre nuestras hipotéticas cualidades del cielo; es decir, en otras palabras, que lo que ha nacido o sido creado en este momento del tiempo, tiene la cualidad de este momento.

C. G. Jung
pág. 16 El Secreto de la Flor de Oro


La mitología astral no es más que la proyección en el cielo de la psicología inconsciente.

Carl G. Jung


El sentido esencial del horóscopo consiste en que, en la forma de las posiciones planetarias y sus relaciones (aspectos) y de las divisiones del Zodíaco según los puntos cardinales, se proyecta una imagen de la constitución ante todo psíquica y en segundo lugar física. El horóscopo representa, pues, en primer lugar un sistema de las disposiciones originarias y fundamentales del carácter, y puede valer por lo tanto como un equivalente de la psique individual.

Carl G. Jung
pág 147 Aion


La astrología tiene asegurado el reconocimiento por parte de la Psicología, sin ulteriores restricciones, porque la astrología representa la suma de todo el conocimiento psicológico de la antigüedad.

Carl G. Jung

“Como soy psicólogo, me interesa mucho esa luz particular que el horóscopo arroja sobre ciertas complicaciones del carácter. En los casos en que se me presenta un diagnóstico psicológico difícil, generalmente obtengo un horóscopo para contar con otro punto de vista desde un ángulo completamente diferente. Debo decir que frecuentemente los datos astrológicos elucidan ciertos puntos que de otro modo habría sido incapaz de entender.”

Carl G. Jung
Tomado del libro de Stephen Arroyo Astrología de las relaciones íntimas, pág. 53


“Uno puede esperar con considerable seguridad que una situación psicológica bien definida venga acompañada por una configuración astrológica análoga. La astrología está compuesta por configuraciones que simbolizan el inconsciente colectivo, que es el tema de la psicología: los “planetas” son los dioses, símbolos de los poderes del inconsciente.”

Carl G. Jung
Tomado del libro de Stephen Arroyo Astrología de las relaciones íntimas, pág. 53-54



El fino catador de vinos podrá precisar el vino y el año de tal o cual muestra. Sabe que el vino de tal año y de tal viñedo... Ha adquirido un sabor que le distingue de los vinos que esas mismas cepas dieron los años anteriores. Ocurre lo mismo con los hombres: hemos nacido en un momento dado, en un lugar dado y tenemos, como las cosechas célebres, las cualidades del año y de la estación que nos vieron nacer punto de astrología no pretende más que esto.

Carl G. Jung


"Si las gentes cuya instrucción deja bastante que desear han creído poder, hasta los últimos tiempos, burlarse de la astrología, considerandola como una pseudociencia liquidada desde hace tiempo, esta astrología, ascendiendo desde las profundidades del alma popular, se presenta de nuevo hoy a las puertas de nuestras universidades que abandonó hace tres siglos."

C. G. Jung 
 Tomada del libro de Elizabeth Teissier No quemen a la bruja












Emanuele Trevi

 "Era una de esas personas que están destinadas a parecerse, con el paso del tiempo, cada vez más a su nombre. Fenómeno inexplicable, pero no tan raro. Porque Rocco Carbone hace pensar en un estudio geológico. Y muchos aspectos de su carácter nada fácil sugerían una obstinación, una rigidez de reino mineral. Eso sí, recordemos, con los viejos alquimistas, que no existe en la naturaleza nada más psíquico que las piedras y los metales. Y esta impresión la reforzaban sin duda la fisionomía angulosa, los rasgos marcados. Tupida y compacta, la masa inamovible del cabello parecía modelada y pintada sobre la cabeza como la de las marionetas. En los veinticinco años que lo traté, de los cuarenta y seis que vivió, creo que fue esencialmente el mismo, como si la experiencia –esa despiadada y poco cuidadosa madrastra– no hubiera dejado huella visible en él. Fuerte de brazos, gran caminante, fue de niño cinturón negro de judo. Y le encantaba hacer extemporáneas y peligrosas demostraciones de este arte nobilísimo. Por ejemplo, era imposible moverlo cuando plantaba los pies en el suelo como había aprendido a hacer en aquellos lejanos ejercicios sobre el tatami. Y aunque en los últimos años engordó un poco a causa del litio que tomaba, nunca perdió su aspecto macizo, de luchador. Era muy sobrio en el vestir. Incluso los inocentes rombos de un jersey le molestaban, según me confesó una vez. Así como existe el horror vacui, hay individuos que sienten verdadera fobia al adorno. En la última casa en la que vivió en Roma, en el barrio de Monteverde Vecchio, en un edificio moderno de la calle Lorenzo Valla, no había ya ni un cuadro, ni una sola imagen en las paredes blancas. Los muebles se reducían a lo esencial. Le gustaban las maderas oscuras, las tapicerías de piel, todo lo que daba una idea del espacio y de la presencia humana sencilla y sin elocuencia."
 
Emanuele Trevi
Dos vidas

Keith Ridgway

 "El arte de manejar mi enfermedad es mantener. Es intentar mantener. Es intentar mantener cierta regularidad en mis operaciones, en mi paradero. Una estructura. Cuando los dolores lo permiten. Cuando cantar no es escandaloso. Trabajaba en la radio. Todo tenía un horario. Intento levantarme cada mañana y lo hago. Me levanto a las ocho y escucho un rato el programa Today. Nunca trabajé en eso. Intento ducharme. A veces tengo demasiado dolor para ducharme. A veces simplemente me visto y pienso en bañarme más tarde. Nunca me baño.
Voy a Sparrow's a desayunar. Tomo el desayuno número 5, pero como morcilla en lugar de judías, y té y tostadas. Intento tomarme mi tiempo. Cuesta cuatro libras. No puedo permitirme esto todos los días, así que a veces me quedo en la cama. La camarera dice que las tostadas son pan cuando las trae. No todas las mañanas, pero casi siempre. Hay un hombre allí, a veces, quizá dos de cada cuatro. Un hombre pequeño con un traje descuidado, de pelo corto, de alguna manera torcido. Lo miro intentando averiguar qué es. Creo que quizá se ha corregido el labio leporino. Quizá solo sea una nariz rota. Algún rasgo facial de la infancia, como un fantasma. Tiene huevos revueltos. Cada vez que lo veo tiene huevos revueltos delante. Una montaña de escombros amarillos, como si hubiera estado enfermo. Tiene un cuaderno en el que a veces escribe. Quizá sea escritor o periodista. Estoy intentando averiguar si es algún tipo de escritor o periodista. A veces lee el periódico, normalmente un tabloide, pero no siempre lo mismo, lo que demuestra que podría ser periodista, creo. Es mitad feo, mitad guapo. Mira el reloj. A veces habla por teléfono, pasando las páginas del periódico, o escribe perezosamente en su libreta, tarareando, sí, anda, sí, vale. Es el único cliente habitual al que me fijo. No creo que él se fije en mí. ¿Quién me miraría?
Lo miro. A veces creo que está llorando, lo que me hace reír. A veces pienso que la noche es día y miro por la ventana y todo está mal hasta que me doy cuenta de que es de noche y así es la noche."
 
Keith Ridgway
Hawthorn & Child