Dan Farah

"Creo que es solo cuestión de tiempo antes de que veamos a un presidente en funciones acercarse al micrófono y decirle al mundo que no estamos solos en el universo." 
 
Dan Farah
 
 
 
 “Queremos creer.”
 
 Dan Farah
 

Byung-Chul Han Sobre Dios: Pensar con Simone Weil

 
 
 
La crisis actual de la atención está ligada al hecho de que queramos comerlo todo, consumirlo todo, en lugar de mirarlo. La percepción voraz no requiere atención alguna. Se traga cuanto se le ofrezca. Solo el alma que ayuna puede mirar, contemplar. Durante el ayuno se pone en marcha una autofagia en la que el alma consume su parte baja, su parte voraz. Esta autofagia del alma es lo único que nos salva y que nos conduce hasta Dios:
 
Byung-Chul Han
Sobre Dios: Pensar con Simone Weil, página 3
 
 
El alma que sigue comiendo sin mirar pierde capacidad de contemplación. En lugar de autofagia, desarrolla adiposis. Su parte natural y mortal, encargada de comer, crece y engorda. En cambio, su parte divina se atrofia y se contrae. La atención contemplativa es esencial para mirar. Esa atención observa las cosas sin pretender apropiarse de ellas, sin pretender anexionárselas. Quien sabe mirar se vacía, se convierte en nadie. Crea dentro de sí un vacío: «La belleza de un paisaje en el momento en que nadie lo ve, absolutamente nadie...».
 
Byung-Chul Han
Sobre Dios: Pensar con Simone Weil, página 3
 
 
Solo alcanzamos el vacío liberador cuando nos desprendemos de todo apego, de toda voluntad.
 
Byung-Chul Han
Sobre Dios: Pensar con Simone Weil, página 5
 
 
Para encontrar a Dios bastaría con que mirásemos atentamente a todas partes
 
Byung-Chul Han
Sobre Dios: Pensar con Simone Weil, página 6
 
 
Lo que genera adicción no necesita atención alguna para desplegar sus efectos. La adicción funciona mejor cuanta menos atención le prestemos. Los estímulos que nos hacen adictos adormecen la atención. La actual sociedad de la adicción es una sociedad sin atención. La percepción se guía por la adicción y la dopamina. La adicción y la atención constituyen fuerzas antagónicas. También las redes sociales recurren a los adictivos algoritmos para convertir a las personas en dependientes y, de esa forma, controlarlas y dirigirlas. El smartphone es una máquina digital de adicción. En último término, incluso los buscadores, que no son sino máquinas de búsqueda, constituyen igualmente máquinas de adicción. Avivan la sed de caza.
 
Byung-Chul Han
Sobre Dios: Pensar con Simone Weil, página 6
 
 
Quien no es capaz de mantener una atención contemplativa, de mirar, no puede acceder a la verdad, al verdadero y duradero orden de las cosas.
 
Byung-Chul Han
Sobre Dios: Pensar con Simone Weil, página 7
 
 
Quien no está atento es incapaz de tejer una relación con los dioses.
 
Byung-Chul Han
Sobre Dios: Pensar con Simone Weil, página 13
 
 
La floreciente industria del mindfulness reduce la espiritualidad hasta convertirla en una técnica para aumentar el rendimiento y la eficiencia, una técnica para la autooptimización o para la reducción del estrés. Estamos aquí ante un consumo espiritual. La atención se somete al autocuidado y a la autogestión neoliberal. Una vez más, todo gira fundamentalmente en torno al ego. Se silencia la atención social en cuanto atención al otro.
 
Byung-Chul Han
Sobre Dios: Pensar con Simone Weil, página 24
 
 
El capitalismo lo somete todo al consumo y a la producción. Acapara incluso la espiritualidad. La religión y el capitalismo vuelven a entablar una estrecha relación entre sí, como ocurrió antaño con el protestantismo, que se puso al servicio del capital, haciendo que la salvación dependiera de aspectos económicos. El éxito en la adquisición de capital es lo único que proporciona la certitudo salutis, es decir, la certeza de que se escapará a la condenación, esto es, de que se forma parte del grupo de los elegidos. El mindfulness es la espiritualidad del régimen neoliberal. Pone la espiritualidad a entera disposición de la producción y del rendimiento. De ese modo, excluye por completo la posibilidad de espiritualizar la tarea futura, el trabajo en sí.
 
Byung-Chul Han
Sobre Dios: Pensar con Simone Weil, página 24
 
 
Nos apoderamos de las cosas para satisfacer nuestros objetivos y necesidades, y, al hacerlo, las contaminamos, les arrebatamos su belleza.
 
Byung-Chul Han
Sobre Dios: Pensar con Simone Weil, página 31
 
 
Solo si nos desprendemos por completo del yo se nos manifestará la realidad auténtica, que no es nuestra realidad imaginada. Generamos la realidad del mundo a partir de nuestra imaginación. Esa es la realidad del yo, que proyectamos sobre las cosas. Sin embargo, la realidad auténtica, el orden auténtico de las cosas, solo se puede experimentar a través de la extinción del yo. Cualquier apego distorsiona la realidad. Al retirarme, al retraerme, al romper con las cosas, les devuelvo su realidad no distorsionada, les devuelvo su belleza.
 
Byung-Chul Han
Sobre Dios: Pensar con Simone Weil, página 31
 
 
En la descreación, el yo desaparece para participar en la verdadera creación. La obediencia a Dios se diferencia, por principio, de la obediencia de un siervo a su amo. Cuanto más sumiso es el siervo, más se agranda la brecha, el desequilibrio de ser y poder que existe entre él y el amo que le da las órdenes. En cambio, Dios no es autoritario. No da órdenes. Dios es amor. Quien obedece a Dios, quien entrega su yo por amor a Dios, pasa a ser él mismo divino. Se eleva hacia la autoridad divina: «La humildad en la espera nos asemeja a Dios». Aquí nos hallamos ante una obediencia absoluta. Por amor a Dios nos vaciamos. Pero ese vacío se colma con la luz divina. Quien renuncia a su yo por Dios, quien se descrea, se vuelve tan transparente como el límpido cristal de la ventana por la que penetra, a raudales y sin trabas, la luz de Dios.
 
Byung-Chul Han
Sobre Dios: Pensar con Simone Weil, página 34
 
 
Detenerse, retenerse, es crear vacío en el propio interior. Simone Weil
 
Byung-Chul Han
Sobre Dios: Pensar con Simone Weil, página 35
 
 
Nuestro mundo actual necesita —tanto como lo necesita una ciudad devastada por la peste— santos geniales. Todo genio es un genio de la atención. Solo la atención profunda, entendida como santidad, crea la paz.
 
Byung-Chul Han
Sobre Dios: Pensar con Simone Weil, página 42
 
 
En nuestros días, el mercado se ha vuelto aún más extenso y estridente. El mundo entero se está convirtiendo en un ruidoso mercado. Hoy todo es una mercancía. Por eso todo es bullicioso y reclama a gritos atención. La vida misma adquiere forma de mercado y mercancía. Cada persona es ya empresaria de sí misma y se produce y se presenta a sí misma constantemente, hasta acabar pareciéndose a un mercader que pregona sus artículos. Al capitalismo no le gusta el silencio. Cuanto mayor es la productividad, más ruido se genera. El ruido multiplica el capital. O el capital hace ruido para multiplicarse. El silencio no produce. La presión neoliberal del rendimiento y la optimización, como presión interna que es, enferma al alma al someterla a un exceso de ruido. Las presiones internas producen en el alma un estruendo mayor que el que desencadenan las presiones externas. Le impiden alcanzar la serenidad. El síndrome de desgaste profesional se asemeja a una pérdida súbita de audición provocada por el ruido interno. No oímos ese silencio de dentro que nos hace felices.
 
Byung-Chul Han
Sobre Dios: Pensar con Simone Weil, página 48
 
 
La hipercomunicación digital destruye el silencio. La información, como tal, es un ruido. Hoy en día lo percibimos todo desde la perspectiva de la información. De ese modo, la inmundicia de la información y la comunicación cubre el mundo con su ruido. La información, en tanto que ruido, arrasa la atención. Solo la atención contemplativa puede acceder al silencio. El estruendo de la información y la comunicación que asalta al alma es mucho más destructivo que el estruendo de las máquinas de la modernidad. El espíritu necesita silencio para producir o para recibir algo que sea completamente distinto. En el espacio de la creación reina el silencio. El estado contemplativo del espíritu es un estado de suspensión, un estado liminar en el que, por un tiempo, lo ya conocido o moldeado se interrumpe y deja margen para que surja algo totalmente diferente. Así, la poesía sitúa a la lengua en un estado contemplativo «en el que el idioma ha desactivado su función comunicativa e informativa o [...] en el que el idioma está en paz consigo mismo, contempla sus capacidades lingüísticas y, de esa manera, se abren ante él nuevas posibilidades de uso». Si, por el contrario, el idioma se agota ejerciendo su función de información y comunicación, no habrá lugar para la poesía, para la renovación de la lengua.
 
Byung-Chul Han
Sobre Dios: Pensar con Simone Weil, página 48
 
 
Hoy en día ya no podemos rezar porque nos encontramos constantemente expuestos al ruido de la información y la comunicación. No nos es posible cerrar los ojos porque nuestros ojos están obligados al atracón constante, a «comer». Cerrar los ojos significa permanecer en silencio
 
Byung-Chul Han
Sobre Dios: Pensar con Simone Weil, página 52
 
 
Allí donde reina el gran silencio, toda voluntad se retira. El yo muere. Ni siquiera el latido de nuestro corazón rompe el silencio divino. Esos ojos abiertos están completamente vacíos. O, como diría Simone Weil, se encuentran colmados del silencio de Dios.
 
Byung-Chul Han
Sobre Dios: Pensar con Simone Weil, página 54
 
 
Hoy en día, lo bello carece de toda sacralidad , de toda espiritualidad . Se desacraliza hasta convertirse en un objeto de consumo. La inmanencia del consumo lo despoja de toda trascendencia, de toda profundidad y de toda abisalidad. Su lema es like, «me gusta». Lo bello no debe ni estremecer ni doler.
 
Byung-Chul Han
Sobre Dios: Pensar con Simone Weil, página 55
 
 
Para salvar lo bello, habría que arrebatárselo a la obligación consumista y volver a espiritualizarlo
 
Byung-Chul Han
Sobre Dios: Pensar con Simone Weil, página 56
 
 
Como diría Simone Weil, Dios observa su creación a través de los ojos del pintor
 
Byung-Chul Han
Sobre Dios: Pensar con Simone Weil, página 62
 
 
El único grito posible ante una obra de arte verdadera es: No soy nada. Obedezco.
 
Byung-Chul Han
Sobre Dios: Pensar con Simone Weil, página 64
 
 
La comunicación digital produce, sobre todo, mucho ruido. Se encuentra en el extremo opuesto al del silencio de la naturaleza, de la materia obediente. La digitalización desmaterializa el mundo. Encarna la voluntad humana, el poder humano de disposición en estado puro. El mundo digitalizado es un mundo completamente antropomorfo, un mundo que, en cierto modo, hemos recubierto con nuestra propia retina. Así pues, permanece completamente oculto a la mirada de Dios. La pantalla digital no es en modo alguno el cristal transparente de una ventana por la que penetra a raudales la luz de Dios. En lo digital, el ser humano solo se cruza consigo mismo. El imperativo digital requiere una total puesta a disposición de la realidad.
 
Byung-Chul Han
Sobre Dios: Pensar con Simone Weil, página 64
 
 
Nuestra sociedad está dominada por la algofobia. Ni siquiera el amor debe doler. Incluso el arte y la música son víctimas de este delirio por la complacencia. Todo se pule para adaptarlo al formato del consumo y la vivencia. Se evita cualquier intensidad, porque la intensidad duele. El «me gusta» como analgésico del presente no solo gobierna las redes sociales, sino también todas las áreas de la cultura. Nada debe doler. En consecuencia, hasta la propia vida adopta una forma adecuada para el consumo y pierde toda su profundidad, toda su intensidad. El consumo y la religión no son compatibles entre sí. La algofobia le cierra el paso a Dios.
 
Byung-Chul Han
Sobre Dios: Pensar con Simone Weil, página 69
 
 
Nuestro lema actual es wellbeing (‘bienestar’). El mundo ha de estar formado exclusivamente por zonas de bienestar o confort. Y rendimos culto al dispositivo de la felicidad. El dolor es una desdicha que hay que evitar a toda costa. Esta sociedad paliativa, enemiga del dolor, se parece a ese mundo feliz de Huxley en el que el sufrimiento está estrictamente prohibido: cualquier necesidad debe satisfacerse de inmediato. Ninguna espera ha de causar dolor. El consumo y el placer anestesian a los seres humanos. La vida se rige por la obligación de la felicidad. El Estado proporciona a los ciudadanos una droga llamada soma para avivar su sensación de dicha... Ya Nietzsche presintió el advenimiento de esta sociedad de la adicción. En Así habló Zaratustra escribió: «Un poco de veneno de aquí y de allá para procurarse sueños agradables. Y muchos venenos para morir agradablemente. [...] Hay un pequeño placer para el día y un pequeño placer para la noche; pero se respeta la salud. “Nosotros hemos inventado la felicidad”, exclaman los últimos hombres y guiñan el ojo». En la sociedad paliativa , dominada por la algofobia , la felicidad se diluye y se pule hasta convertirse en bienestar. La profunda felicidad solo es posible cuando está rota. La negatividad del dolor es lo que da lugar a esta rotura. Pero la actual cultura de lo pulido desconfía de la rotura en cualquiera de sus formas.
 
Byung-Chul Han
Sobre Dios: Pensar con Simone Weil, página 70
 
 
Vivimos en una sociedad de la positividad, que trata de deshacerse de todo tipo de negatividad. La «psicología positiva» ya no quiere saber nada del dolor ni del sufrimiento. Considera que su único cometido es maximizar la felicidad y el bienestar. También la digitalización elimina radicalmente lo indisponible, haciendo que todo se vuelva accesible y consumible. Reduce la resistencia del otro y borra de manera progresiva la contraparte opositora, que podría provocar dolor. El «me gusta» permanente acaba generando un embotamiento del alma, del espíritu. La digitalización es anestesiamiento . Sin embargo, las cosas esenciales nacen en medio del dolor. El dolor también es la matrona de lo nuevo. Sin él, estamos atrapados en el infierno de lo idéntico
 
Byung-Chul Han
Sobre Dios: Pensar con Simone Weil, página 70
 
 
Hoy en día, en cualquier caso, ya no vivimos en la sociedad disciplinaria. El régimen disciplinario cede ante el régimen neoliberal, que no se define por las órdenes y la obediencia, sino que explota la libertad en sí misma. En la sociedad neoliberal del rendimiento, el esclavo y el amo confluyen en la misma persona. El esclavo solo se ha liberado en apariencia, convirtiéndose en amo, concretamente en empresario de sí mismo. Cree que ya no está sometido a la voluntad ajena, que es libre, auténtico y creativo, pero en realidad es su propio esclavo. Es ese animal kafkiano que le arrebata el látigo al amo y que se azota a sí mismo para ser libre. Nos autoexplotamos en el convencimiento de que nos estamos realizando. La explotación de la libertad, esto es, la autoexplotación, es más eficiente que la explotación procedente de fuera y basada en las órdenes y la opresión.
 
Byung-Chul Han
Sobre Dios: Pensar con Simone Weil, página 73
 
 
La digitalización, que nos promete más libertad, no produce, a fin de cuentas, sino una cárcel panóptica. Nos degradamos hasta transformarnos en paquetes de datos, en ganado de datos que se deja vigilar y dirigir. Nos volvemos dependientes de las sustancias digitales. Así, somos adictos a estímulos que arrasan nuestra atención. La consecuencia es la sociedad de la adicción. La libertad cede ante la adicción. Aunque estamos convencidos de que somos libres, en el fondo nos movemos, tambaleantes, de una adicción a otra, de una dependencia a otra.
 
Byung-Chul Han
Sobre Dios: Pensar con Simone Weil, página 73
 
 
 
Vivimos en un cercado digital que nos convierte en ganado de información, de comunicación y de consumo. Esta inmanencia del consumo y de la comunicación nos ha alejado de toda trascendencia. El consumo hace que Dios se vuelva prescindible. El delirio del rendimiento y de lo que se ha dado en llamar industria «creativa» nos impide ver la belleza de la verdadera creación. El ganado se diferencia de los esclavos en que no se rebela: no aspira a nada en su cercado ni tampoco sale de él, porque solo en ese recinto encuentra alimento. El mundo como cercado no permite la revolución.
 
Byung-Chul Han
Sobre Dios: Pensar con Simone Weil, página 75
 
 
Los tres monstruos de la civilización actual son el capital, la digitalización y la inteligencia artificial. Los tres rebajan al ser humano, al espíritu, hasta transformarlo en esclavo de la cuantía y de la eficiencia. Una vez más, nos hemos convertido en esclavos de nuestras propias producciones.
 
Byung-Chul Han
Sobre Dios: Pensar con Simone Weil, página 77
 
 
En la actualidad nos encontramos sumidos en la inmanencia sin sentido de la producción, del consumo y de la comunicación. El ser humano se convierte en esclavo del trabajo y del rendimiento.
 
Byung-Chul Han
Sobre Dios: Pensar con Simone Weil, página 80
 
 
Toda actividad que no albergue en su corazón un silencio contemplativo se asemeja a la esclavitud. Es el silencio lo que espiritualiza la acción humana; calma la actividad hasta convertirla en inactividad.
 
Byung-Chul Han
Sobre Dios: Pensar con Simone Weil, página 81
 
 
 
 
 
 
 
 
 



Sobre Dios: Pensar con Simone Weil

Nuno F. G. Loureiro

"Cuando estimulamos las mentes con inclinación teórica al plantear los retos de la física del plasma y la fusión como hermosos problemas de física teórica, atraemos a estudiantes increíblemente brillantes, personas a las que queremos atraer al desarrollo de la fusión."
 
Nuno F. G. Loureiro
 
 
 
“El LMNT [Laboratorio de Materiales y Tecnología Nuclear del MIT] marca el inicio de una nueva era de investigación en fusión en el MIT, una en la que buscamos abordar los desafíos tecnológicos más complejos de la fusión en plazos acordes con la urgencia del problema que enfrentamos: la transición energética. Es ambicioso, audaz y crucial, y precisamente por eso lo hacemos.”
 
 Nuno F. G. Loureiro
 
 
 
“No es una exageración decir que el MIT es el lugar al que uno acude para encontrar soluciones a los mayores problemas de la humanidad. La energía de fusión cambiará el rumbo de la historia humana."

 Nuno F. G. Loureiro
 
 
 
"Si no fracasas constantemente, es que tus objetivos no son lo suficientemente ambiciosos."
 
Nuno Filipe Gomes Loureiro

Guillermina Baeza

"La ropa de baño y la lencería no son simples accesorios. Actualmente tienen la misma importancia que las piezas exteriores."
 
Guillermina Baeza

Cazuza

Hoy tuve una pesadilla y me levanté atento, a tiempo
Me desperté con miedo y busqué en la oscuridad
Alguien con tu cariño y me acordé de un tiempo
Porque el pasado me trae un recuerdo
De un tiempo en que era un niño
Y el miedo era motivo de llanto,
Pretexto para un abrazo o un consuelo

Hoy me desperté con miedo pero no lloré
Ni reclamé abrigo,
Desde la oscuridad vi un infinito sin presente
pasado o futuro
Sentí un fuerte abrazo, ya no era miedo
Era algo tuyo que quedó conmigo

De repente la gente ve que perdió o está perdiendo algo
cálido e ingenuo que va quedando en el camino
que es oscuro y frío, pero también hermoso
porque esta iluminado
por la belleza de lo que pasó
unos minutos atrás…
  
 Agenor de Miranda Araújo Neto más conocido como Cazuza 
 
 
 
 

Ney Matogrosso

"Desde la oscuridad vi un infinito sin presente, pasado o futuro."
 
Ney de Souza Pereira conocido como Ney Matogrosso 
 
 
 
"Expresar lo que se piensa y no seguir los dictados preestablecidos siempre es transgresor. Soy así y moriré siendo."
 
 Ney Matogrosso
 
 
 
 
"Lo que hago puede parecer demasiado para otra persona, pero no para mí. Tengo el respaldo de mi audiencia para expresarme."
 
 Ney Matogrosso
 
 
 
"Lo que he adquirido de la libertad me pertenece. Y no negocio mi libertad."
 
 Ney Matogrosso
 
 
 
 
"Me gustaría ser recordado como una persona que abogaba por la libertad de expresión."
 
 Ney Matogrosso
 
 
 
 
"No tengo religión, creo en todas las cosas, en energías, en Dios, pero no un Dios que se quede allí en el cielo castigándome; imagina si iba a tener una bolsa para cuidar de cada uno y castigar a cada uno en el momento adecuado. Dios para mí es algo muy amplio, que está en todas las cosas. Ahora bien, quien nos castiga, somos nosotros mismos: plantamos y cosechamos."
 
 Ney Matogrosso
 
 
 
 
 
"Nunca quise ser revolucionario, quería ser libre."
 
Ney Matogrosso
 
 
 
 
Rompí tratados, traicioné los ritos
Rompí la lanza, la lancé al espacio
Un grito, un respiradero
Y lo que me importa es no ser derrotado.
 
  Ney Matogrosso
 
 
 
"Soy audaz, sí, soy descarado, sí, porque necesito serlo, porque Brasil es más sombrío de lo que era."
 
 Ney Matogrosso
 
 
 
 
"Soy el mismo hippie de los 60, que hoy solo tiene bienes y dinero. Quiero morir a los 100, libre."
 
 Ney Matogrosso
 
 
 
"Soy un hombre, soy un bicho, soy una mujer, soy la mesa y las sillas de ese cabaret."
 
 Ney Matogrosso
 
 
 
Tuve una pesadilla hoy y me levanté atento, a tiempo
Me desperté con miedo y miré en la oscuridad
Alguien con su afecto y recordó un tiempo
Porque el pasado me trae un recuerdo
Desde el momento en que era un niño
Y el miedo era motivo de llanto
Perdón por un abrazo o un consuelo

Hoy me desperté asustado, pero no lloré
Ni siquiera reclamé refugio
Desde la oscuridad vi un infinito sin don
Pasado o futuro
Sentí un fuerte abrazo, ya no tenía miedo
Fue lo tuyo lo que se quedó en mí

De repente ves que has perdido
O te estás perdiendo algo
Cálido e ingenuo
Que se interpone en el camino
Eso es oscuro y frío, pero también hermoso
Porque está iluminado
Por la belleza de lo que pasó
Hace minutos

Tuve una pesadilla hoy y me levanté atento, a tiempo
Me desperté con miedo y miré en la oscuridad
Alguien con su afecto y recordó un tiempo
Porque el pasado me trae un recuerdo
Desde el momento en que era un niño
Y el miedo era motivo de llanto
Perdón por un abrazo o un consuelo

Hoy me desperté asustado, pero no lloré
Ni siquiera reclamé refugio
Desde la oscuridad vi un infinito sin don
Pasado o futuro
Sentí un fuerte abrazo, ya no tenía miedo
Fue lo tuyo lo que quedó en mí, que no tiene fin

De repente ves que has perdido
O te estás perdiendo algo
Cálido e ingenuo
Que se interpone en el camino
Eso es oscuro y frío, pero también hermoso
Porque está iluminado
Por la belleza de lo que pasó
Hace minutos
 
 Ney Matogrosso
 
 
 
Viajero

Me siento tonto como viajero
Por tu casa, pájaro sin ala, rey de la cobardía
Y si mantengo esas emociones tanto en esa fría caldera
Quema el miedo donde el amor se quemó
Mansedumbre en el pecho trayendo respeto
Que quería tanto para derribar para siempre
Para ser tuyo tal vez, para ser tuyo tal vez
Pero el viajero es quizás cobarde
O tal vez es demasiado tarde para gritar que arde en el mayor ardor
La pasión contenía, retirada y desnuda
Corriendo en la habitación cuando te vi acostado
Verte en silencio, verte cansado, verte en el aire
Tal vez esperando a este viajero
Algo que él también espera recibir
Y romper las vallas que tanto insistimos en defendernos
Me siento tonto como viajero
Por tu casa, pájaro sin ala, rey de la cobardía
Y si mantengo esas emociones tanto en esa fría caldera
Quema el miedo donde el amor se quemó
Mansedumbre en el pecho trayendo respeto
Que quería tanto para derribar para siempre
Para ser tuyo tal vez, para ser tuyo tal vez
 
 Ney Matogrosso
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

Chris Lemons

"En cierta manera, es más rápido regresar de la Luna que de las profundidades del mar."
 
Chris Lemons
 
 
"Quedé rodeado por una oscuridad que lo abarcaba todo. Decidí calmarme y conservar el poco de gas que me quedaba. Solo tenía entre seis y siete minutos de aire de emergencia en la espalda. No esperaba que me rescataran, así que me acurruqué en forma de bola."
 
 Chris Lemons
 
 
 
"Una de las razones más importantes por las que sobreviví fue la calidad de las personas que me rodeaban. Yo hice muy poco. Fue la profesionalidad y la heroicidad de los dos que estuvieron conmigo en el agua y de todos en el barco. Tuve mucha suerte."
 
 Chris Lemons
 
 
 
 "Ya no veo la muerte como algo a lo que haya que temer."
 
 Chris Lemons

Sébastien Ogier

"Creo que mi forma de trabajar siempre ha sido bastante sencilla. Siempre me cuestioné a mí mismo, siempre traté de mejorar a pesar de las victorias. Intenté demostrar que era impermeable a la presión. Este detalle es importante porque los rivales están atentos para atacar la más mínima debilidad."
 
 Sébastien Ogier
 
 
 
"Es humano cansarse de las cosas, incluso cuando las amas. Además, se requiere tanta implicación que llega un momento en el que es agotador. Después de haber vivido con tanta intensidad estos 15 años, siento la necesidad de recargar la pilas. Pero no voy a cerrar la puerta por completo. Mataré el gusanillo tomando parte en algunas carreras."
 
Sébastien Ogier
 
 
 
 
"Muy contento con mis ocho títulos y en mi mente no cambia mucho si tengo uno más o uno menos."
 
 Sébastien Ogier

Lorenz Hart

"Es un placer vivir en una época en la que el entretenimiento ligero en este país finalmente está perdiendo su aspecto brutalmente cretino. Delicias como sus jingles demuestran que las canciones pueden ser populares e inteligentes."
 
 Lorenz Hart
 
 
 
"Muy despierto puedo hacer realidad mis sueños más fantásticos."
 
Lorenz Hart