Bosque monte arriba
Como un enorme ejército desplegado
batallones de árboles se lanzaron
a conquistar un monte en el camino,
tomarlo por asalto
entre tu boscoso silencio secreto.
Andan y trepan, empecinados, monte arriba;
un árbol quiere superar al otro,
adelantarse al otro,
cada cual quiere poner primero
el pie sobre la cima.
Recién arriba, ya en las alturas,
desde la montaña duramente conquistada,
se ve a los verdes batallones
echarse nuevamente abajo
como manadas de ciervos
que con enramadas cabezas de árboles
se lanzaran desordenadamente monte abajo.
Iosef Papiérnikov
El mar ante mi ventana
Parecería poca cosa, apenas unas pocas pequeñeces,
una camisita lavada, un par de pañales,
calzoncillos, una sabana
tendidos ante mi ventana por una vecina,
y me ocultan el mar, todo el mar;
fuera con él, ¡desapareció!
¡Y dicen que el mar es enorme,
inmensamente grande!
Iosef Papiérnikov
Los últimos
Es cierto, es cierto hermanos,
nosotros somos ya el ocaso,
eso esta claro;
somos ya las últimas filas,
como soldados que abandonan las trincheras
de la noche,
y preparan la última batalla
para el ascenso de una generación
que no ha de hacerse vieja
ni tener cabellos canos,
como nosotros,
a los veinticinco años.
Iosef Papiérnikov
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