… se está viviendo un cambio de paradigma geopolítico al que hay que prestar gran atención, pues repercutirá en todos nosotros.
Pedro Baños
El dominio mundial, página 4
Hay una gran hipocresía sobre su uso (se refiere a las armas químicas). Parece que los muertos por agresivos químicos tengan una especial significación, que importe más el arma asesina que las víctimas asesinadas. Por otro lado, han sido la justificación perfecta para entrar en guerra y atacar al adversario, con el argumento de que dispone de estas armas, las emplea o las puede emplear contra su pueblo.
Pedro Baños
El dominio mundial, página 20
Sin duda, el campo de la robótica abre un escenario totalmente nuevo, en el que solo la ética y la moral pueden evitar que se produzcan en el futuro, cada vez más próximo, verdaderos desastres para la humanidad. Pero como el ser humano es capaz de someter a sus semejantes a los mayores sufrimientos con tal de tener el poder, cabe esperar una nueva carrera armamentista por la supremacía en el dominio de la guerra robotizada, en la que la persona dejará de tener valor.
Pedro Baños
El dominio mundial, página 34
Quizá los aspectos menos conocidos de la Segunda Guerra Mundial sean precisamente los económicos. Japón estaba en proceso de expansión en busca de recursos naturales y energéticos para su pujante industria y su creciente población (situación muy similar a la que vive China en la actualidad, por lo que no es descartable que, a la larga, el desenlace sea similar). Dependía de Manchuria y Corea para la obtención de casi todas las materias primas. Como sus cereales debían cruzar el mar de Japón y el mar Amarillo, la marina mercante se convirtió en su centro de gravedad estratégico. Ante esta situación, Estados Unidos decidió declararle la guerra económica de un modo tan exitoso que se puede afirmar que, más allá de las bombas atómicas lanzadas sobre Hiroshima y Nagasaki, lo que en verdad sometió a Tokio fue la carencia de carbón, petróleo, minerales y cereales.
Pedro Baños
El dominio mundial, página 42
Previendo el futuro, se puede adelantar que, con la rápida implantación de las energías renovables (eólica, solar, mareomotriz, geotérmica…), prácticamente disponibles en diverso grado sin límites geográficos, resultará más difícil «controlar el mundo» mediante las fuentes fósiles, por lo que es de suponer que un gran desafío tecnológico sustituirá al propiamente geoestratégico en materia energética, o cuando menos lo complementará.
Pedro Baños
El dominio mundial, página 49
En cierto modo, la diplomacia pública es la adaptación de procedimientos de marketing a otro contexto, pues el propósito final es que el público «consuma» el mensaje que se le está enviando. Sin duda, este aspecto de la diplomacia está íntimamente relacionado con el concepto de comunicación estratégica, del que en realidad no es más que una parte.
Pedro Baños
El dominio mundial, página 79
Una delegación diplomática sin ojos y oídos especializados es un cuerpo incompleto.
Pedro Baños
El dominio mundial, página 84
Considerado a sí mismo como «informante-denunciante, no extremista, terrorista ni radical», Michael Holt publicó el 4 de agosto de 2018 en su página de LinkedIn9 un artículo en el que detallaba las múltiples técnicas de vigilancia de la NSA estadounidense. De ser cierta, la lista descrita por este antiguo experto en ciberseguridad del Gobierno norteamericano es ciertamente preocupante. Lo que venía a decir —y a confirmar— era que absolutamente nadie, ningún habitante del planeta, escapa al control de la NSA, que dispone de medios electrónicos para interceptar todas las comunicaciones efectuadas a través de cualquier medio…
El programa de vigilancia PRISM habría involucrado a las principales empresas de Internet (como Google, Yahoo, Microsoft, Facebook, PalTalk, AOL, Skype, YouTube y Apple), que se habrían convertido en socios forzosos del proceso de captación de datos mediante la instalación de puertas traseras en sus softwares y la adquisición de claves para romper sus encriptaciones. Este programa de alto secreto habría permitido acceder a información transmitida mediante audios, vídeos, fotografías, correos electrónicos, documentos y conexiones efectuadas en los servidores de cada una de las citadas compañías. Puesto en marcha en 2007, permitiría seguir de cerca a individuos de forma permanente. Muscular sería otro de los programas estrella, al margen del control del Tribunal de Vigilancia de la Inteligencia Exterior (Foreign Intelligence Surveillance Court). Se introduciría de manera clandestina en los centros de datos de Google situados fuera de Estados Unidos, lo que habría permitido a la NSA tener acceso total a la información almacenada en la nube por los usuarios de Google. Para controlar Internet en tiempo real, se emplearía el sistema XKeyscore. Basado en Linux, 700 servidores repartidos por todo el mundo darían acceso a toda la información que circula por la red, de modo que la NSA detectaría a cualquier persona que empleara encriptación o que realizara búsquedas en la red consideradas sospechosas.
Pedro Baños
El dominio mundial, página 119
Ningún estudio sobre la práctica del espionaje puede considerarse completo sin mencionar a Rusia. Junto con los cubanos, los israelíes y los servicios del Vaticano, los rusos probablemente tengan la mejor inteligencia humana del mundo. No es que les falten medios técnicos ni que no sepan emplearlos; lo que sucede es que cuentan con una enorme experiencia en el campo humano, que además se ve facilitada por las numerosísimas personas que, ya desde los tiempos del comunismo, han sentido atracción por este país, su cultura y su forma de entender la vida, incluyendo a quienes añoran el pasado socialista. Esta circunstancia le permite a Moscú tener confidentes en todas las esquinas del globo, incluso algunos introducidos en las altas esferas políticas, militares y económicas. Si a esto se unen su habilidad para captar a soplones y a personas con acceso a información clasificada, las técnicas para «neutralizar» a los díscolos e incómodos, y su supuesta especialidad para disponer de agentes «durmientes» dispersos por todo el mundo a la espera de la señal para activarse, lo cierto es que la eficacia de los servicios de inteligencia rusos es máxima.
Pedro Baños
El dominio mundial, página 127
Cuando termine de imponerse de modo absoluto el dinero de «plástico», es decir, que solo se pueda abonar por bienes y servicios mediante el empleo de sistemas electrónicos —con tarjetas de débito/crédito o los móviles—, se corre el riesgo, nada descabellado, de que se lleguen a imponer fórmulas consumistas, en el sentido de aconsejar o incluso prohibir ciertas adquisiciones bajo el presunto pretexto de la salud o la ecología. En definitiva, nuevos métodos tendentes a un control absoluto de las poblaciones que, en muchos casos, se justifica con la lucha contra el terrorismo, la criminalidad, el fraude, la economía sumergida o el blanqueo de dinero, cuando lo cierto es que estas medidas únicamente afectan, al menos de modo mayoritario, al ciudadano normal y corriente, pues los amantes de la vulneración sistemática de las leyes siempre encontrarán la forma de sortear la legalidad, y si se les impide negociar con la moneda tradicional, lo harán con otro tipo de bienes materiales (piedras y metales preciosos, drogas…) o servicios como la prostitución o la protección.
Pedro Baños
El dominio mundial, página 129
La percepción del terrorismo como actividad encubierta practicada por ciertas naciones, como en el caso de Estados Unidos contra Cuba, está desplazando al clásico pretexto del «terrorista individual» o de grupos armados no-estatales como Al Qaeda. Hoy es prácticamente insostenible la idea del terrorismo sin que medie la intervención de un Estado promotor.
Pedro Baños
El dominio mundial, página 133
De acuerdo con lo que relata Curtis, el Estado Islámico fue considerado, al menos en sus orígenes, un instrumento estratégico para los intereses occidentales en Oriente Medio, con la idea de que sirviera para debilitar a Al Asad y bloquear la estratégica expansión de Irán en la región, para lo que algunas potencias no habrían dudado en fomentar la llegada a Siria de salafistas radicales. En este sentido, Washington habría aprobado el surgimiento y expansión del Estado Islámico, puesto que, según algunas conversaciones confidenciales que se filtraron, el entonces secretario de Estado, John Kerry, habría sugerido que la Casa Blanca se alegraba de ver cómo el Estado Islámico crecía y se potenciaba, pues era una forma de presionar a Al Asad y forzarle a negociar. No obstante, Curtis va todavía más allá y afirma que otros países, como Arabia Saudí, Qatar y Turquía, tuvieron un papel aún más relevante en la evolución del Estado Islámico, al que habrían facilitado en secreto apoyo económico y logístico, al igual que hicieron con otros grupos radicales suníes en la zona. Según algunas estimaciones, los saudíes habrían gastado varios miles de millones de dólares, y Qatar al menos otros 3.000 millones. En el caso de Turquía, su Ejército habría acogido a los musulmanes voluntarios para unirse a las filas del Estado Islámico, los habría entrenado y les habría facilitado la entrada en Siria. Además, la OTAN habría posibilitado la transferencia de al menos 600 combatientes —que habían sido entrenados por fuerzas especiales estadounidenses, británicas y francesas para combatir a Gadafi— y de armas al Ejército Libre Sirio, procedentes de los arsenales libios. Con respecto a Irán, la Administración Obama —lo mismo que se supone que hace actualmente la de Trump— habría emitido varias directivas en las que autorizaba operaciones encubiertas en este país para financiar a grupos disidentes iraníes a través de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).
Pedro Baños
El dominio mundial, página 135
A veces hay noticias importantes que pasan prácticamente desapercibidas para el gran público, pues se intenta darles la menor publicidad posible. Desde luego, no abren ningún telediario ni son portada de ningún periódico. Eso ocurre cuando la información afecta a algún poderoso de nuestro teórico bando. Por supuesto, si implicara a los «otros», a los enemigos que son creados sistemáticamente, nos las repetirían hasta la saciedad.
Pedro Baños
El dominio mundial, página 137
El empleo de las relaciones sentimentales y sexuales es todo un clásico dentro del siempre artero mundo del espionaje. Para conseguir información confidencial, los servicios de inteligencia han empleado con profusión tanto a hombres como a mujeres, aunque su forma de actuar, normalmente, ha sido diferente. Por lo general, las mujeres han intentado captar al hombre mediante lo que se conoce en el argot como trampas de miel. Es decir, a través del sexo. Fuera con jóvenes especialmente atractivas o dotadas de habilidades excepcionales en la cama, las agencias de espionaje han hecho caer en la encerrona más vieja del mundo a cientos de hombres ingenuos. No importa si habían sido instruidos en labores de contrainteligencia y específicamente alertados, pues es bien sabido que, cuando entran en juego ciertos instintos primitivos, se suele perder el raciocinio. En cambio, con las mujeres se ha tendido a seducirlas y enamorarlas por parte de agentes masculinos con unas características muy específicas, pues, aunque ha habido casos de verdaderos adonis, tradicionalmente ha sido más frecuente que contactaran con ellas hombres bien educados, extremadamente corteses y galantes, que sabían escucharlas y parecían ofrecer protección, tranquilidad y estabilidad. Obviamente, estas circunstancias han ido evolucionando con el paso del tiempo, sobre todo con el asentamiento de la igualdad entre sexos en las sociedades más avanzadas, por lo que los servicios de inteligencia también han tenido que adaptarse a estos contextos sociales, donde las anteriores diferencias entre mujeres y hombres han ido desapareciendo. Por supuesto, también ha habido casos, y no pocos, de incitación a las relaciones homosexuales, que además solían ser mucho más rentables, puesto que, en momentos en los que dichos contactos no estaban bien vistos socialmente, o incluso eran perseguidos legalmente, la extorsión hacia la víctima se tornaba muy eficaz. Una vez establecido el contacto íntimo, sea sexual o sentimental, las formas de obtener la información perseguida se limitan a unos pocos procedimientos. El más habitual suele ser que el propio espía se autodescubra y, a partir de ese momento, comience a extorsionar a la víctima, a la que amenazará con mostrar a parejas, jefes, amistades o incluso al público en general —lo que actualmente es fácil, rápido y universal a través de las redes sociales y los servicios de mensajería instantánea— la relación, normalmente mediante grabaciones de audio o vídeo.
Pedro Baños
El dominio mundial, página 138
Si el mundo del espionaje siempre ha sido el territorio por excelencia de la mentira, el engaño, la artimaña, la astucia y la traición, hoy lo es más que nunca gracias a la suma facilidad que ofrece la tecnología para la propaganda y la desinformación.
Pedro Baños
El dominio mundial, página 144
Como curiosidad, el país más pequeño del mundo, el Vaticano, dispone de una inteligencia que está entre las más respetadas del planeta, particularmente por su extensa red de fuentes humanas; es también la más opaca e ignota. Actuando juntamente con la refinada diplomacia vaticana, este servicio convierte a este diminuto país en uno de los mejor informados del mundo.
Pedro Baños
El dominio mundial, página 146
El espionaje es omnipresente, y cada vez más abarca a más personas. Baste decir que, según Snowden, solo la NSA norteamericana podría estar interceptando las comunicaciones de más de 1.000 millones de personas, incluyendo, por supuesto, los teléfonos móviles. Cuando aparece un caso en los medios de comunicación, la noticia no es el espionaje en sí mismo, sino que haya trascendido a la opinión pública. No se ve, no se siente, pero está ahí, y nos afecta a todos.
Pedro Baños
El dominio mundial, página 147
Cuanto más se adelante la fecha del exceso en el consumo de los recursos naturales, significará un mayor estrés ecológico para el planeta.
Pedro Baños
El dominio mundial, página 167
Sin ninguna duda, el territorio sigue siendo la clave principal de los enfrentamientos entre las diversas sociedades, ya sea para enriquecerse, para aumentar su cuota de poder o para fundar una legitimidad identitaria nacional o religiosa.
Pedro Baños
El dominio mundial, página 171
La lucha por el poder se ha basado y se basa no solo en un dominio directo o indirecto del territorio, sino también en una supremacía cultural e ideológica
Pedro Baños
El dominio mundial, página 185
Para comprender cómo será el mundo en el futuro, o al menos cuál puede ser la tendencia principal, una de las claves reside en leer con detenimiento, incluso entre líneas, los documentos más relevantes de los países que marcan la pauta mundial. En esas publicaciones oficiales aparecen el conocimiento y la tecnología como elementos básicos de la geopolítica.
Pedro Baños
El dominio mundial, página 189
La comunicación estratégica es un excelente medio para conseguir y mantener los objetivos geopolíticos y de seguridad nacional, pues, en definitiva, no tiene más finalidad que la preservación de estos intereses nacionales. Además, en el escenario de la comunicación, se debe hacer frente a un adversario asimétrico, cada vez más versado en estas artes y confiado en que puede conseguir sus propósitos a través de este medio, el único que le queda tras estarle vedada la victoria militar. No es exagerado añadir que los conflictos modernos se deciden más en los escenarios de opinión que en el campo de batalla, en donde los ejércitos, por primera vez en la historia, se ven imposibilitados para emplear todos sus recursos bélicos. A veces es mejor finalizar un conflicto con una buena imagen que con una victoria dudosa, tanto para el pueblo como para la moral de las tropas, al igual que para la durabilidad de los resultados obtenidos. No debemos olvidar que, si no se consigue el apoyo del pueblo, es posible que el adversario termine por conquistarlo, en un ambiente social en el que tiene más impacto una imagen que el más potente de los proyectiles. Ciertamente, no se trata de quién ha ganado o perdido, sino de quién se considera que ha salido victorioso, pues es más una cuestión de percepción que de realidad. En los actuales enfrentamientos asimétricos, los hechos pueden resultar muy engañosos y difíciles de identificar. Aunque parezca grotesco, lo más rentable es ganar mediáticamente el conflicto, aunque militarmente se pierda. Es fundamental realizar todos los esfuerzos por vencer en la guerra de la comunicación, pues, de lo contrario, todas las energías gastadas habrán sido en balde o, lo que es incluso peor, se estará dejando la puerta abierta para que sea el adversario quien juegue sus cartas comunicativas y termine ganando la partida. Por ello es clave diseñar operaciones basadas en los afectos, que busquen un resultado mediático y transmitan una narrativa más allá de los meros efectos físicos y cinéticos.
Pedro Baños
El dominio mundial, página 216
El control de los pueblos se consigue primero con la conquista del poder cultural, antes que con el poder político. Si se logra influir en la forma en que los individuos entienden la realidad, se les podrá hacer creer lo que se quiera y convencerlos incluso del candidato o partido por el que deben votar. El cine y los medios de comunicación, como ya hemos señalado, se han convertido en las armas perfectas para esto, ya que sirven como mecanismo para vender al mundo una determinada manera de pensar.
Pedro Baños
El dominio mundial, página 218
Muchas compañías aplican el concepto de obsolescencia programada, es decir, la programación del fin de la vida útil de un producto; así, tras un periodo de tiempo calculado de antemano por el fabricante o la empresa durante la fase de diseño del artículo, este se torna obsoleto, no funcional e inútil. Este concepto se enlaza con el de obsolescencia percibida, que se aplica en diversas industrias, el mundo de la moda, el sector del automóvil y los productos electrónicos; consiste en variar de forma constante los diseños para generar en el consumidor la sensación de poseer productos un tanto anticuados y, en consecuencia, crear la «necesidad» de adquirir los modelos recién lanzados al mercado. Por descontado, una vez conseguidos estos objetos, el grado de felicidad no se ve incrementado, pues tan solo ha sido un paso intermedio que va a prepararnos para que ansiemos las siguientes novedades tan pronto como aparezcan. En cierto modo, estamos ante la paradoja del cuento de «El hombre de la camisa feliz», de León Tolstói: cuando por fin los emisarios del zar encuentran a un hombre feliz, cuya camisa necesita el emperador para recuperar la salud, descubren que no tiene camisa. No es nada nuevo. El único cambio es el ritmo acelerado y compulsivo de ese deseo de posesión de bienes materiales, que nos impide alcanzar la felicidad por la constante referencia a lo que supuestamente nos falta. • Podríamos pensar que, gracias a los avances actuales, los ciudadanos tenemos más capacidad para juzgar aquello que se dice en los medios, pero realmente la infotoxicación o información en exceso —también denominada infoxicación o infopolución— lleva a la confusión y la creación de falsas noticias, pues en la mayoría de los casos obtenemos datos poco fiables y sin contrastar. Esta sobreinformación tiene el efecto pernicioso de impedirnos pensar por nosotros mismos, pues la avalancha de noticias, de una duración efímera, imposibilita tener tiempo para la reflexión y el análisis. E incluso a veces puede llevarnos a creer que estamos pensando por nosotros mismos, lo que se convierte en el sumun de la manipulación.
Pedro Baños
El dominio mundial, página 222-223
En la actualidad, las empresas comerciales emplean sofisticadas técnicas de neuromarketing para incrementar sus ventas. Convertidas prácticamente en imposiciones psicológicas, dichas estratagemas nos impulsan a pensar que tenemos que ser desgraciados e infelices por el mero hecho de no poder disfrutar de ciertos bienes materiales, o de algunos servicios o actividades —como viajar a lugares aparentemente exóticos, cuando luego, en realidad, no salimos del entorno de los resorts, muy iguales entre sí en cualquier parte del mundo.
Esta necesidad de consumo impuesta provoca un resultado pernicioso no siempre debidamente valorado, que podemos denominar percepción de injusticia o efecto Instagram. Al contrario de lo que sucedía hasta hace muy pocos años, hoy las personas más desfavorecidas ven a diario —por televisión vía satélite, Internet o las redes sociales—un mundo que se presenta como paradisíaco, en el que todos sus habitantes parecen ser felices por disponer de multitud de bienes materiales; una sociedad en la que hasta la enfermedad y la fealdad han desaparecido, pues los usuarios de Instagram, como es obvio, solo cuelgan las fotos y los vídeos de sus mejores momentos, en muchos casos creados de forma artificial o retocados. Ante estos contextos que se muestran tan idílicos, tiene toda la lógica que las personas que viven en condiciones adversas se sientan injustamente tratadas por el destino y aspiren a disfrutar de los mismos placeres terrenales. Y más cuando la machacona publicidad nos induce de manera sistemática a plantearnos que, de no poseer los objetos anunciados, tenemos que ser infelices por definición. Obviamente, esta situación es un claro inductor a la movilidad geográfica, en búsqueda de esos paraísos artificiales.
Pedro Baños
El dominio mundial, página 222-223
Las noticias falsas tienen un alcance menor del que en principio se podría suponer por lo mucho que se oye hablar de ellas. Sin embargo, quizá sea interesante considerar que las redes sociales son, cada vez más, una de las fuentes que nutren los titulares de la prensa tradicional, por lo que, si una noticia llega a ser viral en las redes, lo que suele suceder con enorme rapidez, acabará trasladándose a los medios tradicionales y obteniendo la legitimidad que se asocia a ellos.
Pedro Baños
El dominio mundial, página 230
Cuando «nada es verdad y todo es posible», como dice Peter Pomerantsev lo que principalmente perdemos es la esperanza de saber qué ocurre en realidad. Cuando los medios basan sus estrategias en instrumentos que les permiten incrementar su audiencia o el número de clics que consigue una publicación, el público termina por desesperarse y ser incapaz de encontrar elementos veraces. Y cuando esta lucha transforma a los medios en instrumentos destinados a la distracción y el ocio en vez de a la información, el público se transforma en espectador de una obra de ficción. El ser humano tiene una curiosidad natural que le impulsa a conocer y buscar las causas y consecuencias de las cosas. Pero, por otro lado, un buen número de personas prefieren la comodidad de una verdad establecida, incluso de un relato prefabricado —como en el caso del mundo orwelliano de 1984—, antes que el desafío de enfrentarse a las contradicciones y las injusticias que las rodean.
Pedro Baños
El dominio mundial, página 230
En realidad, la sobreinformación lo único que hace es facilitar el acceso a distintas fuentes, pero no reducir el impacto inicial de las fake news.
Pedro Baños
El dominio mundial, página 232
El uso, cada vez más avanzado, de la inteligencia artificial en la generación de noticias falsas y desinformación (sea en texto, audio o vídeo) pretende ser contrarrestado con las mismas armas. Las máquinas son entrenadas para generar textos y también para identificar aquellos que han sido creados artificialmente. En la guerra de la desinformación se mantiene también la pugna entre los ataques y las defensas, y entre las tecnologías aplicadas a ambas acciones. El problema es que, al contrario que con las ballestas, que podían afectar al resultado de alguna parte de la batalla, la información llega a todas las personas y modifica los relatos y las visiones que tenemos los ciudadanos sobre cualquier asunto.
Pedro Baños
El dominio mundial, página 233
No estamos lejos de la narcosociedad, en la que los ciudadanos parezcamos poco menos que zombis que necesitan su dosis diaria de falsa realidad, narcotizados, confusos y plenamente manipulados. Nuestra vida será una simulación por ordenador. Entonces ¿en qué creeremos? ¿En los nuevos profetas que surjan diciéndonos que solo ellos nos traen la verdad? El riesgo es que esa verdad la proporcionen los grandes grupos, como Facebook o Google. Estos pueden convertirse en los nuevos dioses a los que adorar, como creadores de realidades. Al menos eso es lo que a ellos les gustaría.
Pedro Baños
El dominio mundial, página 234
Para que tengan éxito las operaciones de manipulación de relatos y su difusión por grupos interesados, es fundamental la selección de las audiencias. La «verdad distorsionada» está dirigida a un público concreto que va a interpretarla de acuerdo con los intereses del emisor. De hecho, para cada colectivo se elaboran narrativas diferentes que converjan en la idea final que se quiere alcanzar o que, en el peor de los casos, desactiven la voluntad de resistencia del adversario ante la abrumadora presencia de discursos opuestos a su idea. Las injerencias suponen más un apoyo a ideas previamente existentes que la generación de un discurso nuevo. Se trata de aprovechar un estado de ánimo o una situación específica para provocar el caos o el malestar, más que de crearla desde cero.
Pedro Baños
El dominio mundial, página 239
A base de la manipulación de la información se puede alterar el filtro, la lente a través de la cual se perciben las realidades, aunque estas no se modifiquen en sí mismas. Es algo parecido a la caverna que describe Platón en La república, solo que ahora se trataría de todos los habitantes del planeta encerrados en una gigantesca gruta en la que se nos condicionaría totalmente, y quien quisiera escapar de ella para conocer la realidad correría el riesgo de ser eliminado. Parece un juego inocente, pero en el siglo XXI la realidad es más irrelevante que nunca. Lo importante es lo que cada persona percibe y lo que esto significa para ella. Si se modifica la visión individual y colectiva de la realidad, se estará cambiando el significado de esta de una forma sutil e incluso legal. Estos cambios paulatinos conducen a situaciones como la de la rana en el agua hirviendo: la subida progresiva de la temperatura hace que vayamos acomodando los valores a la nueva situación percibida, de modo que nunca tengamos la tentación de rebelarnos.
Pedro Baños
El dominio mundial, página 240
La sobreinformación y la desinformación se han convertido en una nueva censura, pues su finalidad es la misma de la clásica: condicionar nuestra opinión en una única dirección.
Pedro Baños
El dominio mundial, página 242
¿Todavía creemos que de verdad tenemos libertad para elegir nuestro modo de vida? Mucho menos de lo que pensamos. Estamos más condicionados de lo que nos imaginamos. Hay demasiado estratega hábil trabajando en la sombra de lo que se nos comunica.
Pedro Baños
El dominio mundial, página 244
La confusión es una de las armas más utilizadas en el ciberespacio; confusión en cuanto al tipo de ataque que se realiza, a los objetivos que se persiguen y, sobre todo, al origen de la agresión. Son los ataques de falsa bandera cibernéticos, en los que se disfraza la información del virus en cuestión para que parezca provenir de otro atacante. Sin duda, los problemas en cuanto a la atribución de los ataques son una de las claves que dificultan la regulación del ciberespacio.
Pedro Baños
El dominio mundial, página 254
El ransomware es una de las modalidades más frecuentes de ataque informático. Consiste en cifrar el contenido del ordenador de la víctima —o el ordenador mismo— y exigir el pago de un rescate para desencriptarlo. Normalmente, el virus llega en el contenido de un correo electrónico o se descarga automáticamente al abrir una página web previamente infectada. Aunque lo habitual es que el pago se tenga que realizar utilizando criptomonedas (monedas virtuales), empiezan a darse casos en los que la exigencia no es económica, sino que se pide una declaración política.
Pedro Baños
El dominio mundial, página 255
De un modo simplificado, diremos que se entiende por guerra híbrida cuando las partes enfrentadas sincronizan diversos instrumentos a su disposición (militares, políticos, económicos, civiles y de información), aplicados en diversos grados y formas, con la finalidad de alcanzar efectos superiores a los que se podrían conseguir de utilizarlos de modo aislado. Asimétrica en esencia, este tipo de lucha tiene como principal característica la ambigüedad, de modo que se dificulte la capacidad del contrincante para darse cuenta de que se le está aplicando, procurando que, cuando finalmente se aperciba de ello, los daños sean lo más irreversibles posible y las capacidades de defensa y respuesta, minimizadas o inservibles. Ello hace muy complicado detectar, identificar y atribuir a un actor concreto las acciones de la guerra híbrida.
Pedro Baños
El dominio mundial, página 257
Si atendemos a las distintas acepciones de su definición, la inteligencia faculta para aprender, es decir, para adquirir conocimientos. Estamos de acuerdo en que a una máquina se la puede programar para que almacene mucha información, muchísima. Pero inteligencia también significa comprender y resolver problemas, lo que implica razonar, y eso ya empieza a ser más complicado… incluso para los propios humanos. Además, se nos olvida con demasiada frecuencia el último significado de inteligencia: sustancia puramente espiritual. Y eso es atribución exclusiva de las personas. Así, por mucho que la llamada inteligencia artificial avance en la creación de programas informáticos que efectúen operaciones semejantes a las de la mente humana, parece quedar todavía muy lejos el tiempo en que las máquinas dispongan de alma, de sentimientos y pasiones, como para llegar a razonar, o a ser tan irracionales e impredecibles como el ser humano. Eso así, salvo que estemos hablando de razonamiento «lógico», en el sentido digital.
Pedro Baños
El dominio mundial, página 270
Aunque a veces se prefiera vivir en la ignorancia, y seguir creyendo que la ingeniería social solo es otra leyenda urbana, la verdad es que es bien cierta y cada vez está más presente en nuestra manipulada existencia. La podríamos definir, de un modo simplificado, como extraer información de una persona sin que sea consciente de ello para ser empleada con fines aviesos. Se suele centrar en datos sensibles, cuya revelación normalmente va a causar un grave perjuicio a la víctima, pudiendo ir desde claves de acceso a sistemas hasta información de índole personal.
Pedro Baños
El dominio mundial, página 276
No cabe duda de que los avances tecnológicos modifican constantemente los paradigmas geopolíticos. Precisamente por ello, se debe mantener la esencia de las virtudes que han hecho evolucionar a la humanidad. No se puede caer en la trampa de la tecnología y pensar que, como las máquinas ya lo van a solucionar todo, dichos valores ya están desfasados. Probablemente son más válidos que nunca; solo que hay que saberlos aplicar de modo diferente, adecuados a los tiempos. Confiarlo todo a la tecnología puede ser catastrófico para la civilización tal como la conocemos, significar la deshumanización del mundo. La tecnología es precisa y fundamental, pero no la tecnología per se, ni como fin, sino como un medio más para conseguir los objetivos que se establezcan, que siempre deberían estar relacionados con el bienestar y la seguridad humana. El pensamiento debe ir por delante de la tecnología, y no al revés. La ciencia solo puede ser un elemento de apoyo, por importante y desarrollada que sea, al proceso de evolución y perfeccionamiento de la persona. Para ello, los avances tecnológicos deben ir acompañados de una ética o moral adecuadamente adaptadas, pues, de otro modo, se corre el riesgo de convertir a los seres humanos en simples robots controlados por una minoritaria élite mundial. Ante esta «tecnologificación» e «hiperdigitalización» de la sociedad, no es descartable que surjan grupos de personas contrarias a los avances tecnológicos. Frente a esta intromisión en todos los aspectos de nuestras vidas, propugnarán cuando menos que el progreso sea más lento y «humano». Puede que los anti-tech lleguen incluso a plantearse un aislamiento tecnológico completo, para privilegiar los aspectos más profundos de la persona. En definitiva, un retroceso tecnológico, un regreso a la vida «analógica», en la que el ser humano recupere todo su valor y el pleno control del mundo.
Pedro Baños
El dominio mundial, página 278
«Las gentes de este país han cedido a la vanidad y al apego a los bienes materiales, se han aficionado a la vida fácil y no quieren casarse o, si lo hacen, se niegan a mantener consigo a los recién nacidos o solo crían uno o dos como máximo.» Esta frase la podríamos escuchar hoy en día en cualquier rincón de la práctica totalidad de las sociedades avanzadas actuales. Pero quien la dijo no es ningún político o sociólogo de nuestro tiempo, sino el historiador griego Polibio
Pedro Baños
El dominio mundial, página 290
desde una perspectiva geopolítica, un país con población decreciente y envejecida puede verse más amenazado por sus vecinos o sus tradicionales enemigos, especialmente si éstos cuentan con abundante población joven y predispuesta a ir a la guerra.
Pedro Baños
El dominio mundial, página 292
Así pues, y siempre que no haya un gran cataclismo —natural o provocado por el hombre— o una guerra generalizada y de alta intensidad que modifique sustancialmente el ritmo de evolución actual, las principales tendencias de la demografía mundial y sus consecuencias serán: envejecimiento, youth bulges (los youth bulges (significa algo así como «protuberancias juveniles») hacen referencia a la mayor proporción de jóvenes sobre la población total de un país (según la definición de Naciones Unidas, por joven se entiende a aquellos individuos de entre 15 y 24 años), migraciones y urbanización.
Pedro Baños
El dominio mundial, página 295
¿Son los países con grandes cohortes de jóvenes más proclives a experimentar revueltas sociales? Este tema ha suscitado, y sigue haciéndolo, mucha atención en círculos políticos y de expertos. Robert Kaplan, en su libro The Coming Anarchy, afirma que esta anarquía, que da nombre al título y que hará temblar a los Estados, provendrá de los factores demográficos y medioambientales. Es precisamente un factor demográfico, los youth bulges, el que se está utilizando últimamente para explicar la inestabilidad política en el mundo árabe y el reclutamiento de combatientes para las redes terroristas salafistas-yihadistas. Estudios de Samuel P. Huntington, Henrik Urdal, Richard Cincotta y John A. Doces coinciden en concluir que la existencia de youth bulges —especialmente cuando están dominados por jóvenes varones y desempleados— está relacionada con una mayor probabilidad de conflictos violentos y revoluciones. Los mismos estudios también indican que una edad media baja en la población puede retrasar la consolidación de la democracia y hacer insostenibles los avances democráticos. Cuando los jóvenes suponen más del 35 % de la población, el riesgo de conflicto armado es 150 veces superior que en otros países con estructuras demográficas parecidas a las de las sociedades avanzadas.
Pedro Baños
El dominio mundial, página 299
… las altas tasas de desempleo entre jóvenes con formación elevada es uno de los factores más desestabilizantes y potencialmente causantes de fenómenos sociopolíticos violentos en cualquier régimen, sea autoritario o democrático. Este dato, de tremenda relevancia, deberían tenerlo muy en cuenta los dirigentes políticos de los países europeos, pues, dado que el fenómeno parece ir en aumento, la inestabilidad social puede ser solo cuestión de tiempo. De hecho, fue la causa del inicio de las movilizaciones que dieron origen a las (mal) llamadas primaveras árabes, pues la juventud de Túnez y Libia, donde comenzaron, tenía una formación muy superior a sus expectativas laborales.
Pedro Baños
El dominio mundial, página 301
La humanidad se enfrenta, por tanto, no solo al mismo planeta con más personas y más migraciones, sino también a otro escenario completamente distinto. El nuevo mundo tendrá más gente, sí, pero además cambiará la edad y las tasas de crecimiento, que pasarán de centrarse en los países desarrollados a los países en vías de desarrollo, de los ricos a los pobres. Cómo se enmarque este reto en las agendas políticas internacionales será clave en las próximas décadas. En este punto es muy importante mencionar el modo en que se integrarán las personas migrantes en las sociedades de acogida. Si hay integración, puede ser una situación en la que los migrantes aprendan habilidades valiosas de trabajo y vuelvan a sus países de origen o envíen a sus hijos de vuelta para que puedan construir nuevas industrias y crear puestos de trabajo. De lo contrario, si los migrantes no se integran y aparecen barreras discriminatorias, ambas sociedades perderán.8 A este respecto se puede decir que sería suficiente con que los recién llegados se incorporen aceptablemente a la sociedad receptora, pues la integración plena, con todo su significado de práctica pérdida de la identidad original, es mucho más difícil y, además, no tiene por qué ser exigida. Lo fundamental es que el inmigrante respete las leyes, usos y costumbres del lugar de acogida. En otras palabras, y recurriendo a las definiciones de la Real Academia Española, que en vez de integrar, en el sentido de «hacer que alguien pase a formar parte de un todo», sería bueno apostar por adaptar, en cuanto a «acomodarse a las condiciones de su entorno», lo que a buen seguro haría que las personas encajasen mejor en los lugares de recepción, sin perder necesariamente su identidad.
Pedro Baños
El dominio mundial, página 303
… los procesos demográficos deben ser un tema prioritario en cualquier agenda política, que debe observarse desde un prisma holístico, realista y desideologizado, pensando en primer lugar, por supuesto, que se trata de seres humanos que merecen todo el respeto, pero también atendiendo y entendiendo perfectamente todas las importantes consecuencias políticas y sociales, además de las económicas, que generan. De abordarse con un apasionamiento excesivo que lleve a una apertura indiscriminada de las sociedades de acogida, esta bondad y humanidad, a priori tan elogiable, puede volverse en contra de los propios benefactores y de los beneficiados, pues una deficiente gestión que provoque una llegada masiva de inmigrantes, su exclusión social y el rechazo de una importante parte de la población, puede terminar por dar lugar al nacimiento de grupos político-ideológicos xenófobos y racistas que, en casos extremos, pueden llegar a hacerse con el gobierno del país y revertir todo el proceso migratorio.
Pedro Baños
El dominio mundial, página 306
Las ciudades son motores de crecimiento y ayudan al progreso económico, pero el aumento de las desigualdades y la falta de distribución equitativa de los recursos pueden crear urbes fragmentadas, generando problemas de inseguridad, lo que se quiere eliminar vigilando y controlando a los individuos. Pero ¿cuál es el límite entre la privacidad de los ciudadanos y su seguridad? Parece que no existe una respuesta fácil, pero es de esperar que las ciudades sean espacios con capacidad no solo de hacer frente a una situación adversa, sino también de adaptarse a nuevas circunstancias, ser flexibles ante lo que pueda ocurrir.
Pedro Baños
El dominio mundial, página 311
La década que muchos expertos señalan como el punto de inflexión en cuanto a la transición demográfica que se está empezando a experimentar será la de 2020, quizá con el momento álgido en 2030. ¿Cómo hay que prever esta década concretamente? Goldstone intenta dar la respuesta en su obra Political Demography: «Los efectos políticos irán desde crecientes disparidades demográficas entre: Estados-nación, como una Rusia decadente frente a un creciente Pakistán; grupos de edad, como la alta proporción de jóvenes frente a las personas mayores en Afganistán; grupos rurales frente a los urbanos, como la urbanización en Oriente Medio; y grupos religiosos y étnicos diferentes dentro del mismo Estado, como hindúes y musulmanes en India, o evangélicos y seculares en Estados Unidos. Cada forma de disparidad demográfica está asociada a diversas posibilidades políticas que solo cabe conjeturar: cambios intraestatales en el tamaño y la edad de la población afectarán a la balanza del poder global».
Pedro Baños
El dominio mundial, página 317
El mundo se dirige a una época de grandes retos, donde la demografía será clave en la política y en la seguridad internacionales. Cualquier planificación que busque responder a las amenazas y retos a la paz mundial, y que marque la agenda geopolítica, tiene que pasar necesariamente por una aproximación holística en la que las cuestiones demográficas, y sus consecuencias, sean el eje de todas las estrategias. Uno de los grandes peligros que se ciernen por no saber gestionar adecuadamente este escenario es que se produzca una subversión urbana internacional, es decir, una movilización masiva y violenta en las principales ciudades del mundo, que se iría extendiendo, como un reguero de pólvora, de urbe en urbe, imposible de sofocar ni con policías ni con ejércitos, y ni siquiera con armas de ningún tipo. Los edificios se convertirían en las trincheras, haciendo imposible desalojar a cientos de miles o millones de personas de un modo discriminado y sin que se produjera incluso una mayor escalada de la violencia. Habrá que esperar a ver cuáles son las decisiones y movimientos políticos que se llevan a cabo para evitar tales acontecimientos, pero una cosa está clara: es necesario actuar, y hay que hacerlo ya, si deseamos que cambien los pronósticos.
Pedro Baños
El dominio mundial, página 322
Corrupción política, crisis económica, decadencia moral, empobrecimiento de grandes masas de la población, utilización del Estado para promover y proteger los intereses de los más poderosos. Puertas giratorias, control estratégico de recursos naturales por parte de grandes propietarios generando potentes oligopolios o monopolios, fuerte concentración de la población en medios urbanos, conflictos intensos, desplazamiento de masas de trabajadores fuera del sistema, cambios en la concepción de la economía que repercuten en el orden social y político, ocio constante vinculado a las clases populares, problemas de representación política, surgimiento de líderes políticos carismáticos, tensiones entre civilizaciones… Lo que se acaba de describir es una panorámica de los hechos conocidos como la crisis de la República romana, que dio paso a la aparición de Julio César y de Octavio, y al surgimiento del Principado. Pero, curiosamente, existe un casi absoluto paralelismo con el mundo actual. Incluso la llegada masiva de esclavos a la metrópolis, que llevó a la pobreza a campesinos y artesanos, se podría asimilar a la aparición de la inteligencia artificial, la robotización y la digitalización de la economía, o lo que algunos llaman economía 4.0 o cuarta revolución industrial,1 proceso sobre el cual hay más dudas que certezas, pues los expertos no se ponen de acuerdo sobre si habrá muchos menos empleos, o simplemente serán muy diferentes.
Pedro Baños
El dominio mundial, página 322
Donald Trump, al que muchos toman por poco menos que un bufón inculto y casi paranoico, en realidad podría ser mucho más astuto de lo que se cree y él mismo se empeña en manifestar. Podría ser el perfecto ejemplo de «el tonto que hace tontear», es decir, de aquel que aparentando ser lelo o tener pocas luces, lo que hace es inducir a los demás a cometer tonterías que a él le beneficien. Lo que es cierto es que, si en verdad Trump fuera un peligro para su país, lo primero es que nunca se le habría permitido llegar a la presidencia, y una vez demostrada la ineficacia en el cargo, se habría encontrado la forma de apartarlo del poder. Otra cosa es que tenga muchos enemigos, como ha quedado de manifiesto. Desde los que quieren manejar el país desde las sombras e imponer otras corrientes ideológicas, a la prensa demócrata de ambas costas del país, pasando por los que todavía siguen en altos cargos gubernamentales —comenzando por los servicios de inteligencia— colocados allí por Obama. No obstante, Trump todavía puede servir de chivo expiatorio a los poderes fácticos para culparle de fracasos o errores imprevistos que cometa Estados Unidos.
Pedro Baños
El dominio mundial, página 330
El mundo nos ha conectado y debemos vernos como parte de un todo diverso y unido. Una solución personal es temporal si no es para todos. Es a la vez tan básico, tan sencillo y tan rotundo como esto. Ojalá no lo olvidemos nunca.
Pedro Baños
El dominio mundial, página 334
Se da la paradoja de que, mientras en el mundo hay más de 830 millones de personas con alimentación deficiente, y más de 30.000 mueren diariamente de hambre, hay más de 1.670 millones con sobrepeso, de las cuales al menos 710 millones se consideran obesas. En Estados Unidos hay un gasto diario de unos 200 millones de dólares en métodos de adelgazamiento; además, aproximadamente 600 millones de dólares al día es el coste que suponen las enfermedades relacionadas con la obesidad.
Pedro Baños
El dominio mundial, página 378
Los últimos informes apoyados en tecnología aeroespacial determinan que ya el 80 % de la población vive en zonas urbanas, unos 6.400 millones de personas.
Pedro Baños
El dominio mundial, página 379
Para algunos expertos, el mundo se dirige a una sociedad de ciudades, en la que la gobernanza principal residiría en los alcaldes. En este supuesto existiría una entidad supranacional que aglutinaría a todos los ciudadanos o un estadio intermedio, que podrían ser los Estados, con competencias limitadas.
Pedro Baños
El dominio mundial, página 379
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