La medida exacta
La habitación al principio fue solo una habitación.
Algo donde dormir o trabajar.
Un refugio cuando caía la lluvia
o cuando el cielo estallaba al mediodía.
El tamaño real de la habitación
era, en verdad, impresionantemente normal.
Pero él nunca pudo verlo del todo bien,
siempre era demasiado grande o muy pequeño.
Un día, sin embargo, oyendo las paredes
como templos alrededor de sus oídos,
él agarró un arma o una vara de medir,
la utilizó, y obtuvo la medida exacta.
Anthony McNeill
Traducción de Trinidad Mendoza y Francisco Garzón Céspedes
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