Brújulas de luz
Las palabras
se encierran como soles en las espaldas
de los hombres
una espada para cortar el hueso
un filo para la espuma.
Las palabras
torbellino de imágenes que se vanaglorian
del cielo rojo de nuestra piel.
Las lenguas extranjeras son acordes
en la sed del hombre que es ventana
o muerte.
Las palabras
pequeñas brújulas de luz
en la caída de los desposeídos.
Todo se irá a la basura
Mi corazón estallará como piñata de fiesta
de lo que algún día fui no queda nada
sólo vómitos de transeúntes
la borrachera es la última victoria
en estos días
la mejor poesía se sigue escribiendo en los baños públicos
tanta es mi náusea
que le vomitaré a la mujer que amo
y después me la devoraré
con un poco de esfuerzo pero con la muerte
dividida en mi garganta
Augusto Rodríguez
El escorpión
Es verdad
que la poesía habita en la llaga
y en el suicidio.
Los poetas salvaguardan su cáliz
pues conocen que las palabras blancas
son inofensivas en la sangre
pero siempre el poema
es una piedra
que crece en el cerebro
del escorpión.
Un pez
un río
un ojo
aletea
Augusto Rodríguez
La intemperie del mundo
Las palabras
movimientos desenfrenados
que cruzan
la intemperie del mundo
y la poesía
rejuvenece hasta los árboles.
No es cosa de ofender al lenguaje
que tampoco perdona.
El crimen es el grito destemplado
de las palabras.
La vocales yacen mudas en las amígdalas
y en el cielo
de nuestras frustraciones.
Carlos Augusto Rodríguez Ramos
Quemaré todas mis naves en tu cuerpo
Todos se han ido
nadie queda a lado
de mis huesos
mas esa vela encendida que alguna
ardió en tu cuerpo
la cera se fue derritiendo en tu piel
mordías el aire
de la locura
quemaré todas mis naves en tu cuerpo
pues ya no queda
nada de nada
mas esa vela encendida que arderá
eternamente
Augusto Rodríguez
Trabajar cansa
“Trabajar cansa”, ya lo dijo el poeta Pavese
y es que todo me cansa
hasta lavarme los dientes
o ponerme medias para dormir
¿quién pudiera ser
todavía un niño que juega al balón
y no tuviera miedo
de envejecer o morir?
¿quién me regalará pronto
un poco de veneno
para beber antes que llegue el fin?
Augusto Rodríguez
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