A Juan de Castellanos
El seno más preñado y generoso
de la concha avarísima que cría
los tersos granos que Colonia envía
al último britano, al chino hermoso;
y el objeto más grato al codicioso
de fértil vena, que su aumento fía
del planeta mayor, y al claro día
hurta el vivo color rojo y fogoso,
por luna mestrua y por su hermano ardiente
se alteran en virtud de oculto genio
faltando a los pronósticos indianos:
Tú solo, sin temer nuevo accidente,
coges el fruto eterno de tu ingenio
en heroicos poemas, Castellanos.
Ciprián de la Cueva
No hay comentarios:
Publicar un comentario