A las doctas cenizas del gran poeta Juan Pérez de Montalbán
   En este Mausoleo un Fénix yace,		
que nunca tanto ser lo ha parecido.		
Como ya que ha ceniza reducido		
desde su Ocaso a nuevo Oriente nace.		
   Por más que lo voluble lo amenace
apostando a su crédito el olvido		
el vuelo d su pluma esclarecido		
a más glorioso, a su pesar le hace.		
   Breves lustros gozó (¡desgracia nuestra!		
que el destino a los méritos no mira)
si bien en la verdad vive infinitos.		
   Pues siéndolo sus números, bien muestra		
no morir Montalbán, que si hoy espira		
es para eternizarse en sus escritos.
Juan Antonio Deza y del Águila
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