Juan Bautista Diamante

De cuerpo breve, hermoso, y fabricado,
de mano más divina que estudiosa,
atento a su hermosura milagrosa,
vi el Cielo en una piedra retratado.

   De la propia materia era tallado
el vestido, con arte misteriosa,
que no buscó quien supo hacerla hermosa
para su perfección honor prestado.

   A un niño, que de Dios el ser encierra,
abrazaba con tierno amante celo,
haciendo a sus cariños dulce guerra.

   Gozaba en Dios María su consuelo,
mas como con los dos se vio la tierra,
fue mientras los gozó la tierra Cielo.

Juan Bautista Diamante
De El sol de la sierra






















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