A la muerte de Lope de Vega
   El grande, el raro, el solo, el peregrino		
admirado esplendor del suelo Hispano,		
hoy a la muerte satisfizo humano		
las sospechas que tuvo de divino.		
   En sus obras la pira se previno,
que ofrecérsela digna fuera en vano,		
cuanto excelsa Pirámide el Gitano		
Nilo ostenta en espejo cristalino.		
   Emula de su fama, ¡o muerte fiera!		
el vital tronco tu fatal guadaña
deshizo al golpe de mortal herida.		
   Mas renaciendo a superior esfera		
procedió del eclipse luz a España,		
y de la muerte a su memoria vida.
Juan Astete de Monroy
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