Soneto
Grande Francisco, siempre soberano,
en quien nunca logró naturaleza,
ni el amago más leve de flaqueza,
ni la seña menor de ser humano.
Grande Francisco, cuyo imperio ufano,
aun cuando más dormía la entereza
fabricó altos ejemplos de pureza,
noble envidia del Indio, y del Romano.
Aunque torpe el valor en lo dormido,
logró el tuyo sagrado vencimiento,
cuanto más del sosiego suspendido.
O alto poder de un inculpable aliento,
pues tan constante huye sin sentido,
lo que huye la razón con sentimiento.
Pedro Mayor y Descals
No hay comentarios:
Publicar un comentario