A la muerte de Lope de Vega
¡O quién pudiera en lágrimas bañado,
o quién bastara en mares convertido,
pagar, o Félix, lo que te ha debido,
decir, o Lope, lo que te ha pagado!
Sólo el silencio diga mi cuidado,
que no alcanza la voz tanto gemido,
porque en la esfera corta de un sentido
mal cabe un sentimiento dilatado.
No es lo que lloro yo tu triste suerte,
pues mejoras de vida en la partida,
sino al mía, de vivir sin verte.
Que tú vivo en tu fama repetida
con otra vida triunfas de la muerte,
y yo no quedo con ninguna vida.
Alonso Pérez de Montalbán
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