Soneto
Cobarde imagen, bárbara perjura,
del lascivo, del torpe ciego empeño,
de la noche te vales, y del sueño,
por ser dos veces en tu intento oscura.
Que le tienes respeto se asegura,
en buscar, y emprender dormido al dueño
de tu traición fue ensayo, fue diseño,
que a borrarse nació en su sombra impura.
Aun soñando, Javier, santa milicia,
al corazón magnánimo le advierte
sangriento, y defendido en el ocaso.
Desbarató la entrada a la malicia,
pues burló el enemigo, guardó el fuerte,
lleno el foso de sangre, y cerró el paso.
Joseph Lupercio Panzano
Soneto
Esta correspondencia que hoy alcanza
Javier en tu dolor, y tan ferviente,
con la sangre de Cristo felizmente,
te esmalta de su gloria tu esperanza.
Dos semblantes, con sola una mudanza,
pasar el uno, lo que el otro siente,
esta no es ser imagen solamente,
algo más ha de ser, que semejanza.
Templadas cuerdas de instrumento han sido,
acorde en el dolor y la memoria,
Cristo, y Javier asuntos de una fama;
feliz Santo, pues pruebas conocido,
en tu Patria solar la ejecutoria,
por la sangre que Cristo te derrama.
Joseph Lupercio Panzano
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