A don Agustín Salazar y Torres
Hojas Son de Laurel, que ciñe ahora,
cuantas este Volumen docto incluye,
cuerpo, que en caracteres sustituye
el Alma, que en sus líneas atesora.
En el eterno vive el que mejora
la suerte, que al morir feliz se arguye,
que la felicidad sigue al que huye,
cuanto al que la pretende le desdora.
Azar tuyo en su nombre, y en su suerte,
pero Sal en su ingenio peregrino,
Sal Azar de sagrada Primavera.
Sal donde llegue el Mundo a conocerte,
que Azar contra los soplos del destino,
flor has de ser del Sol, que Sal te espera,
Manuel Ordóñez de la Puente
Sobre el mismo tema
Estatuas, piras, urnas, mausoleos,
erijan a Alejandros y Escipiones,
donde eternas se aclamen sus acciones,
con la insensible voz de sus trofeos.
A Salazar consagren sus empleos
Ara que le dedique estimaciones,
sustituyan al mármol los renglones,
coronando su sien lauros Sabeos.
Nuevo Apolo en dos mundos celebrado,
por su Ingenio, su Ciencia, su Nobleza,
bien conocido, cuanto mal premiado.
Que casi se ha hecho ya naturaleza
ser, el que es entendido, desdichado,
o afrenta vil de la mayor grandeza.
Manuel Ordóñez de la Puente
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