El caballo del fabulista
   Más de cien veces he, señor, sufrido		
un hambre que aún me aflige imaginada,		
porque otras tantas me faltó cebada		
después de haber sin término corrido.		
   Soy caballo, y de usted; mas ha debido
usted a mi constancia ya cansada,		
que del contrario la tajante espada		
no le haya pierna o brazo dividido.		
   Soy honrado; sufrí; mi fuerza y brío		
han hecho que triunfante usted se vea,
y no una sola vez. Pero, amo mío,		
   si pretendiese usted que útil le sea,		
mucha paja y cebada a mi albedrío,		
porque aquel que no come no pelea.
Marqués de Casa Cagigal
No hay comentarios:
Publicar un comentario