Málaga reconquistada
   Estaba escrito, sí, con desaliento		
la raza musulmana resistía		
y el último dominio defendía		
en los espasmos del postrer aliento.		
   Vano fue su poder, vano su intento;
el fulgor de sus glorias se extinguía		
y su imperio temible, perecía		
del cristiano ante el ímpetu violento.		
   Pronto se alzó la Cruz en la Alcazaba		
pregonando su triunfo por doquiera
el dominio del árabe alcanzaba.		
   Mientras vencida la indomable fiera,		
perdida para siempre contemplaba		
el último jirón de su bandera.
José de Navas Ramírez
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