Karin Fossum

"Aunque tú nunca hayas sentido amor, no quiere decir que no exista."

Karin Fossum
Una mujer en tu camino



"Siempre me movía por el centro con gran discreción, mirando a derecha e izquierda antes de entrar en una habitación. Les tiraba del pelo y les arañaba, pero nunca me había visto nadie hacerlo. Y, sin embargo, había notado el ambiente muy enrarecido, las largas y recelosas miradas, como si hubieran sabido algo. No podía entenderlo."

Karin Fossum
Yo veo en la oscuridad



"Todo empezó con el viaje de Gunder Jomann. Fue a la India a buscar una mujer, aunque no decía eso cuando la gente le preguntaba, no decía que esa era su intención. Apenas lo admitía ante sí mismo. Cuando los compañeros de trabajo le preguntaban, él contestaba que se trataba de un viaje para conocer mundo. ¡Qué gran exceso! Él que era tan modesto. Salía muy rara vez, nunca asistía a las cenas de Navidad de la empresa y siempre andaba ocupado con su casa, su jardín o su coche. Tampoco había tenido nunca una mujer, decían. A Gunder no le importaban las habladurías. En realidad, era un hombre que sabía lo que quería. Lento, sí, pero llegaba a donde se proponía sin hacer ruido. Y no le importaba el tiempo que tardara. Por las noches, el año en el que iba a cumplir cincuenta y un años, hojeaba un libro que le había regalado su hermana pequeña, Marie. Todos los pueblos del mundo. Como él nunca se movía mucho, excepto de casa al trabajo, en una pequeña y sólida empresa dedicada a la venta de maquinaria agrícola, ella se ocupaba de que por lo menos su hermano viera fotos de lo que había más allá de su pequeño círculo. Gunder hojeaba y leía. La India era el país que más le fascinaba. Esas preciosas mujeres con lunares rojos en la frente, los ojos pintados y graciosas sonrisas. Una de ellas lo miraba desde el libro y él se perdía al instante en dulces sueños. Nadie era capaz de soñar como Gunder. Cerraba los ojos y flotaba. La mujer era ligera como una pluma dentro de su traje rojo. Tenía los ojos profundos y oscuros como un cristal negro y ocultaba su pelo bajo un chal con el borde dorado. Durante meses, Gunder había contemplado esa foto. Tenía muy claro que lo que deseaba era una mujer india, no porque quisiera tener una esposa sumisa y sacrificada, sino porque deseaba una mujer a la que poder llevar en brazos."

Karin Fossum
Una mujer en tu camino
















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