T. de Y. M.

A la Virgen María en el día de la Encarnación de Jesús

   Entre celajes de escarlata y oro
heraldos del albor de fausto día,
vi al seno descender de Virgen Pía
¡al Verbo del Señor! que amante adoro.

   De Serafines sobre egregio coro
¡Esplende pura... la sin para María!
Pues pudo hacerla al Dios que mundos cría
¡Templo feliz... de su mejor Tesoro!

   ¡Oh, Emperatriz de cuanto el orbe encierra!
¡De la Peral mejor, Concha celeste!
¡Escala que une el Cielo con la tierra!

   Que tu Sol bella Aurora, luz nos preste.
Y pues hace horda infame a España guerra,
¡Sálvela, Madre, de Jesús la hueste...!

T. de Y. M.
 Este soneto fue publicado en La Revista Católica de Sevilla.

No hay comentarios: