Juan Francisco Esteban Lorente

"En la literatura menudean las alusiones astrológicas, por ejemplo, en la obra de Gaspar de Aguilar (1561-1623) en una rima al Santísimo Sacramento, al que se le compara con la conjunción de Saturno y Júpiter (27); igualmente se encuentran en La Dorotea de Lope de Vega, quien demostró ser partícipe y aficionado a ella."

Juan Francisco Esteban Lorente
La astrología en el arte del Renacimiento y Barroco español, página 10



"Entre los conjuntos pictóricos el más sorprendente es el de la alegoría del Toisón de Oro del Casón del Buen Retiro, obra de Lucas Jordán, hacia 1697. Allí se representaron como fundamentos las musas y los sabios, entre las musas aparece Urania que porta un libro de horóscopos; la mitad de los sabios portan el compás, símbolo del conocimiento y del justo medio, y entre ellos aparece un astrónomo y un geógrafo, quizá Hiparco y Ptolomeo. Casi en el centro aparece la bóveda celeste como asiento de los dioses olímpicos. Esta bóveda celeste reproduce el modelo que se hizo popular desde Durero, pero tiene una peculiaridad de gran acierto, el representarla como un globo transparente de modo que a la vez se ven constelaciones opuestas diametralmente en el espacio. Las constelaciones representadas son: las zodiacales Tauro, Géminis, Cáncer y Capricornio, Leo y Virgo; las del hemisferio norte Osa mayor, Pegaso, Andromeda, Perseo, Auriga, Cisne y Serpiente (Anguis); del hemisferio sur Orión, Can e Hidra con Cratera y Cuervo."

Juan Francisco Esteban Lorente
La astrología en el arte del Renacimiento y Barroco español


"Es significativa la defensa que hace de la astrología el citado Bartolomé Valentín de la Hera y de la Varra, Repertorio del mundo particular de la spheras del cielo y orbes elementales y de las significaciones y tiempos correspondientes a su luz y movimiento: con los eclipses y lunario desde este año de mil y quinientos y ochenta y tres, hasta el de mil y seyscientos y quatro, añadido el prognóstico temporal de las mudanzas y passiones del aire, Madrid, Guillermo Druy, 1584 (folios 70 a 74).

DEL PODER QUE TIENE EL CIELO Y DE LA VERDAD QUE TIENE LA ASTROLOGÍA

"Contra los falsos astrólogos escribieron los SS. Doctores de la Iglesia, Agustín, Gregorio y Basilio y son las palabras del catálogo y edicto de la Inquisición que reprueban y condenan lo que es imposible saber, ni saber otro que Dios, aunque sea el ángel o el demonio; pero no reprueba la verdad de la Astrología que ni contradijo el Conde de la Mirandola con quien alegan todos que más no saben, ni contradijeron a San Agustín, Santo Tomás y los demás santos teólogos y católicos que no quitan la influencia, que no pudieron, según la buena información que tuvieron de todas las ciencias divinas y naturales. Dice San Agustín [De doctrina cristiana, 2.] que el buen teólogo para ser buen juez de las disciplinas ha de ser versado y entendido en todas ellas. Conforme a esto dijo el Filósofo (Aristóteles), que el docto en sola una facultad, de sola ella puede ser juez, y el que lo fuere en todas, de cada una en particular podrá ser juez o medianero de la verdad. Pero no podrán ser los teólogos, que con sola la poca Lógica, Filosofía y Teología que aprendieron en las escuelas, y en sus rincones lo quieren ser, reprobando lo que no saben por parecer más piadosos; sin advertir que ni Dios ni su Iglesia tienen necesidad de ser amparados con mentiras [Job, 13,6-7]. El teólogo que fuere tal como San Agustín y los buenos y grandes que ha tenido la Iglesia, no condenará lo que no sabe. Sabrá de la filosofía lo que dice Platón [Timeo]: que todos los cuerpos de los animales son engendrados en tiempo, en movimiento, concurso, horóscopo y configuración de estrellas; según esto reciben el poder y virtud de la sangre y de los sentidos y sus obras meramente naturales. Las estrellas causan la abundancia y carestía, la paz, la guerra, la salud y dolencias, dando señales de todo lo que en esto se puede esperar y temer. Y por bárbaros y sin seso y cordura tuvo a cuantos reprobasen esta física y a cuantos se entremeten a juzgar de lo que no saben... Y al fin quien quitase la virtud del cielo contradiría a la que Dios le dio y a la verdad de su escritura que se la da; y como dice Averroes [Metafísica]: quitale la virtud y habrasele quitado el ser que tiene .... Sabrá el buen teólogo de la lección de la escritura, que son el Sol, la Luna y las estrellas las significaciones, los signos y señales de los tiempos y de sus movimientos y de quien depende toda cuanta filosofía o astrología se sabe y se ignora. Sabrá de la lección de San Agustín, Gerónimo, Gregorio, Ambrosio, Tomás de Aquino, Basilio, Crisóstomo y otros muchos, que no quitaron la influencia como la quitan algunos que saben menos que ellos, y que teniendo virtud el cielo sobre los cuerpos de los hombres, sobre su sangre y sentido, inclinaciones, ingenios y ejercicios, tendrán, con San Agustín [Contra maniqueos, 21], algunos movimientos de nuestro ánimo dependencia del movimiento celeste, y muchas veces ni ellos ni las costumbres tienen que ver con él, por ser enseñados de la doctrina virtuosa habituada y acostumbrada a resistir al incentivo que en la ruin sangre puede inclinar a pecar. La buena influencia de Saturno y Marte en sujetos depravados podrán inclinar a hurtar, a mentir y a otros vicios, así como la miel que es dulce causa amargura en el enfermo, y ofensa la influencia del Sol en el ojo del legañoso. Sabrá que ni los concilios ni el edicto de la santa Inquisición tuvieron intención de quitar la influencia de su ciencia, que es la Astrología, sino que solamente pretenden declarar al pueblo lo que saben los doctos, para darle doctrina, con lo que ni crea más de lo que debe ni tenga por profecías los juicios astronómicos, ni por sabedores de las obras libres, del libre albedrío, a los astrólogos, ni menos de los casos fortuitos que propiamente lo son .... Sabrá que no han tenido intención de vedar ni reprobar que no puedan saber las mudanzas del aire y sus pasiones y alteraciones y todas las que se causan en la sangre y carne, sentidos e inclinaciones de los hombres y en todas las demás cosas sujetas a la armonía del mundo sensible. Y así sabrá que cuando el astrólogo hace juicio de lo pasado o de lo venidero, que de solas las inclinaciones naturales del efecto puede ser juez, con la excepción de la contingencia, porque se puede atravesar una causa más poderosa que la natural y quedar burlado su fundamento; mayormente cuando juzga del hombre, el cual con el favor de Dios y con el de su ángel custodio y con la ayuda libre propia y de los demás hombres que con libertad le ayudan, puede todas las veces que quiera atropellar las pasiones causadas de la influencia y aniquilarlas como si no fueran; el mal es que no hacen lo que podrían y que es verdad que, como el número de los locos es sin número. Así sin él podrán los astrólogos verificar sus pronósticos aunque sea sin saber todo el número de las estrellas, pues les vasta saber lo que saben los filósofos de los sujetos que tratan; así como los médicos que con la ciencia universal de pocas hierbas podrían, si supiesen la medicina, serlo de muchas enfermedades."

Juan Francisco Esteban Lorente
La astrología en el arte del Renacimiento y Barroco español



"Es suficiente hacer una cata en los inventarios de bibliotecas de la época, así a mediados del siglo XVI, la del obispo Luco tiene más de 12 libros relaccionados con el tema, entre ellos varios de medicina astrológica, la obra de Ptolomeo e Higino; muchos menos tiene el arzobispo Carranza pero siguen estando la física de Aristóteles, el Almagesto de Ptolomeo, la astronomía de Alfragano (s. IX); en la biblioteca de Velazquez se encuentran muchos títulos de cosmografía incluso varios específicos de astrología como la Suma astrológica de Antonio de Nájera (1632), y la Isagogica astrologiae judiciariae de Juan Taisnier (1559). Un ejemplar de las obras de Guido Bonato, Decem continens tractatus astronomia, Venecia, Jacobo Pentiuz, 1506, que figura en la biblioteca de La Seo de Zaragoza, fué propiedad de uno de sus canónigos B. Laurenti; las obras de Bonato, como las de otros astrólogos, no se editaron en España pero la Biblioteca Nacional conserva traducciones manuscritas del siglo XVII (Boncompagni, B., "Guido Bonatti astrologo ed astronomo del secolo decimoterzo", en Giornale Arcadic, CXXIII-CXXIV Roma, 1851)."

Juan Francisco Esteban Lorente
La astrología en el arte del Renacimiento y Barroco español, página 24




"Index et catalogus librorum prohibitorum... Madrid, Alonso Gómez, 1583; condena la astrología judiciaria de nacimientos, interrogaciones y elecciones, por ocuparse en lo por venir que está en la libertad del hombre y de las cosas fortuitas que han de acontecer, pero no la astrología natalicia de las inclinaciones y carácter humano. La bula de Sixto V, publicada en 1586 fue mucho más rígida, pues expresamente solo permite las aplicaciones de la astrología a la navegación, agricultura y medicina, condenando todas las demás, pero su interpretación en España fue mucho más amplia, y así dos años después Juan de Horozco y Covarrubias en su Tratado de la verdadera y falsa prophecia ..., Segovia, Juan de la Cuesta, 1588, nos ofrece la interpretación tradicional de las dos astrologías."

Juan Francisco Esteban Lorente
La astrología en el arte del Renacimiento y Barroco español, página 21



"La representación de la astrología o astronomía va a ser algo frecuente en las ilustraciones de los libros de cariz científico, como los de navegación. Se trata de la antigua musa Urania, o simplemente la Astronomía medieval que en el Hortus deliciarum aparecía con el "cubitalem" para medir la posición de los astros. En el Renacimiento y Barroco los aparatos más característicos de la astronomía o astrología son la esfera armilar y el astrolabio.

Parmigianino en una alegoría (c. 1525) nos sugiere una contaminación con la Melancolía de Durero; pero Perret (1599) (29) vuelve a la consideración antigua de ciencia de la medición de los astros: alada, con águila, llena de instrumentos como la esfera, reloj de sol, brújula, ballesta y libros, la define como astronomía pero le acompaña el texto que hace referencia al astrólogo: "Causorum varios motus scrutator et orbes astrologus", naturalmente esta es la representación más rica entre las tradicionales como lo había hecho Georg Pencz, hacia 1543."

Juan Francisco Esteban Lorente
La astrología en el arte del Renacimiento y Barroco español, página 10


La "Sagrada Familia" de la Hispanic Society of America de New York, obra de Luis de Morales hacia 1563, nos presenta el horóscopo de Cristo que ha copiado del científico Jerónimo Cardan. La intencionalidad, a juzgar por el texto, es eminentemente astrológica y su colocación en el cuadro no hace sino reafirmar la naturaleza humana de Cristo que como los demás mortales estaba bajo los influjos de los astros, pues "así Dios óptimo y glorioso adornó su nacimiento con una inmejorable y admirable configuración astral.

Juan Francisco Esteban Lorente
La astrología en el arte del Renacimiento y Barroco español, página 20



"Una de las ilustraciones más bonitas del astrólogo en su oficio es la del folleto de Giogio Tannsteter, ludicium astronomicum viennense anni MDXVI, (Viena 1516)"

Juan Francisco Esteban Lorente
La astrología en el arte del Renacimiento y Barroco español, página 27












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