Aceleración de los cuerpos
Durante el camino, ella piensa que no llegará a tiempo. La distancia y la soledad de su prisa son más que un anticipo. Al llegar, no escucha sino el murmullo de la sangre y el deseo, por eso no tarda en adentrarse por el ancho corredor.
Luego está sentada, desnuda de la cintura para abajo. Todo está limpio, tibio y en penumbra. Es el 13 de feb
ero de 1970 y es una perfecta mañana de invierno. Mi madre tiene dolor, tal es la naturaleza de un parto, y por eso su destino es el coraje, un coraje donde el dolor es la única salida.
Después de la última contracción comienzan las revelaciones: el dolor se convierte en destino de la cintura para abajo; el coraje, en una penumbra de invierno; mi madre se congela en el amplio corredor y yo me convierto en el deseo que nunca llega a tiempo.
María Montero
Itinerario
Luego está sentada, desnuda de la cintura para abajo. Todo está limpio, tibio y en penumbra. Es el 13 de feb
ero de 1970 y es una perfecta mañana de invierno. Mi madre tiene dolor, tal es la naturaleza de un parto, y por eso su destino es el coraje, un coraje donde el dolor es la única salida.
Después de la última contracción comienzan las revelaciones: el dolor se convierte en destino de la cintura para abajo; el coraje, en una penumbra de invierno; mi madre se congela en el amplio corredor y yo me convierto en el deseo que nunca llega a tiempo.
María Montero
Itinerario
Iba hacia España
y llegué a Cuba.
Iba hacia Jorge
y llegué a Juan.
Iba hacia las letras
y llegué al embarazo.
Iba a dormir
pero aquí estoy.
Reconozco que entre mis virtudes
nunca se destacó la puntería.
y llegué a Cuba.
Iba hacia Jorge
y llegué a Juan.
Iba hacia las letras
y llegué al embarazo.
Iba a dormir
pero aquí estoy.
Reconozco que entre mis virtudes
nunca se destacó la puntería.
María Montero
Soy
Soy
Soy la gran Virginia Grütter, ¿la recuerdas?
la que escupe tabaco en las esquinas
y está ronca de pegar gritos
y camina como una estela pintarrajeada y tambaleante
Soy Marguerite Duras con su joven amante
y su vida refinada y alcohólica
Soy Simone de Beauvoir con todo y su Jean-Paul Sartre
y su intelecto y su feminismo y su academia
Soy la imbécil “femme” que desde este pueblo polvoriento
habla del erotismo francés
frente a un auditorio de subnormales
Soy la puta más puta que arrastran de los pelos
asquerosa y desnuda
Soy la pobre infeliz
que no tiene un centímetro de cerebro
hipocondríaca
que camina como idiota esperando que el padre de sus hijos
o el cura
le dé una limosna.
Soy yo
la del cuerpo grabado en la piedra
la que consume sus ojos en la arena
la que ya no puede hablar de amor tan fácilmente.
la que escupe tabaco en las esquinas
y está ronca de pegar gritos
y camina como una estela pintarrajeada y tambaleante
Soy Marguerite Duras con su joven amante
y su vida refinada y alcohólica
Soy Simone de Beauvoir con todo y su Jean-Paul Sartre
y su intelecto y su feminismo y su academia
Soy la imbécil “femme” que desde este pueblo polvoriento
habla del erotismo francés
frente a un auditorio de subnormales
Soy la puta más puta que arrastran de los pelos
asquerosa y desnuda
Soy la pobre infeliz
que no tiene un centímetro de cerebro
hipocondríaca
que camina como idiota esperando que el padre de sus hijos
o el cura
le dé una limosna.
Soy yo
la del cuerpo grabado en la piedra
la que consume sus ojos en la arena
la que ya no puede hablar de amor tan fácilmente.
María Montero
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